El campeón del mundo Peter Sagan (Tinkoff) ganó este lunes en Berna la 16ª etapa del Tour de Francia, logrando su tercer triunfo en la 103ª edición de la carrera, al imponerse por la mínima con un gesto de gran velocista al noruego Alexander Kristoff, que pensó que se había llevado la victoria.
Con mucho calor, en una etapa de 209 kilómetros que comenzó en Moirans-en-Montagne (Francia) y finalizó en Berna, el británico Chris Froome (Sky) mantuvo el maillot amarillo de líder de la carrera. No hubo cambios en los primeros puestos de la clasificación general.
Froome llegó a la meta situada en el centro histórico de la ciudad suiza en un pequeño grupo, después de que el pelotón se rompiera en la parte final de la carrera, propicio para los cortes por las pendientes de Berna. Junto a él entró el colombiano Nairo Quintana (Movistar).
El eslovaco Sagan, uno de los grandes nombres de esta edición y líder de la regularidad, demostró otra de sus fortalezas, el esprint, después de que el miércoles en Montpellier (11ª etapa) llegara en primer lugar tras finalizar una escapada junto a Froome. También ganó el segundo día en Cherbourg.
El rápido exámen de la 'foto-finish' ofreció la victoria a Sagan, su séptima en total en el Tour de Francia, para sorpresa general del público y de los periodistas, que ya escribían el nombre de Kristoff entre los vencedores.
En una etapa de transición, en la víspera de la segunda jornada de descanso, dos corredores del Etixx, el alemán Tony Martin y el francés Julian Alaphilippe, protagonizaron una espectacular escapada de 170 kilómetros, en la que llegaron a alcanzar los 49,5 km de velocidad durante su primera hora.
Tras atravesar la región del Jura, cuando quedaban unos 20 kilómetros para la meta su sueño se convirtió en una decepción con la llegada del pelotón. Antes habían llegado a contar con 6 minutos de diferencia.