TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Revisar las prioridades del gasto, erogar y distribuir de mejor manera los recursos públicos son factores de un Presupuesto Base Cero (PBC).
¿Pero qué tan factible es el uso de esta metodología en el proceso presupuestario de las finanzas del país para el próximo ejercicio fiscal?
Aquella técnica presupuestaria en la que el nivel proyectado de gasto se fija atendiendo a necesidades en función de las actividades que se realizarían durante un año y sin considerar las cifras de gastos de presupuestos anteriores se conoce como un Presupuesto Base Cero.
El gobierno, a través de la Secretaría de Finanzas (Sefin), anunció el uso de este método para el instrumento fiscal de 2023, el que se encuentra en fase de elaboración, al igual que presentación del proyecto.
Los programas presupuestarios, la distribución de techos y sus posibles espacios fiscales se revisan con el PBC para asegurar que sus programas y proyectos recogen las prioridades del gobierno en beneficio de la población, según una presentación de Finanzas a la que tuvo acceso EL HERALDO.
Subraya que esta metodología -que emplean empresas u otras organizaciones- busca optimizar los resultados y el impacto del gasto público bajo las restricciones de los fondos disponibles.
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Implicaciones
“El Presupuesto Base Cero implica que los ingresos corrientes sean iguales a los gastos corrientes y lo que está alentando a las actuales autoridades es porque se ha producido un ligero incremento en la recaudación tributaria y eso tiene que ver con el crecimiento del índice de inflación, también por el repunte que ha tenido la actividad económica”, planteó el analista Luis Guifarro.
Consideró que “esto no pasará más de la simple declaración porque por el lado del gasto tiene que haber una disciplina y una política definida en cuanto a gasto del gobierno que no lo miramos expresado en un plan que se quisiera desarrollar”. Pocos países desarrollados han logrado con éxito llevar a cabo la referida técnica presupuestaria, aseguró el economista.
El presidente del Colegio Hondureño de Economistas (CHE), Helmis Cárdenas, enfatizó a EL HERALDO que “muchas instituciones no tienen costos, va a ser difícil pensar que se logre en un año debido a que hay que capacitar al personal para cambiarle la mentalidad a los planificadores, programadores de las unidades de presupuesto para usar esta metodología”.
Evitar la tentación del clientelismo político en las instituciones públicas, así como lograr atender las necesidades y demandas que vayan surgiendo en el país serán retos para un Presupuesto Base Cero, mencionó.
En un 50.27% (167,579.4 millones de lempiras) se ha ejecutado a la fecha el Presupuesto General de Ingresos y Egresos de la República de 2022, de los que 47,364.6 millones de lempiras (28.26%) corresponden a servicios personales, es decir, pago de sueldos, salarios, otros beneficios y compensaciones, de acuerdo con la fuente oficial. Se espera que el próximo 14 de septiembre la Sefin remita al Congreso Nacional el proyecto de presupuesto 2022.