TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Asumir la administración de las finanzas públicas en medio de la pandemia del covid-19 es un reto desafiante que enfrentará con diálogo, objetivos claros y una gestión por resultados, afirma el nuevo titular de la Secretaría de Finanzas (Sefin), Marco Antonio Midence Milla, en entrevista con EL HERALDO.
Descarta los despidos, pese a la drástica caída en la recaudación de impuestos, y promete enfocarse en la reactivación económica, solucionar la crisis energética e impulsar la infraestructura productiva.
A continuación la entrevista:
A solo días de asumir el cargo como secretario de Finanzas, ¿cuáles considera que son sus mayores retos?
El mundo entero está viviendo una situación complicada y el desafío que he asumido no deja de ser complejo. Los empleos que se han perdido, la reactivación económica, la inestabilidad de las empresas, las demandas sociales, no son solo un desafío de esta Secretaría, sino que son temas que debemos abordar desde todos los sectores de la sociedad para salir adelante.
Por eso estaré muy abierto al diálogo, a buscar alianzas entre los diversos sectores para salir de la situación actual de incertidumbre y, luego, desarrollar acuerdos de largo plazo en favor de una Honduras mejor y más inclusiva. Voy a buscar nuevas formas de conversar, nuevos tonos, nuevas miradas, más empatía y menos peleas.
Ya estamos trabajando con los equipos de la Secretaría de Finanzas de manera horizontal para aportar una perspectiva de la economía y las políticas públicas más allá de los números, porque lo que se necesita ahora es que el dinero llegue a la gente, a la población entera para generar bienestar.
¿En qué áreas centrará su trabajo?
Mis objetivos son claros. Primero ayudar a salvar vidas, ayudar a salvar empleos, ayudar a salvar empresas. Esto implica reactivar nuestra economía, promover el crecimiento productivo y el desarrollo social, teniendo como centro de todas las medidas que adopte el bienestar de las personas y su desarrollo.
Entiendo que el manejo fiscal que realizaré no debe ser solo en la urgencia que vivimos por el covid-19, sino que debe sentar las bases en pro del crecimiento en el corto y mediano plazo, por eso tengo tres objetivos claros: apoyar la reactivación económica, la solución al tema energético e impulsar la infraestructura productiva y social.
De manera prioritaria la reactivación económica ocupará mi agenda pública. Varias empresas han cerrado debido a la pandemia y esto ha generado desempleo, lo que coloca una gran presión sobre las familias. En ese sentido, impulsaremos un paquete de medidas que nos ayude como país a mantener a las empresas funcionando y a las personas trabajando.
Por otra parte, las mipymes necesitan con urgencia de oportunidades. Por ello trabajaremos de manera incansable para aumentar la competencia y eficiencia de este importante sector de la economía. Deseo que tengan más oportunidades para que se estabilicen en el mercado, generen mayor competitividad, lo que se traduce finalmente en más empleo y más recursos para las personas.
¿Tiene como objetivo buscar el bienestar de las mayorías, impulsando políticas para la reducción de la pobreza y el desarrollo económico del país?
Tengo claro que en medio del crecimiento que ha tenido el país en la última década, hay grupos que aún necesitan de apoyo y en mi gestión, siguiendo la visión del presidente de la República, es hora de incluirlos. Para esto la modernización del Estado y el fortalecimiento de la economía es fundamental para aliviar las tensiones sociales. Para lograr el bienestar tendremos que trabajar para promover la inversión, controlar el gasto público e integrar la transparencia para lograr la calidad e impacto del gasto fiscal, debemos enfrentarnos al statu quo en la forma en que gastamos y presupuestamos para seguir avanzando como país.
¿Qué resultados le promete al pueblo hondureño que está ávido de un fortalecimiento y transparencia en la administración de los recursos del Estado?
Tengo el deber moral de que cada lempira que entreguen los hondureños con sus impuestos llegue en plenitud a quienes más lo necesitan y no se queden en el camino.
Debo destacar que un eje de mi gestión se vincula con la transparencia y rendición de cuentas. Soy un creyente de la sociedad de acceso abierto, sin discriminaciones, limitantes ni condiciones para su ejercicio.
¿Considera que puede crear las condiciones para orientar mejor los recursos?
Sin duda alguna es algo que vamos a hacer. Es prioritario que la asignación de recursos genere bienestar en la población, por eso desarrollaré una política de Estado que permita mejorar el gasto, la transparencia, el control y la rendición de cuentas, teniendo presente que el foco principal son los hondureños y hondureñas.
