TEGUCIGALPA, HONDURAS. -Era la noche del sábado 27 de septiembre de 2008 cuando un tan desconocido como soñador adolescente se presentaba ante el Municipal Ceibeño con la ilusión de convertirse en adulto a punta de goles. Y, sin esperar más, ese mismo día de su debut clavó el primero de su centenar de festejos.
“Entre los goles especiales está ese gol de mi estreno contra Hispano. Ese día debuté y anoté”, confiesa con la nostalgia del recuerdo y con la categoría de goleador que es hoy Román Rubilio Castillo.
Ese zarpazo al minuto 46 de aquel 1-1 de Vida ante Hispano tan solo fue el aviso de que el mundo futbolero catracho estaba frente a un delantero plagado de celebraciones.
Desde ese sábado de septiembre a la fecha no solo ha pasado casi una década, si no que las redes de la Liga Nacional han sido mecidas 100 veces por Roruca. Recién el domingo ante Real España gritó el centenario.
No hay duda que el ceibeño se ha hecho un nombre con base en las visitas a la red. Se crió en el Vida (18 goles), agarró experiencia en el Deportes Savio (5) y se ha consolidado como auténtico depredador del gol en Motagua (77).
Marathón es su gran víctima
Entre ese centenar hay goles de todos los colores, pero hay algunos que se inmortalizaron en su mente.
“Tengo dos especiales, uno que le metí de chilena a Social Sol, recién fallecido mi hermano (René Agapito), y uno que le marqué a Victoria de larga distancia. El gol más especial para mí fue el de Social Sol por lo que significó”, le confiesa a Zona al rememorar aquella chilena firmada el lunes 29 de agosto de 2016.
Su golazo definió un partido imborrable e inusual: el juego en el Nacional fue suspendido por lluvia el domingo y se debió completar el lunes en la mañana.
Pero, claro, aparte de su primer zarpazo y de ese nostálgico y bello gol ante el equipo de Olanchito también merecen una mención particular su primer zarpazo con Motagua y el tanto que le dio la decimotercera corona al Mimado en 2014 (2-1 al Real Sociedad).
“Mi primer gol con Motagua fue un pase que me dio Maximiliano Lombardi, para anotarle a Marathón; ese día empatamos (3-3) en el Nacional, y también está el de mi primer título con Motagua”, confiesa Roruca, que ha vacunado a 15 equipos de la Liga Nacional.
Su víctima preferida es Marathón y sus 18 goles así dan fe y legalidad de ese dato.
Sus otras víctimas predilectas son Platense (14), Real España (14), Real Sociedad (9), Victoria (9), Parrillas One (7) y Olimpia (7), mientras que Hispano (1) y Atlético Choloma (1) son los menos castigados.
A dos goles de ser tercero
Hoy Rubilio no solo es el goleador histórico del Ciclón, si no que con sus 100 dianas ya es el quinto romperredes en la tabla histórica de la Liga Nacional, que encabezan Wilmer Velásquez (196), Denilson Costa (155), Juan Manuel Cárcamo (101) y Claudio Nicolás Cardozo (100).
Dos tantos más le pondrán arriba de Cárcamo y lo ubicarán solo abajo de Costa y Wilmer. “Para mí es un privilegio poder estar allí”, cuenta. ¿Pero se puede soñar con la cifra del Matador o solo es una utopía?
“Espero en un futuro no muy lejano poder alcanzarlo, pero primero son los objetivos grupales, y luego los individuales que a uno lo motivan para seguir adelante. Faltan muchos más, con la ayuda de mis compañeros sé que va a ser posible”, dictamina el goleador, que mañana tendrá una cita con su pasado: enfrentará en La Ceiba a un Vida al que ha vacunado en cuatro ocasiones... ¿Castigará a su ex?