Bajo la dirección técnica de Ramón el Primi Maradiaga, el Ciclón Azul tuvo que enfrentar en una dura competencia a equipos de cuatro países del área centroamericana ( Real Estelí de Nicaragua, San Francisco de Panamá, Municipal de Guatemala y Saprissa de Costa Rica). Al final, el compromiso obtenido con la directiva, y la afición motivaron a todo el plantel azul a entregarse sin reservas, a lo largo de lo que sería la última Copa Uncaf. LEA: Motagua vuelve a una final de Concacaf 11 años después y se enfrentará al Herediano
Aquella noche del 5 de diciembre de 2007
La cita más esperada, la noche más soñada, la gran final de la última copa centroamericana. Esa noche se jugó con más de 30 mil aficionados; El Estadio Nacional parecia insuficiente ante la gran marea de gente.
Las Águilas habían sacado un resulto de ensueño en el Ricardo Saprissa de Costa Rica, Alejandro Alpízar había puesto adelante a los morados apenas a los 8 minutos de haber iniciado el encuentro, todo parecía que aquella noche iba a ser una más de las tantas noches amargas del Motagua.
Pero, nadie contaba con que Las Águilas saldrían vivas de suelo tico, Óscar García puso el empate para Motagua apenas comenzando el segundo tiempo, resultado que regresó con vida a Honduras al equipo del Primi; la oportunidad de ser campeón estaba más viva que nunca.
La mesa estaba servida para que Motagua se alzara con lo nunca antes logrado. Los Azules salieron a buscar el resultado que le diera la copa y de entrada puso al Saprissa contra las cuerdas, pero los remates al arco de los ticos sólo sirvieron para calentar al arquero Fausto González.
El 5 de diciembre Saprissa vino a jugar al contragolpe, El equipo de Jeaustin Campos se paró muy bien atrás y con pelotazos largos trató de inquietar el marco Donaldo Morales.
El dominio azul continuó, el Monstruo Morado se defendía como podía y trataba de congelar el ritmo acelerado que imponía el Motagua. Al Saprissa se le anuló un gol de Víctor Cordero por presunta falta a Emilio Izaguirre, parecía que la suerte estaba de lado del Ciclón.
El primer tiempo acabó 0 - 0.
En el inicio del complemento, Jairo Martínez tuvo una gran oportunidad de anotar de cabeza, pero el guardameta Fausto González voló para contener el esférico. El Motagua estaba cerca de convertir.
Entonces llegó el minuto que todos los motaguenses por siempre recordarán; el minuto del sueño, el minuto 61. Emilio Izaguirre desbordó la banda izquierda, envió un centro perfecto al área; Jocimar se elevó como un ángel y de cabeza envió al balón al fondo de la porteria, para decretar la apertura del marcador. 1 - 0 que sería más que suficiente para que el Motagua se coronará campeón de la Copa Uncaf 2007.
Jocimar se convirtió en el ángel azul, aquella noche. Bien dice el dicho, 'Tanto va el cantaro al agua, que al final se rompe', Motagua insistió todo el partido en busca del gol del título y la recompensa llegó con ese testarazo del brasileño que convirtió el sueño de todo aficionado motaguense, una realidad.
El 5 de diciembre será el dia que los aficionados del Ciclón jamás olvidarán, aquella noche el país se vistió de azul; Motagua logró hasta ahora, su título más importante a nivel internacional en lo que fue la ultima final de un torneo Uncaf.
El Ciclón Ahora tiene una nueva oportunidad, luego de 11 años volverá a jugar una final internacional, otra vez contra un rival de Costa Rica, de nuevo cerrará en el coloso de la capital; distinto rival, distintos protagonistas, pero el mismo sueño de aquella vez.