TEGUCIGALPA, HONDURAS.-El aumento de precios preocupa a nivel mundial y de igual forma en el país. Durante 2021 se registró en Honduras un 5.32% de inflación y en los primeros dos meses del 2022 los precios siguieron subiendo.
La tendencia es al alza y por lo tanto se espera un impacto en el bolsillo de los consumidores, así como en el crecimiento económico, según informe de la compañía Central American Business Intelligence (CABI).
En el análisis advierten que “la inflación no se detendrá en el corto plazo”. En tanto, la respuesta de política monetaria vendrá a afectar el panorama, ya que terminará reduciendo la inflación en 18 o 24 meses, con el costo económico de crecer menos.
Detalla que la inflación del último año se dio por tres razones: la masiva inyección de dinero de los gobiernos por la pandemia, la crisis logística y el aumento en la energía.
Adicionalmente, en las últimas tres semanas los precios se volvieron a disparar debido a la crisis entre Rusia y Ucrania que generó el incremento del petróleo y sus derivados.
También subieron los commodities, ya que Rusia es uno de los principales productores de maíz y trigo. También subieron el café, la soya, el oro y el acero.
La subida de precios
Al cierre de enero, el índice global de todas las materias primas va a un ritmo de 60%. “Es brutal el aumento, incluso es el más fuerte que se ha dado desde que hay datos y hasta llegando al nivel más alto de la historia, es dramático”, explicó Paulo de León, director de inteligencia económica y financiera de CABI.
Mientras que el índice global de precios de los alimentos va a un ritmo de 36%. Asimismo, las bebidas registran alzas de 54%.Entre tanto, la energía ha subido en 173% anual influido por el gas de Europa, pero aumentaron los derivados del petróleo. Los insumos (plásticos y alambres para la industria) se han estabilizado, pero con precios altos tras subir 28% de forma interanual.
“Todo está muy caro a nivel mundial”, agregó De León, por lo tanto, muchas personas van a tener problemas para adquirir la canasta básica debido a que la inflación golpea a los más pobres.
Alrededor de un 85% a 90% es una inflación importada, ya que se generó en otros países de donde se compran productos.
En ese sentido, los bancos centrales estarían con las manos atadas, ya que el fenómeno es global, aunque tendrán que tomar medidas de política monetaria a costa del crecimiento económico. Principalmente se espera un aumento en las tasas de interés para desacelerar el consumo y frenar la subida de precios.
Medidas a tomar
Tanto las empresas como los consumidores intentan tomar medidas para evitar el impacto de los altos precios en sus finanzas.
Sin embargo, es muy poco lo que podemos hacer de forma local, explicó David Iraheta, representante del rubro de alimentos. Indica que la inflación es alta, por lo que las empresas buscan eficiencias hasta donde pueden.
No obstante, dijo que a medida se complique más la situación, las empresas tendrán que hacer incrementos. Iraheta proyecta que a partir de abril se reflejaría un aumento en los alimentos que “podría andar entre un 8% o 10%, va a depender de cómo se mueve el mundo, ya que más del 70% lo importamos”, detalló.
Por su lado, Rafael Medina, director ejecutivo de la Cámara de Comercio e Industria de Tegucigalpa (CCIT), también coincide en que derivado de las alzas en los combustibles “va a haber una fuerte presión en el índice de precios al consumidor”.
“Las empresas absorben una porción, pero otra desgraciadamente se va a tener que trasladar al precio de venta”, agregó Medina.
Las autoridades del Banco Central de Honduras (BCH) todavía no han informado qué tipo de medidas aplicarán ante la presión inflacionaria.
