TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Los hondureños se caracterizan por sobreponerse, a diario, a las adversidades y a los golpes de la vida.Misma historia ocurre en el boxeo, deporte que exige a los pugilistas entrenos arduos para afrontar un camino que puede estar lleno de triunfos, pero también de obstáculos y caídas. A todos los boxeadores los mueve un sueño: ser los mejores en su disciplina.
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Ese es el caso del joven boxeador hondureño Gerardo “El Chocolate” Sánchez, quien en 2019 inició su camino profesional dentro del deporte de los guantes con un triunfo y que desde entonces no ha parado. Ahora es uno de las grandes prospectos del boxeo en el país, deporte que cada vez goza de mayor popularidad entre la población.
Con tres años de recorrido en los cuadriláteros, el orgullo del barrio El Reparto ya ha disputado ocho combates a nivel profesional y ha conseguido siete triunfos en territorio extranjero que han llenado de orgullo a todo un país.
Con tan solo 21 años y un estilo de boxeo bastante aguerrido que jamás le deja un espacio a sus rivales para lanzar un fulminante gancho, “El Chocolate” se ha ganado grandes oportunidades en el boxeo gracias a su impresionante rendimiento.
“El Chocolate”, que también sueña ser un reconocido periodista deportivo, ha cosechado gratas experiencias como ir a pelear en lugares tan lejanos como Costa Rica, Colombia y una amplia gira por México, siendo este último destino un nuevo impulso a su carrera.
Estando en territorio azteca, Gerardo tuvo el privilegio de entrenar con el prestigioso expugilista Manuel “Kochul” Montiel, con quien logró una importante evolución en el boxeo y además tuvo dos peleas más para sus registros profesionales.
Con su campamento en suelo mexicano, “El Chocolate” Sánchez dejó atrás esos días en los que debido al cierre del gimnasio de boxeo en la Villa Olímpica tuvo que ingeniárselas instalando un gimnasio improvisado en el garaje de su casa con el fin de no parar su actividad y sobre todo no renunciar a su sueño; ser campeón mundial.
En territorio mexicano el balance fue positivo para el púgil que pelea en las 108 libras, ya que obtuvo una victoria, sin embargo, durante su estadía en Los Mochis, Sinaloa, sufrió el duro golpe de haber sufrido una derrota, pero demostrando que es todo un guerrero (como a él le gusta mencionarlo) nunca bajó los brazos.
Para hacer un balance de su año 2022, Gerardo “El Chocolate” Sánchez visitó la sala de redacción de Diario EL HERALDO y de forma muy amena nos atendió para comentar los mejores momentos vividos durante este periodo y de paso fijar sus objetivos para el 2023.
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Balance de gira en México
¿Cómo te sentís luego de tu gira por México?
Estuve dos meses, tuve dos peleas y estuve entrenando en el gimnasio de los campeones mundiales de la familia de Manuel “Kochul” Montiel, un gimnasio de élite. Me fui el 13 de septiembre y nuestra primer pelea fue el 16 y Dios así lo quiso y tuvimos nuestra primer derrota, sin embargo, logramos entrenar lo que quedaba del mes y todo octubre en este gran gimnasio, en donde me fogueé con campeones mundiales, con renqueados mundiales y un entrenamiento de élite y gracias a este logré recuperarme y ganar en la pelea que recientemente tuvimos en Guasave, Sinaloa, en donde ganamos por la vía del nocaut y regresamos a nuestro país con la gloria del triunfo.
¿Qué significó para vos entrenar con la familia Montiel?
Para mí fue una gran bendición porque soy el primer hondureño en irse dos meses y prepararse con una familia que ha formado campeones mundiales y una gran satisfacción porque lo que me llevó a esta familia fue mi entrenamiento arduo, la disciplina y la determinación, que eso es lo que le digo a los jóvenes que vienen iniciando en el boxeo. Esto es algo que no me lo imaginaba terminando el 2021, que yo iba a estar dos meses en México, que iba a ser varias peleas en este año, sin embargo, Dios obra de maneras misteriosas y gracias a Él pude lograr poner la Bandera de Honduras en lo más alto, como se debe.
¿Cómo te sentís de pasar de entrenar en tu casa a prepararte en el más alto nivel?
Me siento sumamente feliz y bendecido porque como te dije, Dios obra de maneras misteriosas y practicando, practicando y practicando. Teníamos esas limitaciones que no nos dejaban entrenar en el gimnasio, que a mi entrenador lo querían sacar y tantas dificultades que habíamos tenido, pero para ser campeones tenemos que sobrepasar estas adversidades, luchar y que estas adversidades no nos venzan nunca y gracias a Dios este año fue de gran bendición.
