La selección de Irlanda se impuso este lunes a Gales en Cardiff (1-0), un resultado que le permitió ascender al segundo puesto del Grupo D y ganarse así la presencia en el sorteo del repechaje de los ocho mejores segundos de la zona Europa.
El único gol del partido fue obra del centrocampista del West Bromwich inglés James McClean (57), que empaló de volea seca y dura desde el interior del área luego de un error de la defensa gales en la salida de balón.
Irlanda contemporizó y se cerró atrás para mantener su imbatibilidad fuera de casa (3 victorias y dos empates), y al final sólo se escucharon los gritos de los varios miles de aficionados irlandeses presentes en el estadio.
'La actuación de nuestros jugadores fue absolutamente fantástica', se concratuló el seleccionador irlandés Martin O'Neill.
Con 19 puntos, Irlanda finalizó dos puntos por encima de Gales y se quedó a dos puntos del liderato ocupado por Serbia.
La ' Green Army', una de las selecciones que mayor colorido y afición aporta a las citas internacionales, está a dos partidos de regresar a un Mundial, lo que no conseguía desde la edición de Japón y Corea del Sur-2002.
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Por contra, la Gales del madridista Gareth Bale se quedó sin el sueño de volver a disputar un Mundial después de su hasta ahora única comparecencia en la cita planetaria, en Suecia-1958.
Bale, lesionado, sufrió como un aficionado más desde las tribunas del estadio de Cardiff, y será una de las estrellas ausentes en Rusia.
'El vestuario está devastado', declaró el seleccionador galés Chris Coleman después de la derrota de los suyos.
'Estuvimos carentes de imaginación en la faceta ofensiva', añadió el técnico que llevó a Gales a semifinales de la Eurocopa.
'Ahora no puedo decir nada de mi futuro porque no pienso en ello', sentenció.