TEGUCIGALPA, HONDURAS.- José Alberto Escalante Rápalo, originario del Valle de Sula, sigue destacando cada semana en la liga canadiense de fútbol con sus grandes actuaciones dentro del campo.
Tras más de 11 años de carrera, el catracho atraviesa quizás su mejor etapa, sin embargo, ha sido un camino complejo el que le ha tocado recorrer al talentoso hondureño, quien en su momento llegó a considerar su retirada del fútbol.
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En exclusiva con Grupo OPSA, el siempre carismático ex jugador de Olimpia, nos atendió para contar su historia:
Infancia en el barrio José C. Del Valle
José Escalante creció en el barrio José C. Del Valle de la ciudad de Villanueva, Cortés. Su casa se ubica enfrente de un campo de fútbol, el cual se convirtió en el primer escenario donde el talentoso hondureño demostró su potencial con el balón.
“Nosotros vivíamos enfrente del campo de fútbol. Mis padres tenían una pulpería, entonces a mí me tocaba ayudar a mi mamá después de que salía del colegio, me tenía que quedar ahí de 1:00pm a 4:30pm esperando que llegaran mis hermanas”, comenzó contando Escalante.
“Yo pasaba en la esquina- de la casa- viendo a qué hora venían mis hermanas para poder irme al campo de fútbol porque era rigioso´ (le encantaba jugar). Me quedaba desde las 4:00pm hasta las 9:00pm, cuando ya me llamaban para ir a dormir” recuerda el villanovense.
Pese a que a muy corta edad (16 años) tuvo que mudarse a la capital, José aún guarda en su memoria gratos momentos del barrio donde creció.
“-Del barrio- tengo muy bonitos recuerdos. Disfrutaba mucho de esa infancia de jugar al fútbol casi todos los días. Al día de hoy -pese a- que muchos ya no están en el barrio, todavía tenemos un grupo en Whatsapp de todas las personas que disfrutamos esa infancia en el barrio”, narra.
Con gran futuro
Con el deseo de convertirse en un futbolista profesional, en 2007, el niño José Escalante asistió a un programa de deportes que impulsó la alcaldía de Villanueva, Cortés, sin imaginar que sería “cazado” por el gran Néstor Matamala, entrenador chileno radicado en Honduras.
Por esos años (2006-2010), “la municipalidad de Villanueva hizo un programa deportivo. Contrató a un director de deportes para la municipalidad en la comunidad, y esa persona fue Néstor Matamala, quien en Honduras lo conocen como cazador de talentos. Él llegó hasta Villanueva a organizar todo eso porque él era el director, era como una academia gratis para toda la comunidad de Villanueva”, detalló el hondureño, quien en aquel entonces tenía 12 años de edad.
Matamala no dudó ni un segundo del talento de José, y tras unos meses observándolo en Villanueva decidió llevarlo a su academia privada, en donde tiempo después fue tomado en cuenta para integrar a la selección Sub-15 de Honduras.
“Estando en la academia del profesor Matamala me convocaron a microciclos que ofrecían esos centros pilotos de la Selección Sub-15. Luego comenzaron a convocarme para una Sub-17, con Emilio Umanzor”, recuerda el jugador, hoy, con importante recorrido en selecciones menores.
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Las llaves de la mini H
Históricamente, ser parte de una selección representa una llave que abre muchas puertas y para Escalante no fue la excepción. Su participación en selecciones menores despertó el interés de grandes equipos nacionales que preguntaron por él, sin embargo, fue uno de la capital el que lo convenció.
“Todo fue gracias a la selección. Primero a Néstor Matamala que me sacó de Villanueva para llevarme a San Pedro Sula, y luego a la Sub-17 para que esos equipos me pudieran ver y después irme a la capital (Tegucigalpa)”, recordó Escalante.
A un paso de Motagua
Pese a que el equipo que lo fichó fue el “Rey de Copas”, Escalante estuvo a nada de convertirse en jugador del “Ciclón azul”.
“Estando en las concentraciones del Premundial, recuerdo de la Sub-17 con el profesor Umanzor, una vez en Siguatepeque, Motagua estaba haciendo la pretemporada y se hospedaba en un hotel de la localidad y la Selección Sub-17 estaba concentrada también”, rememora José.
“Me senté con “Primi” (Ramón Maradiaga), quien era el entrenador del Motagua. Él me dijo que existía la posibilidad de unirme a ellos (Motagua) después del microciclo con la selección (..)”.
“Yo pensaba que me iría a Motagua, pero en eso yo tenía un amigo en Villanueva, de nombre Ramiro y que conocía al profe Juan Carlos Espinoza (entrenador en Olimpia en ese entonces). Juan Carlos Espinoza llegó ahí -al microciclo- después de que jugamos un partido contra el Olimpia (...), y fue más concreto - con la propuesta- y fue así- como se dio la llegada al Olimpia-”, destacó el exjugador blanco.
Leones hambrientos
Tras su fichaje por el Club Olimpia Deportivo, José Escalante siempre supo que no sería fácil ganarle el puesto a jugadores que siempre que entraban a la cancha parecían unos leones hambrientos de triunfos.
“¡Teníamos un plantel bárbaro! Yo sabía que iba a ser difícil ganarme una oportunidad, pero siempre trabajamos con la fe de que cuando se presentara la oportunidad, tenía que demostrarlo”, recuerda.