¿Qué sensaciones te ha dejado pelear fuera del país este año?
Vamos a empezar con la derrota, a tener paciencia, a no dejarse llevar por las emociones, porque este pequeño tropiezo que tuvimos fue contra un rival que no era de nuestra categoría (el rival era de las 122 libras supergallo vs minimosca 108). El boxeador siempre tiene ese espíritu guerrero de creer que puede ganar, pero no, hay que tener paciencia y saber que cuando tu manager te dice que no es conveniente pelear no hay que pelear, no hay que dejarse guiar por esa emoción, entonces la enseñanza que me dejó esta derrota es tener paciencia, esperar el momento de Dios. Las victorias me dejaron muchas enseñanzas también, hay que seguir con mucha humildad y escuchando las enseñanzas de nuestro entrenador y sobre todo la enseñanza que nos dejó es que cada victoria, cada derrota hay que darle gracias a Dios.
Después de la derrota, ¿qué fue lo primero que te dijiste?
A pesar de que caí intenté levantarme, pero el profesor Montiel fue muy sabio y le dijo al árbitro que parara la pelea, que no convenía seguir, entonces me sentí frustrado en cierto momento, yo decía: “¿por qué pararon la pelea?, no es posible, tengo que morirme aquí porque estoy peleando por Honduras y si caigo derrotado va a ser algo feo, tanto para mí como para mi país, entonces tengo que seguir”.
Ya después de la pelea, en mi cuarto, estando triste me dije a mí mismo que fue lo más sabio lo que hicieron mis entrenadores, no era sensato seguir recibiendo castigo con alguien que no era de mi categoría y me dije a mí mismo que tengo que darle la vuelta a la página, confiar en Dios porque todo lo que pasa es por una razón, sé que soy un campeón y voy a lograr cosas grandes y voy a entrenar más duro, me voy a concentrar a todo dar, aquí en México voy a aprovechar las enseñanzas que me dio la familia Montiel y sé que me voy a recuperar en la próxima pelea.
¿Te sentiste inconforme por cómo perdiste?
“No es posible”, dije yo, porque iba bien preparado, sin embargo, boxeo es así y lo único que podía hacer como los campeones es no quedarme ahí, entrené duro y me pude recuperar gracias a Dios y gané contundentemente por la vía del nocaut. Es duro, no te voy a decir que no, es permitido llorar, somos boxeadores, nos creemos fuertes y somos fuertes, pero también tenemos corazón y tenemos sentimientos y lo que queda es eso, los malos momentos no son para siempre.
¿Qué actitud se debe tomar después de la derrota?
Este consejo no solo es para los boxeadores, es para todos los seres humanos, toda la población hondureña y es que van a venir momentos difíciles en nuestra vida, momentos en los que vamos a sentir que ya no podemos más, momentos donde nos sentimos derrotados y empezamos a cuestionar a todo mundo, hasta a nosotros mismos, sin embargo, Dios nunca nos deja solos, tiene un gran propósito para cada uno de nosotros y entonces no hay que quedarnos ahí.
¿Cómo fue tu preparación para levantarte de la lona?
Ya el día después de la pelea me levanté temprano a correr y trabajar duro, descansé luego el domingo y ya el lunes empezamos a trabajar con la familia Montiel en el gimnasio, hacíamos sparring tres veces a la semana y te estoy hablando que los hacíamos con gente de élite, sparrings durísimos, los martes y los jueves entrenar. Fue un proceso muy productivo, te puedo decir que evolucioné, así como los Sayayines (entre risas), pasamos a la siguiente fase, en la evolución del “Chocolate” van a ver un “Chocolate” distinto en las próximas peleas. Gracias a Dios por ello, gracias a la familia Montiel que me enseñó demasiado, me enseñó un boxeo de élite, gracias a mi equipo, gracias también a mis compañeros de sparring.
¿Habían nervios previo a pelear con “El Gallito” Núñez?
Habían muchos nervios de visita en México, ya entrenado, ya con las manos de la familia Montiel y desde que iba en el busito con todos los boxeadores iba pidiéndole a Dios que me favoreciera con la victoria por todo lo que he entrenado e iba pensando en mi estrategia y todo eso. Iba confiado porque sabía que el equipo Montiel me había entrenado bien, habíamos entrenado como si fuéramos a pelear por un campeonato mundial, como siempre debe entrenar un boxeador.
