Nos pareció totalmente insultante que durante las escuálidas marchas del pasado 1 de Mayo, Día Internacional del Trabajo, aparecieran, como siempre, conocidos políticos implicados en sendos saqueos públicos, hablando y cantando “decencia y amor por la patria” frente a una dirigencia sindical ciega, sorda y muda besándose con corruptos.
Si exigimos castigo para los depredadores del erario, desde el Presidente de la República hasta el más humilde empleado público implicado en actos indecorosos, es inadmisible que salten conocidos delincuentes de traje o de sombrero en tan magna celebración riñendo la corrupción si por ellos estamos en harapos. Caras duras, sinvergüenzas.
No es sorpresa verlos fríos, pancistas, engañando con arengas de derecha o de izquierda, pintando sus uñas. El de izquierda roba con la derecha y el de derecha roba con la izquierda. Así duermen a los trabajadores. Empresarios, ciertos periodistas, jefes obreros y sindicales piden su pena por bandidos, pero cuando los tienen a su lado los veneran, brindan por sus pillerías.
Tontos
Vimos a dirigentes magisteriales, supuestamente enemigos acérrimos de fraudes estatales, casi besarse con políticos que simulan pasión por los pobres y durante sus oscuros mandatos jamás se bajaron del avión presidencial. En carretilla asaltaron el Banco Central de Honduras (BCH) y hoy pasman a los pasmados montados en bicicleta.
Payasean en el poder y también en las caminatas para “dignificar” la clase trabajadora. Cada quien monta su circo. Para ellos, los únicos ladrones son los financieros, políticos cachurecos y “Los Tetos” que sorbieron siete mil millones de lempiras de la seguridad social. Los robos de sus funestas regencias no existen. Son una cuarta de cuatreros libres por la maldita injusticia. ¡Correcto!
El perdón de la deuda externa y los millones para la reducción de la pobreza desapareció, pero nadie se las peinó. Honduras es su paraíso. Saquean, pero los únicos bandoleros son los que mandan actualmente. Ellos se santifican solos. Una charra es suficiente para cautivar la inopia del pueblo que tienen sumido en desesperanza.
Robar
Nos hablan de “socialismo”, de amor a la patria y lo que menos tienen es identidad nacional ni mucho menos un ápice de moral. Cuando “gobiernan” hacen lo mismo que la derecha. Roban y roban y vuelven a robar. Plantean discursos populistas trillados. Los sindicalistas y sus bases los aplauden por un salario mínimo minado por sus propias estafas.
Tan ladrones son que salieron con una pancarta criticando la “corrucción” en el Hospital Escuela. Depredadores del fisco y del idioma. Con razón le tienen volteado el cerebro a sus incultos seguidores. ¿Esta es la gente “culta” que nos quiere gobernar? Líbranos del mal Señor y no en el nombre del padre y del pisto que nos han robado estos descarados.
Niños
Hablando de “izquierda” incendiaron el país en el pasado reciente, se hicieron millonarios volándose el dinero destinado a los pobres. Sus esposas son de primera para timar. Calzan escolares con zapatos de 200 lempiras y los facturan a mil 500 lempiras para que el chofer ande en camioneta de dos millones de lempiras. Así le traban la lengua a sus secuaces.
Lo increíble lo hacen en las marchas consagradas al “trabajador”. Por provecho cantan un himno a Honduras que es foráneo. En el coro hablan de “amar” al país y siendo gobierno lo cedieron a narcotraficantes.
Avioneta tras avioneta caían por doquier cargadas de cocaína. Un sindicalista del INA aclamó al jefe que canta narcocorridos.
Infectaron la marcha y urgieron a sumarse a la alianza política de Libre y del Pac para derrotar la corrupción de la actual jefatura. El anticorrupción olvidó que se robaron el país. En sus tiempos a varios líderes sindicales que apelan decoro los taparon con monedas. Así venden y compran a los trabajadores, corruptos hijos…de este pueblo.
Dejaron carreteras de narcotráfico, de pudrición estatal a todo nivel. Narco el papá, narco el hijo y ladrona la mujer. Políticos, empresarios, lecheros y periodistas son responsables de la debacle, no se hagan los pendejos.