Durante mi gestión vamos a hacer del presupuesto una herramienta para generar crecimiento económico y por eso nos enfocaremos en un presupuesto por resultados.
¿Plantea una reformulación del presupuesto de este año y para 2021 ante la emergencia sanitaria que ha provocado la pandemia del covid-19?
La reformulación del presupuesto es un proceso que ya se ejecutó. El Congreso Nacional autorizó la rebaja de los montos que no se podrán ejecutar por falta de recursos y se procuró no afectar el gasto social.
Ahora estamos a poco tiempo de remitir al Congreso Nacional la propuesta de Presupuesto 2021 y las instituciones están realizando sus proyecciones conforme al techo presupuestario que se les remitió. Este presupuesto, formulado en medio de la crisis económica que ha enfrentado el país, debe ser el “presupuesto de la reconstrucción”.
El Poder Ejecutivo tiene menos de dos semanas para enviar al Congreso Nacional el presupuesto 2021, ¿cumplirán con ese mandato antes del 15 de septiembre?
Aún con la situación en que nos encontramos, la estructura de la Secretaría de Finanzas no ha parado de trabajar, dando prioridad a la formulación presupuestaria, por lo que se entregará dentro del plazo que establece la ley.
¿Apoya el hecho de seguir financiando el Presupuesto de la República con deuda externa o qué solución buscará?
Con los estragos que ha causado esta pandemia en la economía de Honduras, al igual que la mayoría de los países, se tendrá que hacer uso de todas las fuentes de financiamiento disponibles para procurar la recuperación económica, pues lo importante es el bienestar de las personas.
Lo que estamos negociando ahora es que el nuevo endeudamiento externo contratado con organismos multilaterales nos dé condiciones financieras favorables en cuanto a plazos y períodos de gracia, los que deben ser largos y a tasas muy bajas de interés, siendo este un factor positivo, dado que su impacto en el servicio de deuda es manejable y de acuerdo a la capacidad actual del Estado para hacer frente a sus obligaciones.
Y si queremos seguir logrando el desarrollo de la población, obviamente existen mayores requerimientos, agravados por la pandemia, por ejemplo: necesitamos más inversión para la atención en salud, medidas de compensación social y reactivación económica. Con la caída drástica de la recaudación tributaria, el endeudamiento público debe evaluarse como necesario y lo que estoy haciendo es que se realice con prudencia y en condiciones favorables para no afectar nuestra sostenibilidad.
Muchos países han adoptado medidas radicales para contener el gasto corriente, ¿qué acciones analiza usted sobre todo en el tema de masa salarial? ¿Contempla cancelación de contratos o despidos si los ingresos no se recuperan?
Si despedimos a una persona, estamos condenando a una familia a pasar dificultades en un tiempo de por sí complicado para todos. Por eso, mantendremos los empleos, pese a la caída de los ingresos, pues considero que es un asunto de sensibilidad y solidaridad humana.
Es más, cuando algunos empleados del sector privado perdieron su empleo, el gobierno, a través de la Secretaría de Trabajo, brindó apoyo inmediato a los hondureños afectados para que tuvieran un subsidio que les permitiera enfrentar esta crisis, aun cuando la recaudación se redujo.
¿Piensa revisar las exoneraciones fiscales que no cumplen el requisito de generación de empleos?
Definitivamente. De hecho, ya estamos trabajando en la revisión de las exoneraciones fiscales, identificando los beneficios que no están orientados principalmente a la generación de empleo, directos e indirectos, y que, por ende, impactan de manera negativa en las finanzas del Estado y en la ayuda que debemos brindar a las personas. Mi deber es garantizar al pueblo hondureño que el beneficio de otorgar exoneraciones no se quede en un número reducido de empresas o personas, debemos garantizar el bienestar general en la población.
Un tema pendiente de resolver siempre es la situación deficitaria de la ENEE, ¿impulsará el plan de rescate y mantendrá el acuerdo con el FMI?
Debo aclarar que el acuerdo con el FMI es para buscar una ruta de solución y se están impulsando las medidas necesarias para que la ENEE deje de ser una carga para las finanzas del Estado, más en estos tiempos que debemos impulsar medidas que apoyen directamente a la ciudadanía.
En este sentido, mi objetivo es que la transmisión, generación y distribución de energía sea ejecutada por diferentes empresas, dando más competitividad al sector, y así lograr que los sectores sociales y empresariales tengan una energía a bajo costo.