NUEVA YORK, ESTADOS UNIDOS.- Esa amargura e incertidumbre de no saber cuándo volvería a las canchas de fútbol, ha terminado para el futbolista, Rubilio Castillo, quien ha realizado su debut con el Nantong Zhiyun de la Súper Liga China y con ello ha vuelto a sonreír y pese a las dificultades cotidianas de la nueva cultura, el resultado adverso en su retorno, el delantero nacional volvió a sentirse como aquel niño, que logra realizar su debut profesional y solo desea defender el escudo de su camiseta.
“El sitio de un jugador de fútbol es dentro de la cancha, jugando y eso me tiene muy feliz, regresar al trabajo es una bendición, he logrado lo más importante, anhelaba volver y lo logré, he retomado mi vida normal, solo lamentare que hemos perdido; pero se hizo un buen juego, se generaron ocasiones de gol y nos quedamos con muy buenas sensaciones”, afirmó Castillo.
La carrera deportiva de Román Rubilio ha sido marcada por muchos altos y bajos, la última etapa en especial ha sido muy dura, dificultades extra-cancha, problemas contractuales y demás. Luego de salir a flote, después de las horas más complicadas en su vida, se le consultó al exgoleador de Motagua, si en algún momento consideró retirarse de la práctica del fútbol, a lo que respondió con firmeza.
“Jamás pasó por mi cabeza retirarme, trate de hacerle frente a la situación, era muy consciente de cada problema que atravesaba y eso se lo deje en las manos de Dios, personalmente hice todo lo humanamente posible para solventar cada dilema, en un momento perdí la estabilidad, por estar pensando en el tema de la demanda y rodeado de la familia, conversamos con los dirigentes y llegamos a un acuerdo feliz, ahora todas las partes involucradas estamos contentos y trabajando duro”, aclaró Rubilio.
Las horas previas al regreso a alguna actividad que se ama generan mucha adrenalina, un manantial de diferentes emociones, máxime después de haber sido privado de realizarse.
Para Castillo Álvarez, la semana del debut representó un carrusel de sensaciones, los días se volvieron más largos, las noches eternas y el reloj durante los minutos previos al partido, daba la impresión de que a cada momento paraba su paso.
“Fue una satisfacción que describiría como inexplicable, me llené de felicidad, me quebrante todito, di gracias a Dios al saber que todo lo malo había quedado atrás, volví a nacer, me convertí en el jovencito que debuta en su club, me disfruté la previa, volver al camerino, caminar por el túnel, saltar a la cancha, disfrute el calentamiento, la ansiedad del arranque del juego se volvió algarabía, me pasaron muchas cosas por la cabeza y me arrodillé en señal de agradecimiento con Dios por mantenerme de pie”, aseveró el goleador nacional.
¿Ya en el partido como se sintió?
No fue fácil, tenía casi un año de jugar fútbol profesionalmente, pero hice un mes y medio de pretemporada, sé que me debo reencontrar, recuperar ese timing que solo te da los partidos y otros elementos que los recuperas en la cancha, considero que hice un buen trabajo, sabiendo de dónde vengo, busqué hacer las cosas con la mayor sencillez posible y a medida que pasaron los minutos me sentí mejor, fui incisivo y cree un par de oportunidades de gol, seguro que muchas cosas buenas están por llegar.
¿Qué tanto ha disfrutado de la cultura china?
Es algo bastante complejo, a veces complicado, pero trato de vivir normalmente mi vida, aprender cada día de ellos, como extranjero me toca acomodarme, dentro del club hay mucha diversidad y se habla español, inglés y portugués, por allí eso me ha facilitado el tema de la comunicación, ya en la cancha no hay barreras de idiomas, tenemos claro que defendemos el mismo escudo.