Leroy Sané abrió el marcador en el minuto 8 tras un centro de Serge Gnabry. Fue el primer tanto como internacional absoluto para el jugador del Manchester City.
Niklas Süle, completamente olvidado por la defensa rusa, hizo el 2-0 en un córner (25) y el propio Gnabry sentenció el partido antes del descanso con un gran remate en plena carrera (40).
Gnabry, una de las grandes promesas del fútbol alemán, suma cuatro goles en cinco partidos como internacional.
Los jóvenes jugadores alemanes se mostraron especialmente ambiciosos en la primera mitad, a imagen de Kai Havertz, el prodigio de 19 años del Bayer Leverkusen, titular por primera vez. En la segunda bajaron el ritmo.
En ataque Timo Werner trabajó como de costumbre, pero sumó su octavo partido sin gol con la Mannschaft, un motivo de inquietud para un futbolista presentado hace un año como el gran goleador que le faltaba al equipo.
Ante Rusia, Low contó únicamente con un campeón del mundo en Brasil 2014, el arquero y capitán Manuel Neuer. Optó por siete jugadores menores de 24 años en su once titular.
Entre sus veteranos, Thomas Müller y Mats Hummels se quedaron en el banquillo, mientras que Toni Kroos fue reservado para el partido contra Holanda, y Jerome Boateng no fue convocado.
Rusia, que sufrió especialmente en el primer tiempo, mejoró en el segundo, pero fue incapaz de levantar un resultado muy adverso.