Tegucigalpa, Honduras-. La sostenibilidad y productividad del sector agrícola hondureño han dado un salto significativo gracias a la alianza entre USAID a través del programa Agronegocios Sostenibles, y el Laboratorio Químico Agrícola (LQA) de la Fundación Hondureña de Investigación Agrícola (FHIA). Con un aporte de US$170,000, esta colaboración ha permitido la implementación de estrategias clave para mejorar la eficiencia en el uso del suelo, optimizar la producción agrícola y facilitar el acceso de los productores a insumos y tecnologías innovadoras.
Fortalecimiento del laboratorio químico agrícola de la FHIA
Uno de los principales logros de este convenio ha sido la modernización y expansión del LQA de la FHIA, permitiéndole aumentar su capacidad operativa en un 75%. Esta mejora ha significado un impacto directo en 3,000 nuevos productores, quienes han tenido acceso a análisis de suelo adicionales, optimizando así la productividad y sostenibilidad de sus cultivos.
Además, se ha fortalecido el componente técnico y científico del laboratorio, garantizando servicios de diagnóstico más precisos y efectivos para la toma de decisiones en el manejo de suelos, fertilización y nutrición de cultivos. Este avance ha contribuido a la ampliación de la cobertura geográfica del laboratorio, facilitando la recolección y envío de muestras desde zonas rurales, donde los productores suelen tener mayores dificultades para acceder a estos servicios.
Innovación en biofertilizantes y capacitación técnica
El convenio también ha impulsado la mejora en la calidad de 34 biofertilizantes producidos por biofábricas asociadas al programa Agronegocios Sostenibles. Estas mejoras han permitido que dichos insumos sean registrados, producidos y comercializados con estándares de calidad más altos, beneficiando directamente a los agricultores que buscan alternativas más sostenibles y accesibles para la nutrición de sus cultivos.
Paralelamente, se ha desarrollado un sólido programa de capacitación técnica, donde 200 técnicos agrícolas y 1,004 productores líderes han sido formados en manejo de suelos, fertilización y nutrición de cultivos. Este conocimiento es clave para la transición hacia una agricultura más eficiente, resiliente.
Alcance masivo a productores
Con el objetivo de ampliar la adopción de buenas prácticas agrícolas, la alianza entre USAID y FHIA ha participado en la implementación de una estrategia de comunicación masiva, alcanzando a más de 70,000 productores a través de La Hora del Café - IHCAFE. Esta iniciativa ha permitido difundir la importancia de los análisis de suelo y su impacto en la productividad agrícola, promoviendo la toma de decisiones basada en datos técnicos.
Además, se han establecido 10 parcelas demostrativas en el Centro Experimental y Demostrativo de Horticultura (CEDEH) de la FHIA, en Comayagua, donde se evalúan bioinsumos desarrollados por biofábricas apoyadas por Agronegocios Sostenibles. Estas parcelas sirven como espacios de aprendizaje para los agricultores, quienes pueden observar en tiempo real el impacto de los insumos en diferentes cultivos.
Facilitando el acceso a servicios y reducción de costos
Otro de los logros de este convenio ha sido la implementación de paquetes de análisis de suelo con descuentos, ajustados al volumen de muestras y al tipo de productor. Esta estrategia busca democratizar el acceso a servicios técnicos de calidad, permitiendo que más agricultores puedan beneficiarse de diagnósticos precisos y recomendaciones adaptadas a sus necesidades.
Asimismo, se han promovido programas de asistencia técnica y herramientas digitales, que permiten a los productores optimizar la gestión de sus cultivos y reducir los costos de asistencia técnica convencional. Este enfoque tecnológico está revolucionando la forma en que los agricultores acceden a información clave para la toma de decisiones en el campo.
El impacto de USAID en el sector agrícola hondureño ha sido determinante en la modernización de prácticas productivas, la mejora del acceso a insumos de calidad y la capacitación de miles de productores. A pesar de estos avances, aún existen desafíos por superar. Con un compromiso continuo y mayores inversiones en infraestructura, asistencia técnica y acceso a mercados, se pueden generar cambios aún más profundos y duraderos en la agricultura hondureña.
