DANLÍ, HONDURAS.- Con nueve años se subió al podio de la Vuelta Infantil y ahora quiere apuntar su nombre con letras doradas en su segunda aparición en la competencia de adultos. Jade Solórzano se ha ido haciendo grande en el deporte del pedal y la competencia de EL HERALDO ha sido testigo de ese ascenso.
“Competí una vez en la infantil y quedé en tercer lugar. Ya había cumplido nueve años y pasaba a una categoría más fuerte; sentí muy reñida la competencia”, revela la niña, quien dentro de unos días llegará a sus 13 años de edad.
Los recuerdos de aquel domingo en la pista del estacionamiento de Multiplaza son muy gratos.
“Había muchos niños que estaban disfrutando en las diferentes categorías y del ambiente que había”, rememora la danlidense, quien fue atrapada por el ciclismo gracias al ejemplo de su papá Martín.
Separados sus padres, ella empezó a encontrar refugio en la bicicleta con la motivación de su progenitor y comenzó a sentirle gusto a un deporte en el que se ha convertido en campeona nacional.
Campeona en Siguatepeque
“Crecer solo conmigo la ha hecho una guerrera, este deporte nos ha unido”, cuenta Martín, después de escuchar la dulce voz de su hija: “A mí me gusta esto porque así paso tiempo con mi papá, disfruto con él. Me empezó a gustar desde los siete años porque él me motivó a hacerlo”.
Entre sus principales logros sobresalen tres campeonatos nacionales, incluyendo dos de Infantil A y el reciente título cosechado en Precadetes. “Tengo un total de 47 medallas y trofeos”, dice con satisfacción.
Recién se consagró en Siguatepeque en la modalidad de montañesa y el próximo domingo 12 de noviembre llegará a la Vuelta de EL HERALDO con esa chapa de monarca.
El año pasado fue segunda en Precadetes y esta vez competirá en la misma categoría con la clara ilusión de apoderarse de la corona.
Apunta al título en la Vuelta
“Espero estar en primer lugar, pero también un segundo no es malo. Siempre hay que aprender a ganar y a perder. Mi meta es que mi papá esté orgullosa de mí con el entrenamiento y con el esfuerzo que he hecho”, dice.
Jade hace hueco dentro de las tareas de su séptimo grado para entrenar dos veces a la semana e intensificar a la práctica diaria cuando se acercan las competencias.
“Mi papá me dice que no importa el lugar que quede, con tal que dé todo mi esfuerzo. Que si quedo en primero, segundo o último que no me ponga triste porque hay que aprender a triunfar y perder”, detalla la originaria de Danlí, quien pertenece al equipo Bikemart.
Cantante, bailarina y ciclista, Jade tiene los pies en la tierra y los anhelos por las nubes.
“Mis sueños en el ciclismo son salir del país, conocer otros ciclistas que viven afuera. Quiero salir a representar a Honduras y sentirme orgullosa de mi país como de mi familia”, cerró la carismática pedalera.