PARÍS, FRANCIA.- Treinta y dos años después, esta vez fuera de casa, España ganó su segundo oro olímpico en el fútbol masculino al vencer 5-3 a la Francia del mítico Thierry Henry en la prórroga de la final de París-2024, disputada este viernes en el Parque de los Príncipes.
En un cotejo emocionante como pocos, La Roja se impuso en el tiempo extra con dos anotaciones de Sergio Camello (100, 120+1) que le revivieron el ánimo, luego de que los Bleus remontaran con un tanto de penal de Jean-Philippe Mateta en tiempo de descuento (90+3).
La diana del goleador francés esfumó el 3-1 que los españoles alcanzaron a tener, gracias a una nueva exhibición de Fermín López (18, 25) y Álex Baena (28). Enzo Millot (11) abrió la cuenta y luego Maghnes Akliouche (79) acortó distancia para los galos.
López, de 21 años, quedó a dos tantos del máximo artillero del certamen, Soufiane Rahimi, quien guió a Marruecos al bronce con ocho anotaciones.
A puertas de iniciar su segunda temporada profesional, el culé dio cierre a un mes inolvidable, en el que además hizo parte junto a Baena del plantel de La Roja que ganó la Eurocopa en Alemania.
- “Luchado como familia” -
Su nombre ahora estará escrito al lado de estandartes como Luis Enrique y Pep Guardiola, conquistadores del primer oro español en Barcelona-1992.
“Han luchado como una familia y yo creo que ha sido bonito el partido para el espectador”, dijo el DT ibérico, Santi Denia, a la radio Cope.
Francia debió consolarse con su primera plata, la misma que España obtuvo en Tokio-2021 con los defensores Eric García y Juan Miranda, presentes en París.
“Ha sido una final de locos, y al final hemos conseguido una medalla, aunque por desgracia no somos campeones olímpicos”, dijo Henry a la cadena France 2.
- Espíritu de Arconada -
La marea francesa se hizo notar al colmar la mayoría de los más de 48.000 asientos del Parque de los Príncipes, donde la previa fue ambientada por una corta presentación de la cantante italiana Gala.
Al canto de “Allez les Bleus” (Vamos, azules), el hogar del PSG dio la bienvenida a los locales en el estadio que graduó a Francia de campeón por primera vez.
Guiada por Michel Platini, venció precisamente a la España (2-0) de Luis Miguel Arconada en la final de la Eurocopa-1984. Semanas después, su combinado sub-23 se colgó su único oro olímpico, en Los Ángeles.
El simbolismo del templo parisino pareció hacer mella en la Rojita, encerrada en su propio terreno hasta que Millot, ausente por suspensión en el triunfo ante Egipto (3-1) en semis, hizo vibrar a los suyos.
Como en 1984, cuando Arconada cometió una pifia aún recordada que permitió el 1-0 de Michel Platini, Arnau Tebas reaccionó de forma errática a un tiro del volante del Stuttgart que lucía sencillo de atajar.
El lamento del portero reserva del PSG duró poco, y se reivindicó más tarde con tremendas atajadas a Mateta (45+2) y a Arnaud Kalimuendo (72), pues la visita reinició todo en su primera incursión a área francesa.
- Al rescate -
Baena filtró un pase al ecuador de las 18, donde López remató de primera para enmudecer al estadio. Siete minutos después, repitió la dosis al embocar, esta vez de izquierda, un rebote de Guillaume Restes a un tiro a bocajarro del capitán Abel Ruiz.
La mística francesa del arranque entró en coma a la media hora del partido, cuando Baena dejó estático a Restes en un tiro libre.
El peligroso trío ofensivo de Francia, que llegó con pleno de victorias a la final (5) y apenas un gol en contra, no aparecía. Salvo el testazo de Mateta despejado por Tenas, Michael Olise y el capitán, Alexandre Lacazette, brillaban por su ausencia.
Pensativo en la banda, Henry removió lo que más pudo su banco. Los Bleus se acercaron con peligro a puerta de los visitantes, que resistieron hasta que Akliouche rozó un tiro libre que atravesó el área.
El 3-2 removió la estructura del Parque de los Príncipes, que a partir de entonces, al canto de La Marsellesa, impulsó a los suyos hasta lograr la dramática igualdad tras una sujeción del revulsivo Benat Turrientes contra Akliouche, sancionada por revisión en el VAR.
Mateta anotó su quinto gol en el torneo y le dio una vida extra a los suyos, esfumada cuando Camello, reemplazante de Ruiz, definió dos veces ante Restes con la tranquilidad que nadie tuvo en los más de 120 infartantes minutos jugados en casa francesa.