A su llegada a la capital industrial, Navas fue sorprendido por un aficionado hondureño que aguardó varias horas en el aeropuerto Ramón Villeda Morales para poder tener contacto con él y obtener una fotografía.
Se trata de José Hernández, un joven catracho que viajó seis horas para llegar a San Pedro Sula y así poder ver a su ídolo, ex Real Madrid y ahora estrella del PSG.
El joven se presentó a la terminal aérea con una bandera de Costa Rica y una camisa blanca que llevaba impresa la foto del portero costarricense.
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Apenas vio a Navas salir hacia el autobús, José no dudó en acercarse a él y pedirle una fotografía y un autógrafo, el portero tico con humildad, respeto y sin poner ninguna negativa o excusa hacia su fans, accedió y le firmó su camiseta, además compartió unas cortas palabras con Hernández, que vio cumplido su objetivo.
Los costarricenses están golpeados en la parte anímica para este clásico centroamericano, con las bajas del jovencito Manfred Ugalde del Twente de Holanda y Giancarlo González del Alajuelense, ambos renunciaron en la semana, el primero por diferencias con el entrenador colombiano y el segundo por no encontrarse en su mejor momento futbolístico provocando así un mal ambiente.
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Los ticos en sus primeros tres partidos, al igual que Honduras, apenas lograron sumar dos puntos, productos de un empate de visita ante Panamá, una derrota en casa ante México y apenas un 1-1 contra Jamaica, siempre en el estadio Nacional de San José.
Tras disputar este compromiso en San Pedro Sula, los costarricenses regresan de inmediato en su vuelo charter a San José, donde esperan el domingo a El Salvador y luego tienen otra difícil visita el miércoles frente a Estados Unidos en Columbus, Ohio, para cerrar esta ventana en octubre.
