Ciudad de México, México
Fiel a su costumbre y sin importar las amenazas de la FIFA con sancionar el estadio Azteca, la afición mexicana siguió utilizando gritos homofóbicos para inquietar al portero rival, en este caso el hondureño Donis Escober.
Fiel a su costumbre y sin importar las amenazas de la FIFA con sancionar el estadio Azteca, la afición mexicana siguió utilizando gritos homofóbicos para inquietar al portero rival, en este caso el hondureño Donis Escober.
Ni el sonido del estadio, que emitía '¡México!' fue capaz de quitarle protagonismo a la generalidad, que a una sola voz buscaba meter nerviosismo a Escober.
Pese a lo sonoro que era el grito y la silbatina que le precedía, Donis lo manejó con calma e, incluso, manejó el tiempo a su antojo impacientando a los locales.