TEGUCIGALPA HONDURAS.-Uno de los hombres pilares de la Selección de Honduras que logró el Aztecazo en 2013 fue Roger Espinoza, quien considera que esta Bicolor está capacitada para repetir la historia este México el martes.
El ‘Kung Fu’, bimundialista, trabajó con Reinaldo Rueda en el Mundial de Sudáfrica 2010 y de él destaca que es un entrenador que se empeña en fortalecer el carácter del futbolista, así como su fortaleza mental, una deficiencia que arrastraba la ‘H’ antes de su llegada hace tres meses.
“Con el profe Rueda el trabajo psicológico siempre fue un factor que nos ayudó muchísimo. Con los jugadores hondureños se trabaja más fuerte por nuestra cultura, por lo que en este aspecto he notado que se ha trabajó. Los vi muy metidos en el partido y eso se necesita”, empezó diciendo el veterano futbolista del Sporting Kansas en su entrevista con EL HERALDO.
Espinoza se sorprendió por el impecable partido que hizo la ‘H’ en Tegucigalpa que les permitió llevar una ventaja de 2-0 al Estadio Azteca y así estar cerca de la clasificación directa de la Copa América.
“Ayudó mucho que la cancha estuviera muy linda, se jugó muy bien pese a enfrentar a una selección muy técnica y bien armada tácticamente, por lo que no se necesita ir a una cancha mala para que el rival no pueda jugar bien. Hay que recordar que México estuvo de visita y con el estadio lleno genera nervios”, destacó Roger, mediocampista de 27 años.
Espinoza tuvo momento dulces enfrentando a México en sus siete años como seleccionado nacional, sin embargo, siempre se le recordará como uno de los titulares del Aztecazo, del cual destapó los detalles de la vivencia que tuvieron aquel 6 de septiembre del 2013.
¡Lo que dijo Roger Espinoza!
¿Cómo recuerdas el día del Aztecazo?
Cabe destacar que el partido fue de los últimos en la eliminatoria rumbo a Brasil 2014, por lo que ya estábamos bien preparados para jugar de visita, lo habíamos hecho ya en Panamá, Costa Rica y Estados Unidos, entonces eso nos ayudó.
Así como teníamos un entrenador que quería salir a ganar como visitante, por lo que jugábamos a atacar, y, si bien perdimos, no fue metido atrás.
En ese verano habíamos jugado en altura en Utah, Estados Unidos, donde nos ganaron 1-0 en los últimos minutos.
Todo eso nos ayudó a mejorar y llegar al Azteca sin nervios. Teníamos muchos jugadores en MLS e Inglaterra, por lo que eso ya se venía cocinando.
Cuando llegamos a México teníamos claro que solo nos quedaban tres partidos en la eliminatoria y ganando en el Azteca dábamos un pie firme para el Mundial, por lo que estábamos preparados psicológicamente para lo que se venía.
Viajamos a México solo para dormir en la noche anterior. El partido fue de ida y vuelta, ellos empezaron ganando, fue complicado, pero ya habíamos pasado momentos duros durante la eliminatoria, como cuando íbamos perdiendo y remontamos, por lo que eso no era impedimento para tratar de ganarlo.
En el juego disputado en Honduras, México nos iba ganando 2-0 y terminamos empatando 2-2, por lo que ya sabíamos cómo jugarles.
En el Azteca, ya en el segundo tiempo, cambiamos de sistema a 4-4-2, poniendo a Bengston y Costly de delanteros, lo que les afectó a ellos porque cayeron los goles rápido. La preparación para el Aztecazo vino desde toda la eliminatoria.
¿Qué tanto influyó la jerarquía de los jugadores más experimentados para ese partido?
La influencia de los jugadores mayores fue fundamental. Hubo muchos veteranos que no estaban nerviosos de visitar el Azteca, teníamos a Noel, Maynor y Wilson que ya había jugado partidos complicados, siempre hablábamos entre compañeros y Noel siempre decía que hay que tener responsabilidad de entregar bien los pases para aprovechar los espacios.
