TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Las mercancías falsificadas son un problema a escala mundial que afecta a los gobiernos, las empresas y los consumidores. Este problema incluye las prendas de vestir, en donde los consumidores, en su afán de encontrar imitaciones a precios económicos, pasan por alto “los vínculos que existen entre la mercancía falsificada y la delincuencia organizada transnacional”, señala la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC).
En Honduras, el Ministerio Público ha investigado a personas que introducen mercancías de forma ilegal por puntos ciegos en las fronteras, logrando ingresar productos como ropa, tenis y medicamentos falsificados, informó Carlos Vallecillo, portavoz de la Fiscalía Especial de Propiedad Intelectual y Seguridad Informática (Feprosi), quien indicó que esta institución “le apuesta a la capacitación de la Policía Nacional, en aras de detectar la introducción de mercancía falsificada”.
Al mismo tiempo, la Feprosi hace un llamado al consumidor final para que se aseguren que el producto que adquieren “es realmente un producto confiable, original y de calidad, de acuerdo con los patrones que ya indica la marca como tal”.
Afectados
Vallecillo señala que el consumidor es el más afectado, ya que este elige un producto más económico, aunque esté sacrificando la calidad del producto.
“Yo puedo comprar algo más barato que me va a durar un año. Mientras tanto, el original puede ser que me dure hasta tres años”, explica. Algunas empresas han tenido que establecer medidas de seguridad para que el consumidor pueda identificar el producto original. Ejemplo de ello es la marca Lovable, quienes han incorporado sellos de garantía en sus etiquetas para que los clientes puedan identificar fácilmente las prendas originales.
El portavoz de Feprosi indica que cuando el representante de la marca ha identificado el lugar donde se está vendiendo la mercancía falsificada, este debe interponer la denuncia en el Ministerio Público para que investiguen y, si hay delito, se presente el requerimiento fiscal.
Informó que ya se han tomado acciones con personas que introducen estas mercancías falsificadas al país. “En este caso, la Fiscalía Especial de Propiedad Intelectual y Seguridad Informática analizará el caso; de existir delito, podría procesar al ciudadano por el delito de falsificación”.
Vallecillo indica que “la falsificación de mercadería es un delito muy complejo; por ende, muchas empresas y marcas han creado controles internos para no ser objeto de este ilícito”.
Las leyes hondureñas establecen penas de prisión de tres a seis años y multa por una cantidad igual o hasta el triple del beneficio obtenido o pretendido, en delitos contra la propiedad intelectual.
Caso Lovable
El abogado Juan Bueso, representante legal de Lovable, informa que la empresa ya ha realizado acciones legales contra algunas personas que venden mercancías falsificadas en el país. Las autoridades han logrado confiscar esta mercancía en Tegucigalpa, Choloma y varias ciudades del territorio nacional.
Bueso sostiene que la ley protege al consumidor para que este no sea engañado; pero también, al fabricante, “el Estado de Honduras le brinda la protección de que quien falsifica su producto sin su consentimiento pueda ser castigado conforme a la ley”.
La empresa ha realizado gestiones en la Dirección de Aduanas con el fin de impedir que mercancía Lovable falsificada ingrese al país. “Ellos están facultados para retener cualquier mercancía falsificada de la marca que ingrese al país”, advirtió.
