TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC) y la Fiscalía Especial contra el Crimen Organizado (Fescco) tienen en su mira a un futbolista activo, que presuntamente está ligado en actividades del narcotráfico.
Se trata de una “estrella del fútbol, fue legionario, seleccionado y actualmente activo en la Liga Nacional”, expresó una fuente de la ATIC, quien no reveló la identidad del deportista y el equipo en el que milita a fin de no entorpecer las investigaciones porque no se descarta que se interponga un requerimiento fiscal en su contra.
De acuerdo con las investigaciones preliminares, fue el exfutbolista Óscar “El Pescado” Bonilla quien involucró en el negocio de las drogas a este sujeto.
Sobre “El Pescado” Bonilla pesa una orden de captura en su contra por su relación con carteles de la droga que operan en Gracias a Dios y Atlántida.
Al exseleccionado nacional se le practicaron 11 allanamientos de domicilio y el aseguramiento de 36 bienes de origen ilícito.
Entre las propiedades aseguradas figuran cuatro bienes inmuebles, 13 lanchas y 19 vehículos, inscritos a nombre de integrantes del grupo delictivo denominado Los Halcones.
Presuntamente, el modus operandi de la red de narcotráfico de la que son parte los dos futbolista es recibir grandes cargamentos de drogas en altamar y trasladarlas por medio de lanchas rápidas a lugares seguros en La Mosquitia y Atlántida.
En las últimas horas, un juez dictó detención judicial contra Guitler Mayorga Vásquez, ligado al cartel de Los Halcones.
Caso
Tras un fuerte operativo el viernes reciente se allanaron varias propiedades que estarían vinculadas al reconocido exfutbolista acusado de liderar una estructura criminal denominada “Los Halcones”.
El Ministerio Público detalló que la banda se dedica al tráfico de drogas desde el departamento de Gracias a Dios y Atlántida hasta la frontera con Guatemala.
La forma en la que esta red operaba, según las investigaciones, sería recibiendo grandes cargamentos de drogas en altamar, por medio de lanchas rápidas provenientes de Colombia.
Posteriormente, escondían toda la mercancía en sitios controlados por la organización criminal en La Mosquitia hondureña y posteriormente la trasladaban, poco a poco, hacia departamentos como Atlántida y Cortés.
Una vez que la droga llegaba a su segundo destino, era posteriormente trasladada hacia la frontera con Guatemala, donde seguía su ruta hacia otras partes del vecino país, México o incluso, Estados Unidos.
En esta operación, se allanaron 11 propiedades y se aseguraron 36 bienes de origen ilícito, además de girarse varias órdenes de captura, aunque no se conocieron los nombres de los involucrados.