TEGUCIGALPA, HONDURAS.- El balance general del gobierno de Honduras refleja una situación financiera crítica con cifras en rojo y un elevado endeudamiento de la administración pública.
Este será el plato frío que espera por el nuevo gobernante que resulte electo en las elecciones de este año 2021 y que asume a partir de enero de 2022. Así lo consideran analistas económicos consultados por EL HERALDO, que explican que de forma inmediata el gobierno necesita agilizar la vacunación, renegociar la deuda pública y reactivar la economía.
Mientras que en el mediano plazo, el próximo gobierno tendrá la tarea de negociar un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), para lo que debe hacer una reforma en temas fiscales (como subir los impuestos y revisar las exoneraciones) y a la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE), que sigue siendo el mayor problema del país. Además, debe aumentar la inversión pública en infraestructura, salud y educación.
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Los efectos de la crisis
La crisis financiera se originó principalmente por el cierre de las empresas para contrarrestar la pandemia de covid-19 y los efectos de las tormentas Eta y Iota. En consecuencia, la recaudación de impuestos fue de 25,000 millones de lempiras contra los 109,000 millones proyectados para 2020. De igual forma para este año se estiman solo 94,000 millones por la lenta recuperación.
Los déficits de un 6% en 2020 y un 5% en 2021 debido a la caída de los ingresos y el aumento de los gastos reflejan un fuerte endeudamiento para el Estado. Las cifras al tercer trimestre del año anterior revelan que Honduras tenía una deuda pública de 13,989.2 millones de dólares, que equivale a unos 336,580 millones de lempiras y al 56.4% del Producto Interno Bruto (PIB).
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Reacciones
“Esto obligará al próximo gobierno a hacer algún tipo de ajuste fiscal. ¿Cuál será la orientación de ese ajuste? Dependerá del tipo de gobierno que quede”, consideró Hugo Noé Pino, exsecretario de Finanzas.
Además, Pino agregó que el FMI va a jugar un papel muy importante y la carga más pesada le va a caer al nuevo gobierno.
Para el presidente del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), Juan Carlos Sikaffy, un aumento a los impuestos “sería nefasto” por la crisis que persiste. Lo que cabe es adelgazar el gobierno a los niveles que tiene que tener, no es posible que consuman el 50% del PIB, cuestionó Sikaffy.
No obstante, los analistas no ven muchas opciones. El acuerdo con el FMI vence en noviembre próximo y “de llegarse a un acuerdo con el próximo gobierno, lo más probable es que pongan más impuestos, darle mejor seguimiento a los gastos y revisar exoneraciones”, explicó la economista Liliana Castillo.
Por su parte, Ismael Zepeda, economista del Foro Social de la Deuda Externa de Honduras (Fosdeh), consideró que estará difícil mantener el actual acuerdo y si lo logran terminar “posiblemente no exista otro nuevo acuerdo”.
Las consecuencias de no tener convenio son: falta de acceso a créditos, retroceso en las notas de riesgo del país y el deterioro de la confianza para los inversionistas.
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