“Yo sabía que estaba dentro de un plantel con mucha experiencia y pues intentaba aprovechar y aprender más que pudiera, aunque al final no pude resaltar, no pude demostrar todo lo que aprendí de ellos en el club, pero se dio la oportunidad de salir y poner en práctica todo lo que aprendí”, dice hoy con orgullo otro de los legionarios destacados del fútbol hondureño.
Retiro prematuro
Una lesión estando en las reservas del Olimpia, sumado a la poca participación que tuvo con los Albos, fueron detonantes para que Escalante decidiera ponerle una pausa a su carrera a muy corta edad, pues no llegaba ni a los 21 años.
Afortunadamente para él, voces sabias, como la de Keyfer García, actual representante del jugador; así como las palabras de su novia y ahora esposa, impidieron que José tomara la decisión de cerrar de manera prematura su prometedora carrera futbolística.
“En ese momento yo no quería- seguir jugando-. Estaba un poco decepcionado, venía de una lesión de rodilla, no tenía oportunidad en el primer equipo -de Olimpia-. Era un momento difícil para mí. Después de una semana, hablando con mi esposa (novia en aquel entonces) me dijo: “por qué no seguís tu sueño, es lo que mejor sabés hacer”, recuerda con nostalgia el ex merengue.
“Después de un tiempo tomé la decisión de volver a llamar a mi abogado- Keyfer García- y ya como agente, él comenzó a moverse y hacer todos los contactos”, continúo.
Sorpresivo fichaje por el Houston Dynamo
Tras los movimientos de su representante, Escalante llegó al equipo filial del Houston Dynamo de la Major League Football (MLS), con mucho nerviosismo, sin imaginar que su representante ya había definido su situación contractual .
“Según yo, llegué como un desconocido a ganarme un puesto. Mi agente ya había hablado con -Wilmer Cabrera (entrenador de los RGV FC Toros, filial del HD) -casi todo estaba arreglado y yo no lo sabía”, recordó entre risas Escalante.
Luego de cuatro meses de haber llegado a los “Toros”, el hondureño fue ascendido de categoría como recompensa por el buen nivel mostrado, sin embargo, no contó con la misma fortuna.
“En el primer equipo el entrenador era Owen Collins, un escocés a quien le gustaba cómo jugaba, pero en eso a este entrenador le sale una oportunidad de ir a dirigir a la Championship, Segunda División de Inglaterra- y se fue-”, señaló el también lateral izquierdo.
Canadá a la vista
Ante la ausencia de oportunidades dentro del Houston Dynamo, José tomó la decisión de continuar con su carrera en Honduras. El Juticalpa F.C. fue su casa por un corto periodo, pues su talento no pasó desapercibido en tierras norteamericanas, menos en suelo catracho, donde tres meses después de su arribo al conjunto de las pampas, un equipo recién formado en la ciudad de Calgary, Canadá, solicitó sus servicios, a la que Escalante respondió con un ¡sí!
Su etapa en los Estados Unidos fue de mucha ayuda en el proceso de adaptación.
“Ya tenía experiencia en Estados Unidos. El fútbol norteamericano, tanto en Estados Unidos como en Canadá, es muy parecido, solo que no conocía nada de la liga porque era su primer año -de fundación-” narró el futbolista del Cavalry F.C.
“Cuando llegué, toda la gente del equipo, el staff, los dueños del club me hicieron saber que iba a ser un jugador importante para el equipo. Eso me motivó más a trabajar y hacer las cosas bien”, valoró Escalante.
La fría y hermosa Calgary
Previo a su nueva aventura en el norte del continente, Escalante desconocía la magnitud del “oponente” que se iba a enfrentar durante gran parte de la temporada. Y es que de acuerdo al catracho, en ese lado del planeta las temperaturas bajas son predominantes casi todo el año.
“-La adaptación- al clima sí costó porque aquí cuando da el frío, da frío. Yo recuerdo que el primer partido fue por eso de finales de marzo. Cayó una nevada que dejó los pies congelados. Yo recuerdo que en ese partido sufrimos mucho. Estaba a menos 12 grados celsius. Esa es la en temperatura más fría que hemos jugado”, recordó el hondureño, acostumbrado a las altas temperaturas de la costa Norte de Honduras.
Asimismo, “(Calgary) es una ciudad muy moderna. Es de las más bonitas de Canadá, es como la cuarta o quinta ciudad en el mundo mejores para vivir. Es una buena ciudad. La temperatura es lo difícil. Te encontrás alguno que otro latino, pero es más inglés y francés lo que se habla aquí”, detalla en relación a los idiomas que predominan en esa localidad.
Actualmente, en la ciudad está próximo a culminar el verano, por ello, el compatriota aprovecha al máximo a disfrutar del calor, el cual solo dura entre dos y tres meses.
“Ahora que estamos en verano aprovechamos a estar con mi familia, podemos ir a parques, ríos que hay en la ciudad. No es mucho lo que dura el verano, solo son dos-tres meses y después otra vez al frío. Aprovechamos estos días largos, porque el sol sale a las seis de la mañana y se esconde a las 10 de la noche”, describe Escalante.
El líder de la “caballería”
En la actual temporada, José Escalante se ha convertido en el líder de su equipo, llegando a ser destacado en varias ocasiones como el mejor jugador de la jornada. El hondureño ha declarado que el principal objetivo del conjunto es lograr el campeonato, algo que se les ha negado durante su corta historia de existencia (cuatro años).
“Quiero salir campeón con Calgary este año y jugar la Liga de Concacaf”, cierra su amplio diálogo el lateral izquierdo que un vez mudó la piel del León.
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