Un nuevo problema comercial se avecina entre Honduras y Nicaragua. Esta vez, el país acusado es Honduras por el bloqueo al ingreso de queso semiseco procedente del vecino país.
La denuncia fue realizada por productores de lácteos nicaragüenses, quienes dijeron que son 13 plantas artesanales afectadas por el Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria (Senasa) de la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG). Agregaron que las plantas están debidamente certificadas para exportar su producto al mercado hondureño, ya que así lo establecen los permisos que vencen el 5 de junio de 2015.
Los afectados denunciaron que el impasse lo está originando Senasa, ya que no resuelve los trámites de exportación en las 72 horas que manda la ley, lo que les está provocando una serie de problemas a las plantas artesanales al no cumplir con la entrega del producto en el tiempo establecido con sus clientes en Honduras. Un ejemplo de lo anterior, continuaron los denunciantes, es que la semana anterior no se entregó un tan solo permiso de importación de parte de Senasa.
EL HERALDO buscó la reacción de Heriberto Toro, director de Sanidad Agropecuaria, sin embargo, el funcionario no respondió las llamadas a su teléfono celular. El último problema comercial entre Honduras y Nicaragua fue el impuesto de 15% que impuso este último país a varios productos, lo que fue resuelto.
Soborno
La comercialización en Honduras de los derivados de la leche procedentes de Nicaragua ha estado envuelta en el pago de sobornos. Así lo denunciaron los propietarios de las plantas artesanales, quienes manifestaron que terceras personas allegadas a las autoridades de Senasa les están solicitando 600,000 lempiras por procesadora para permitirles el ingreso de su producto.
Agregaron que no están dispuestos a pagar ese dinero porque las plantas están certificadas por tres años. EL HERALDO preguntó por los nombres de los funcionarios hondureños que piden sobornos, lo que fue respondido por los afectados, que quienes hacían estos cobros son “amigos” o “testaferros” que viven en Olancho y Choluteca, quienes se comunican vía telefónica para darles los números de cuentas donde depositar el dinero. Confirmaron que en el pasado pagaron esas cantidades de dinero por planta, pero esta vez las procesadoras no están dispuestas a cancelar los sobornos.
La comunicación con Heriberto Toro era para consultarle, además, ese tema.