Tegucigalpa, Honduras
Lo recordaremos por su talento con el balón, su humildad fuera del campo y por su espíritu guerrero ante las difíciles pruebas.
Santiago Vergara, el futbolista argentino de Motagua que murió este miércoles a causa de la leucemia, quedará en los corazones de los seguidores del Ciclón y en la memoria de todos aquellos que disfrutamos verlo dentro del campo.
Y si hay un gol de Santi que quedó grabado en los recuerdos de oro de los azules, es el anotado el 11 de diciembre de 2016, en el duelo de ida de gran final ante Platense, que condujo al Ciclón a conquistar su tan ansiada Copa 14.
Con el número 22 en su espalda, Santi tomó el balón a unos metros del borde del área y de derecha la mandó al ángulo al 48´ para desatar la locura en un Nacional que estaba a reventar.
Ese gol quedará en la memoria de los azules como una de las joyas de Vergara, quien desde este 28 de marzo se convierte en un ángel de Motagua en el cielo.
Lo recordaremos por su talento con el balón, su humildad fuera del campo y por su espíritu guerrero ante las difíciles pruebas.
Santiago Vergara, el futbolista argentino de Motagua que murió este miércoles a causa de la leucemia, quedará en los corazones de los seguidores del Ciclón y en la memoria de todos aquellos que disfrutamos verlo dentro del campo.
Y si hay un gol de Santi que quedó grabado en los recuerdos de oro de los azules, es el anotado el 11 de diciembre de 2016, en el duelo de ida de gran final ante Platense, que condujo al Ciclón a conquistar su tan ansiada Copa 14.
Con el número 22 en su espalda, Santi tomó el balón a unos metros del borde del área y de derecha la mandó al ángulo al 48´ para desatar la locura en un Nacional que estaba a reventar.
Ese gol quedará en la memoria de los azules como una de las joyas de Vergara, quien desde este 28 de marzo se convierte en un ángel de Motagua en el cielo.