Al momento de subir al cuadrilátero solo dije: “Señor, que sea tu voluntad, vengo bien preparado, voy a dar todo de mí y confío que voy a ganar”.
¿Qué pensaste una vez ya que sonó la campana?
Vamos por la victoria (ríe), comencé con mi distancia, porque yo le ganaba en el alcance, soy más alto, comencé a trabajarle al cuerpo, los ganchos como me decía mi entrenador, mientras estaba en la esquina me decía que le diera gancho, las combinaciones que tenía que dar y siempre para adelante, porque mi fuerte es ese, buscar la pelea desde un inicio, nunca retroceder ni regalarle nada a nuestro rival, porque es mi fuerte y tengo esas condiciones físicas, entonces tengo esa capacidad de buscar a mi rival y tirarle golpes por todos lados, eso me hizo ganar la pelea.
Mi rival no aguantó esa lluvia de golpes, porque siempre salí hacia adelante y se cansó y al final del round le di un golpe del que sinceramente vi que no se podría recuperar y así fue, ya no quiso salir al segundo round.
Balance del 2022
¿Qué balance haces de tu año 2022?
El balance que yo le hago es sobresaliente, no perfecto porque no ganamos una pelea, pero sobresaliente y bendecido y con un gran equipo, con una familia que sigue creciendo.
Fuera del cuadrilátero, ¿qué experiencia disfrutaste de tus viajes?
Disfruté mi estadía en México completamente, me siento muy feliz con los hermanos mexicanos, pero con la comida yo sufría porque allá les gusta echarle chile y yo sufría con eso, no aguanto mucho, entonces mi entrenador me llevaba casi siempre al inicio del campamento comida con chile, entonces me quedaba callado, pero ya después no aguantaba y le dije al profe Montiel que me trajera comida sin chile (entre risas).
De las peleas ganadas, ¿cuál fue más difícil?
Te podría decir que entre la de Costa Rica y la última de México. La de Costa Rica con un tico muy aguerrido, Larry Olivas, nos fuimos a la decisión de los jueces y entonces fue una pelea muy aguerrida porque es el campeón de Costa Rica en esa categoría y yo sabía que era un rival difícil, sin embargo, fui bien preparado. En esta de México fue lo de venir de una derrota y todo lo que significaba, entonces fue una de las más difíciles. Podríamos decir que en segundo lugar la de México y en primero la de Costa Rica.
¿Cómo ha sido el trabajo de tu equipo este año?
Ha sido un trabajo magistral, me llevan la carrera muy bien, como se debe llevar la carrera de un campeón mundial, mi manager Godofredo Fajardo está ahí siempre, viendo como se debe actuar siempre. El profe Julián está ahí viendo mis entrenamientos constantemente, mis patrocinadores siempre están pendientes, la familia Montiel está pendiente ahora que me vine y quieren que regrese el año que viene a México y también los tomo como parte de mi equipo y son muy especiales para mí.
¿Te sentís satisfecho con lo que has logrado hasta ahora en tu carrera?
Me siento muy satisfecho gracias a Dios porque un joven a los 21 años haciendo lo que estoy haciendo es muy difícil de encontrar y me siento muy satisfecho porque sé que es algo que no solo me está beneficiando a mí, sino que está beneficiando a la juventud porque la juventud al verme a mí está tratando de hacer lo mismo y muy probablemente me superen y eso es a lo que debemos apostarle aquí en Honduras, a que la juventud se involucre en deportes, no solo en fútbol, sino en boxeo, béisbol, entonces eso es lo que me alegra y me llena de satisfacción, que los jóvenes se están involucrando, porque tienen que ver cómo se llena ahora la Villa Olímpica de jóvenes que quieren boxear y me pone bien alegre eso, que se motiven al ver al Chocolate y que quieran ser como yo.
Propósitos para 2023
¿Qué se viene para el 2023?
Se viene un año cargado de peleas y probablemente peleemos aquí en Honduras, veremos si hay velada boxística, una tremenda velada boxística, que podría ser que traigamos un título aquí. Aún no está 100% confirmado pero sé que se podría dar, es un adelanto que te estoy dando, podríamos pelear el próximo año en Honduras. Se vienen peleas internacionales, otro campamento en México y tenemos grandes planes junto al equipo para el 2023 y me daría mucha felicidad y sería algo histórico traer otra velada boxística en Honduras.
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