Su primera confesión fue que “la imagen que el país (Honduras) tiene afuera es poco difícil y poco complicada, generalmente se muestran los desafíos y no tanto las cosas buenas”.
No obstante, Almeida, quien ocupa ese cargo desde el pasado 2 de julio, se ha enterado que hay avances como el equilibrio macroeconómico, entre ellos la reducción del déficit fiscal, así como la seguridad ciudadana al bajar la tasa de homicidios de 86 a 42 por cada 100,000 habitantes.
El nuevo representante del BID considera que ese organismo internacional ha jugado un papel importante en materia de seguridad y prueba de ello es que de un reciente préstamo de 60 millones de dólares, 40 millones son para seguridad ciudadana y 20 millones de dólares para mejoras en los barrios de varias ciudades.
Impacto de programas socialesEl BID ha sido uno de los mayores aportantesque ha tenido el gobierno de Honduras en programas de salud y educación para reducir los niveles de pobreza, la que afecta aproximadamente al 60% de la población. |
Agrega que entre los efectos de la mejoría de esos temas es la posibilidad de atraer más inversión al país, lo que redunda en la generación de empleos. También se mejora la calificación riesgo país.
Eduardo Almeida, en su intervención, destacó la gestión del hospital de San Lorenzo y, sobre todo, la administración que realiza la fundación que lo maneja, el que se está usando como referencia para otros países.
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Desafíos
El representante del Banco Interamericano de Desarrollo considera que hay una serie de desafíos que Honduras debe afrontar en el futuro.
No obstante, Almeida, quien es de origen brasileño, sostiene que los dos más importantes son la reducción de la pobreza, la que se mantenido casi estable en los últimos años.
En ese sentido plantea que en Honduras hay 600,000 productores rurales, quienes representan tres millones de personas (un promedio de cinco miembros por hogar”.
Explica que la tasa de pobreza en el país es de 60%, con una ligera variación hacia arriba o hacia abajo. “Creo que este es el desafío más importante, el más crítico para el país”, subrayó.
El entrevistado dice que el interés del BID es realizar un trabajo estructural como se ha hecho en el tema de seguridad. Explica que se necesitaría la intervención de todas las agencias, entre ellas el Banco Mundial (BM).
¿Cómo hacerlo? Almeida considera que si se hiciera un programa consistente y se impactara en 200,000 productores, quienes representan un millón de personas, se lograría una reducción de 10% en la pobreza extrema, la que en la actualidad se estima en 40%.
Añade que el Banco Interamericano de Desarrollo espera ejecutar en el futuro un programa consistente para reducir la pobreza en el país.
El representante del BID considera que el segundo reto para Honduras es el tema de transparencia, el que en los últimos años el índice de corrupción ha empeorado, lo que es importante para la inversión privada.
Recomienda trabajar en la simplificación de trámites y en países para Paraguay, en donde estuvo como representante del BID, se impulsó el gobierno electrónico.