Amarateca, Honduras
Wilmer Crisanto llegó a Motagua hace tres años y medio con el deseo de jugar en un grande de la Liga Nacional. El lateral izquierdo fue agarrando confianza y hoy ya es uno de los consolidados en el plantel.
Después de 115 partidos con las águilas y siete goles anotados, Songó repasó los diferentes capítulos que ha vivido en su carrera deportiva, que empezó en la descendida Victoria.
“Sí, al principio muchos pensaron que solo duraría seis meses en el club, decían que al jugador de la costa le cuesta adaptarse a los equipos capitalinos, pero eso es un mito. Gracias a Dios voy a cumplir tres años y medio aquí y he logrado cuatro finales y dos títulos y creo que vendrán más partidos”, dijo.
En mayo se le vence el contrato a Wilmer Crisanto y no se descarta que el jugador pueda salir del Nido si llega a surgir algún ofrecimiento mejor. “Estoy contento de estar en Motagua porque ellos me arroparon cuando yo creía que estaba destruido, que no valía nada y pensaba hasta en el retiro. Motagua fue el equipo que me hizo volver a sentir el amor al fútbol y mi respeto hacia el club es muy grande”.
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-Wilmer, ¿en qué momento te sentiste así?
“Una vez que el Victoria me dijo no. Ellos me cerraron las puertas y yo me quedé sin contrato, me dijeron que yo era uno más y no tenía ofertas. Yo hasta pensé en irme a trabajar fuera del país y luchar por mi familia como cualquier individuo. En eso, Yanuario Paz me llamó y me dijo que Motagua me quería. El club estaba en noveno lugar, pero lo sacamos adelante”.
Crisanto cree que Motagua puede ser el trampolín que le ayude a dar el salto al extranjero.
“Sí, ese siempre es mi sueño, salir al extranjero, no me voy a rendir. Mirá el ejemplo de Carlos Discua que a los 30 años salió al exterior y siento que yo todavía tengo fútbol que dar. Voy a trabajar para abrir más puertas”, dijo.
Por ser un jugador todoterreno, Wilmer podría recibir el llamado de cualquiera de los clubes de la Liga, incluyendo al merengue Olimpia.
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¿Jugarías con ellos si te ofrecen una buena oferta?
“No, la verdad que Motagua es primera opción el día que se me termine el contrato”, así de tajante fue la respuesta de Songó.
“Esta camisa la siento a muerte por lo que el club ha hecho por mí”.
Crisanto es una especie de capitán sin gafete en Motagua, asegura que no es necesario portar la cinta para liderar al Azul.
“Aquí hay muchos líderes en el club, Juan Pablo Montes es uno, pero no solo el que tiene el brazalete es líder, cualquiera lo puede ser y todos tenemos derecho de hablar en el campo”
