TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Georgie Welcome hizo su debut profesional en el fútbol en el 2004, donde dio sus primeros pasos con el Arsenal de Roatán, ciudad que lo vio nacer.
Sus goles no pasaron desapercibidos y el Motagua puso su mirada en el jugador que disputó el Mundial de Sudáfrica 2010, justa mundialista en el que sorprendió al meterse en el listado de 23 jugadores convocados por Reinaldo Rueda.
Luego de su participación con La H, Georgie fichó por el AS Mónaco, club con el que heredó el dorsal 9 durante seis meses, tiempo en el que anotó dos goles en 13 partidos.
En charla con Diario El Heraldo, Welcome nos contó cómo se dio su fichaje por el cuadro francés, la anécdota que tuvo con la estrella mundial Kylian Mbappé y la leyenda hondureña que lo aconsejó antes de marcharse a suelo galo.
Asimismo, detalló que dejó a la Selección de Honduras antes de jugar la final ante Costa Rica por la Copa Centroamericana UNCAF en 2011.
¿Recuerda cómo se dio ese traspaso Al Mónaco? ¿Costó o todo se dio rápido?
Claro. Estábamos en la Selección Nacional con el profesor Juan de Dios Castillo y los Palacios (Wilson, Jerry y Jhonny) me ayudaron. Yo no tenía contratista y ellos me ayudaron con el de ellos y poco a poco se fue cerrando. Si no fuera por Motagua tampoco hubiera llegado allá.
Cuéntenos ¿qué hacía y dónde estaba cuando le informan que le toca cruzar el charco?
Andaba en la Selección jugando un campeonato centroamericano, fuimos campeones recuerdo (en Panamá 2011), ese mismo día que jugaron la final viajé. Andaba Walter ‘Pery’ Martínez y muchos pesos pesados. El mismo día viajé y no jugué la final. De una me fui. Recuerdo que le dije a Noel Valladares que me diera un consejo y me dijo: si te salió la oportunidad ándate y así fue. Me compraron los boletos y me subí al avión.
¿Cuál fue su primera reacción?
Me dio un escalofrío en todo el cuerpo y dije: aquí está la oportunidad para hacerle la casa a mi vieja.
Hasta el día de hoy muchos dicen que fue suerte ¿usted qué cree?
La gente siempre va a hablar si haces cosas buenas o cosas malas, la gente siempre va a hablar. Yo siempre he sido un jugador al que han criticado y siempre me quedo callado. Yo sé quién soy y mientras tenga criticas, sé que estoy vivo, porque cuando esté muerto nadie va a hablar de Georgie Welcome. Si tengo 20 personas criticándome, quiero 20,000 mañana.
¿Cómo fue ese primer día en el Mónaco?
No hombre, las pruebas que le hacen a uno ahí, eso es otro mundo. Los camerinos, los doctores, como te tratan todo, eso es otro nivel. Ojalá en un futuro podamos estar así algún día en Honduras.
¿Y el entreno qué tal?
No, ahí te meten puro gimnasio desde el primer día. Los primeros días se sufre. Cuando yo llegué me ayudaron a hablar inglés y los compañeros me trataron muy bien.
Cuando les dice “soy de Honduras” ¿sabían algo del país?
Ellos me preguntaban que de dónde era y que dónde era Honduras, pero cuando ya me miraban en la Selección Nacional ya se conocían más.
¿Aprendió francés?
No. Yo me quedo con mi inglés y mi poquito de español. Allá se hablaba mucho inglés y cuando no mis compañeros me traducían.
¿Logró compartir con Kilian Mbappé, él era mucho menor?
Dos veces. Cuando yo llegué él era mucho más joven y entrenaba en un complejo diferente. Así como lo mirábamos de pequeño, era rapidísimo. No me imaginé que un cipote así más tarde iba a ser el mejor jugador del mundo actualmente. Tuve dos partidos contra él: primera contra reservas y platicamos alguna vez así normal.
¿Le heredaste el 9 cuando te fuiste?
El de matador. Todos los delanteros quieren el nueve siempre. Cuando íbamos a la Selección ponían todas las camisas, pero había tres camisas que no se tocaban, el 9 de Pavón o Suazo, el 10 de Rambo y el 7 de Amado. ¿Quién los iba a tocar?
¿Por qué se dio su salida tan rápida del equipo?
Porque solo tenía seis meses de contrato, cambiaron de entrenador y muchas cosas.
¿Hoy sigue teniendo comunicación con alguien del equipo o ex compañeros?
Ya no. Esos tiempos ya pasaron y ahora uno piensa más en la familia.