La productividad laboral es uno de los indicadores que los sectores económicos de Honduras aspiran mejorar cada año. Ese término tiene varios conceptos, sin embargo, el más utilizado en el país es el que se refiere como la producción promedio por trabajador en un período de tiempo.
Puede ser medido en volumen físico o en términos de valor (precio por volumen) de los bienes y servicios producidos en determinada actividad económica.
La Secretaría de Trabajo y Seguridad Social (STSS) viene estudiando la productividad laboral en el país desde 2011. Ese mecanismo es usado en el Consejo Económico y Social (CES) como referencia durante los procesos de revisión y fijación del salario mínimo, el que se efectúa a finales de cada año para que entre en vigencia el 1 de enero.
El último informe de la Dirección General de Salarios de la STSS revela que la productividad laboral durante 2016 fue de -4.30, inferior al resultado de 2015 cuando reportó 1.40. En términos absolutos para 2016, la producción generada por trabajador constituyen un valor de 107,107.82 lempiras, siendo esto menor al producido por el asalariado en 2015 que fue de 111,915.64 lempiras, entendiéndose como una menor productividad laboral.
Si bien es cierto que se reportó un incremento de los trabajadores asalariados en 2016 respecto a 2015, al pasar de 1695,792 a 1,833,932 ocupados, este comportamiento no incidió directamente en el crecimiento de la economía, provocando una reducción del producto asalariado y por ende afectando de forma negativa el cambio en la productividad laboral.
A nivel de actividad económica se observa una mejora significativa en la actividad de construcción, la que muestra una productividad laboral del 16.62% cuando en los tres años anteriores reflejaba indicadores negativos (-20.01% en 2013, un -11.31% en 2014 y un -14.94% en 2015).
Este cambio positivo es influenciado por el incremento en los niveles de inversión pública del gobierno que ha sido orientada al mejoramiento de la infraestructura de carreteras y de las vías de comunicación en las ciudades más importantes del país, además de las inversiones en vivienda que han sido incentivadas por medio de los subsidios focalizados.
De acuerdo con el análisis de la Secretaría de Trabajo y Seguridad Social, otra de las actividades que reporta una productividad positiva es la de “Electricidad, gas y agua”, que muestran un resultado de 7.35%. Ese indicador es mejor que el registrado en los tres años previos: 2013 (-17.54%), 2014 (2.12%) y 2015 (15.44%). El comportamiento del año anterior se debe a nuevas inversiones en ese sector económico.
Otros sectores con cifras positivas el año anterior son la “Agricultura, silvicultura, caza y pesca” con 3.40%, seguida de “Explotación de minas y canteras” con 2.62% y finalmente los “Establecimientos financieros, seguros, bienes inmuebles y servicios” con 2.46%.
Las actividades económicas que mostraron una productividad negativa durante 2016 fueron “Transporte, almacenamiento y comunicaciones” con -15.52%, “Comercio al por mayor, hoteles y restaurantes” con -14.77% y la “Industria manufacturera” con -11.34%.
Productividad Laboral
La productividad laboral resulta de la aplicación de una fórmula en donde intervienen el número total de ocupados asalariados, el producto interno bruto a precios de mercados constantes y el PIB del asalariado.
A lo anterior, se le suma el periodo corriente y el periodo anterior, arrojando al final la productividad laboral.