SAN PEDRO SULA, HONDURAS.- Nuevos actores, medios alternativos, productos y servicios innovadores, todos provienen de la transformación tecnológica, una fuerza que ha irrumpido hasta en el último rincón de las relaciones sociales y económicas de la última década.
Para las instituciones financieras, la revolución actual las presiona a digitalizar por completo sus operaciones. Ante tales circunstancias, emprendedores tecnológicos de todas partes han entrado en el mundo de los negocios financieros, disputando pequeñas cuotas del mercado bancario.
Según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), para 2017 en América Latina y el Caribe (ALC) había más de 700 plataformas que actualmente ofrecen soluciones financieras basadas en nuevas tecnologías.
De estas, 32.7% estaban en Brasil, 25.6% en México, 11.9% en Colombia, 10.2% en Argentina y 9.2% en Chile, siendo las actividades de finanzas alternativas las de mayor participación.
En el Congreso Internacional sobre Innovación Tecnológica para los Servicios Financieros, celebrado en febrero, el Banco Central de Honduras (BCH) hizo público el compromiso de impulsar acciones que conlleven a conformar espacios de cooperación y colaboración público-privada, para conocer y entender cómo la revolución tecnológica ha transformado el sistema financiero nacional.
En línea con ello, la semana pasada, autoridades de la institución inauguraron en Tegucigalpa el Conversatorio hacia la conformación de una Mesa de Innovación Financiera para Honduras, mediante el cual actores de diferentes sectores analizaron los nuevos jugadores que están proveyendo soluciones, productos y servicios innovadores y más eficientes al público en general.
En el mismo espacio participaron representantes de la Comisión Nacional de Bancos y Seguros (CNBS), el Centro de Procesamiento Interbancario (Ceproban), Tigo Money, Tengo y otras empresas que forman parte del dinámico sector de servicios y productos financieros basados en tecnología.
“Mi compromiso en febrero durante el congreso internacional fue revisar la regulación que ya existe, de tal forma que podamos tener dos tipos de regulaciones: una para instituciones grandes, que el riesgo de las operaciones que manejan es alto y deberán cumplir ciertos requerimientos; y separarlo y diferenciarlo de las startups (empresas emergentes), que son pequeñas y que necesitan un impulso para crecer”, explicó Wilfredo Cerrato, presidente del BCH.
En la medida que haya más opciones de tecnología financiera (fintech), más personas logran bancarizarse, en decir, contratan productos o servicios financieros con la banca.
“Las fintech son un aliado y una vía para mayor inclusión financiera. No podemos ser una piedra en el camino para la gente creativa. No puede haber una regulación del BCH que en vez de ayudar al crecimiento de este tipo de servicios los matemos de entrada, y por eso hay compromisos públicos de revisar las regulaciones existentes”, indicó Cerrato.
Al respecto, Evasio Asencio, comisionado propietario de la CNBS, resaltó la importancia de conformar la mesa de innovación financiera, además de destacar la labor de la institución reguladora de la banca para apoyar el desarrollo de la iniciativa.
El acceso a créditos y financiamientos es uno de los principales desafíos que enfrentan los emprendedores sin importar su actividad económica.
“Estamos trabajando en crear un fondo especial, como garantía recíproca para los emprendedores. Hemos venido trabajando en ello desde hace mucho tiempo”, aseguró el secretario de la Presidencia, Ebal Díaz.
Las sociedades de garantía recíproca tienen como fin permitirles a las pequeñas y medianas empresas optimizar su acceso al financiamiento en condiciones más ventajosas en plazos, tasas y destino de fondos.
“En los próximos días, el presidente Juan Orlando Hernández anunciará la creación de una sociedad de garantías recíprocas para los emprendedores”, reiteró Díaz.
