Antes de la pandemia del coronavirus, la que comenzó en el país en la segunda quincena de marzo pasado, la estimación era de -0.4% del PIB.
No obstante, en mayo pasado el Congreso Nacional, mediante decreto legislativo 55-2020, aprobó la autorización para activar la cláusula de excepción de las reglas fiscales de la Ley de Responsabilidad Fiscal (LRF) para 2020 y 2021.
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Lo anterior permitió establecer un techo anual para el déficit del balance global del sector público, el que no podrá ser mayor a -4% y -3% del PIB para 2020 y 2021.
Para cumplir con las metas de déficit del sector público no financiero antes mencionadas, el déficit de la administración central deberá ser de -6% y -4.9% del PIB para 2020 y 2021, respectivamente.
0.4% del PIBdel déficit fiscal del sector público al primer semestre de este año.
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De cerrar con las cifras revisadas, las cifras de déficit fiscal serán los más altos de la presente década.
En 2019, el déficit del sector público no financiero fue de -0.9% del PIB, menor que la meta de -1%. La administración central cerró en -2.5% del PIB, inferior que la meta de -3.3%.
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Deterioro fiscal
Las medidas de confinamiento para contrarrestar la propagación del coronavirus en el país tendrá un severo impacto en la economía nacional y, por ende, en las finanzas públicas.El Banco Central de Honduras (BCH), a finales de julio pasado lanzó su segunda revisión al Programa Monetario 2020-2021, revisando sus proyecciones tanto para este año como para 2021.
En las estimaciones se prevé una caída del PIB mayor a lo proyectado en la primera revisión (-3.3%), donde se proyecta una contracción económica entre -8% y -7% y una inflación dentro del rango de 4%, con una ponderación de 1% para arriba y 1% por debajo.
“Por lo tanto, en este caso que es mayor la caída en la actividad económica, provocará un efecto más negativo en la recaudación tributaria. Lo anterior genera un mayor déficit provocando una presión adicional sobre las necesidades de financiamiento, tanto interno como externo”, reza un documento de la Secretaría de Finanzas (Sefin) proporcionado a EL HERALDO.
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Agrega que “en tal sentido, en línea con las proyecciones de la segunda revisión del PM 2020-2021, el déficit del sector público no financiero sería entre 5.5% - 6% para 2020”.
Para cumplir con dicha meta para 2020, continúa, el déficit de la administración central deberá ser alrededor de 6.6% y conllevaría a solicitar al Congreso Nacional de la República una modificación en la ampliación al déficit en el marco de la cláusula de excepción de la LRF.
De acuerdo con el documento, esta senda de déficit permitirá acomodar en el balance fiscal los espacios para mitigar el impacto de la crisis sanitaria, humanitaria y económica causada por la pandemia, el gobierno se ha puesto metas indicativas bajo un escenario para retornar en 2022 a la senda de las reglas macrofiscales establecidas en la LRF.
“Cabe mencionar que para 2020 y 2021 se hará uso de las cláusulas de excepción amparado en la LRF previa autorización del Congreso Nacional de la República, para atender los desequilibrios fiscales guardando coherencia con la sostenibilidad de la deuda pública y con el compromiso de mantener la estabilidad fiscal”, subraya.
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