Siempre eran cosas positivas y se sabía que esta era la Selección de Honduras indicada para hacer el Aztecazo. Ya habíamos ido al Mundial anterior y queríamos entrar a este (Brasil 2014) sin que nadie nos ayudara, por lo que estábamos convencidos que era hoy o nunca en ese partido. No fue un triunfo normal, fue un gane que nos puso en el Mundial.
¿A qué futbolistas le tenían más esperanzas?
Carlo Costly era el jugador indicado y en el que confíabamos por su altura y cómo disputaba los partidos de Selección. No había que decirle mucho, él ya estaba motivado para jugar esos partidos.
Jerry (Bengston) también, era muy callado, pero serio y sabía lo que quería, aunque era muy atacado por la afición y si no le salían los goles era por cosas del fútbol, así como el Choco Lozano, que sabemos que es un buen jugador y pieza muy importante de la Selección.
¿Qué recuerdos te dejaron esa concentración de la ‘H’ previo al Aztecazo?
Lo que más se extraña son las concentraciones, cómo convive uno con los compañeros, ya que todos somos hondureños y muchos vivíamos en el extranjero, por lo que cada vez que nos mirábamos había un chiste nuevo, algo para reírse cada día.
Las convivencias eran lo más lindo, en México habíamos hecho chiste porque varios no habían estado en el país y al escuchar el acento de la Ciudad de México, que es muy diferente a lo de los demás, queríamos imitarlo y no podíamos, por lo que todo era risa. Ya te imaginas a un Beckeles queriendo hacer un acento mexicano... Allí había una persona que trabajaba en el hotel y queríamos hablar como lo hacía él, pero era imposible (risas).
Eso eran las cosas que te relajan, no había nerviosismo. En esa Selección era imposible que existieran nervios y que no hubiera risas.
Era mi primera vez jugando en la Ciudad de México, allí como que los carros se atraviesan en el camino a propósito, salimos tres horas antes del partido por el tráfico, todo era muy raro, pero ya estábamos preparados de cosas así, la Policía quería ayudarnos, pero al final no lo hacían.
Al final llegamos al estadio a una buena hora, estuvimos en el camerino del América como dos horas antes del partido. Allí los DJ’s ponían música del Menor Menor cuando venía empezando, ponían mucho Dance Hall de Caribe, también al panameño El Rookie y ‘Muma’ se ponía a cantar y todos le hacían burla.
Justo antes de llegar al estadio cantamos la canción cristiana (No hay Dios más grande cómo tu) que siempre se ha hecho en la Selección, eso te da paz...
¿Qué tan difícil fue preparar el partido?
El problema no era tanto el partido, sino cómo lidiar con la altura, contaminación... todo influía, cuando nos echaron el gol (minuto 6’) yo no podía ni respirar. Siempre había sido un jugador que empezando el partido ya tenías bastante ritmo, pero en el Azteca pasaban los 10 minutos y aún no agarraba aire.
Ya a los 20 empezamos a sentirnos bien, a acoplarnos el sistema, y cuando llegamos al descanso nosotros éramos una Selección que el complemento lo jugábamos bien, por lo que se movió la táctica y sabíamos que era matar o morir. Ellos también tuvieron un bajón en el segundo tiempo, quizás a sus legionarios les afectó la altura.
¿Crees que es posible que Honduras pueda repetir la hazaña?
Creo que puede volver a pasar. En algún momento tiene que pasar y este es el indicado para que pase. En Honduras hay jugadores muy buenos, pero hablamos siempre de la parte psicológica, ya que tenemos expectativas, pero no tenemos cómo ponerlas en práctica.
Todo va de la infraestructura y cómo crecen los jugadores porque algunos saltan del barrio a la profesional de un solo, por lo que el crecimiento mental es muy difícil y espero que el triunfo ante México en Tegucigalpa haya servido de crecimiento por el momento en que estábamos.
Los jugadores se han dado cuenta de las condiciones que tienen. Esperamos, sepan manejar esa ventaja de 2-0 y se dé un nuevo Aztecazo.