RIAD, ARABIA SAUDITA.-Cuando Karim Benzema se unió este año al club saudita Al Ittihad con un lucrativo contrato, el Balón de Oro parecía tener un cómodo camino hacia la retirada, pero el francés de 36 años está sufriendo ahora la ira de los aficionados por su rendimiento en los últimos partidos.
Los aficionados que lo aclamaban en su llegada en junio, cuando cientos de drones formaron por encima del estadio de 62.000 localidades el rostro de un tigre rugiendo, animal símbolo del equipo, se ríen hoy del “gatito” Benzema.
Anticipando sin duda la llegada de una nueva oleada de fotos de gatos en las redes sociales, su cuenta de Instagram, seguida por 76 millones de personas, desapareció tras la derrota 5-2 contra el Al Nassr de Cristiano Ronaldo.
Antes de la 15ª jornada de campeonato y una visita a Hail el sábado, Al Ittihad es sexto de la liga saudita, que cuenta con 18 equipos, pese a contar en sus filas con Benzema, N’Golo Kanté y Fabinho.
Los nuevos fichajes “no han permitido obtener los resultados esperados”, admite una fuente cercana al club.
“Es verdad que esperábamos más de Benzema pero somos conscientes de su valor como jugador de clase mundial”, añadió este responsable bajo la protección del anonimato, al no estar autorizado a hablar a la prensa.
“No siempre es fácil aterrizar en un nuevo campeonato y brillar de manera inmediata, puede que sea cuestión de tiempo”, dice.
“Sin ganas”
Benzema da la impresión de estar aislado sobre el terreno. El martes falló tres ocasiones claras de gol y cometió un penal durante la tercera derrota consecutiva del Al Ittihad.
Su penal fallado contra los egipcios del Al Ahly el 15 de diciembre durante el Mundial de Clubes enfadó a sus aficionados, pues los anfitriones de la competición, que habían gastado mucho dinero, fueron eliminados tan solo tras dos partidos.
Benzema atraviesa una “situación muy extraña” que afecta en ocasiones a jugadores de “alto nivel”, valoró el deportista deportivo saudita Abdel Karim Al-Jasser en la cadena pública Al Ekhbariya.
“Puede que esté en desacuerdo con el club, pero eso no es excusa porque no hace ningún esfuerzo, falla ocasiones muy fáciles y parece haber perdido las ganas de jugar al fútbol”, añadió.
Benzema ha anotado nueve goles, dos de ellos de penal, en 15 partidos de campeonato: un rendimiento sólido pero alejado de los 19 goles de Ronaldo, los 16 del serbio Aleksandar Mitrovic y los 14 de Georges-Kevin N’Koudou.
Al Ittihad es el equipo que ha encajado más goles en el campeonato y que marca menos entre los cuatro clubes comprados por el rico Fondo de Inversión Pública (FIP).
Datos que hunden al club en una crisis que llevó al entrenador Nuno Espiritu Santo el pasado mes, antes de la llegada del argentino Marcelo Gallardo.
“Benzema ha estado afectado por la situación del Al Ittihad en general”, declaró el comentarista deportivo egipcio Amir Abdel Halim, añadiendo que “la ventaja defensiva del Al Ittihad de la temporada pasada ha desaparecido”.
“La competencia con Abderrazak Hamdallah le pone nervioso y no le motiva”, añadió el comentarista. El atacante marroquí perdió el dorsal número nueve y su posición como lanzador de penales tras la llegada de Benzema.
Fuera del campo
Fuera de los terrenos, Benzema también ha atravesado unos meses difíciles: el ministro francés del Interior, Gerald Darmanin, le acusó de tener vínculos con los Hermanos Musulmanes después del apoyo que el jugador mostró a los habitantes de Gaza bombardeados por Israel. Este caso ocupó las portadas de los diarios en Francia.
“La directiva (del club) se reunió en aquel momento con él y le pidió calmarse”, indica la fuente cercana al club.
Afortunadamente, para el exinternacional francés (97 partidos y 37 goles), los aficionados del Al Ittihad se preocupan poco por este tipo de casos y se centran más en lo que pasa en el terreno.
“Benzema ha dejado caer al equipo en los grandes partidos”, se queja Amir, un aficionado que no dio más detalles que su nombre.
“Es el capitán del equipo pero no da la impresión de ser el líder del equipo. Parece no tener inspiración, como si estuviera en otro mundo”, añade el hombre de 35 años.