Tegucigalpa, Honduras
Un mes tiene el Poder Ejecutivo para enviar al Congreso Nacional el proyecto general del presupuesto de la República 2017.
El secretario de Finanzas, Wilfredo Cerrato, manifestó que se han comenzado los trabajos para formular el presupuesto del próximo ejercicio fiscal y remitirlo al Poder Legislativo antes del próximo 15 de septiembre.
De acuerdo con el funcionario, quien ha participado en la preparación del presupuesto de los últimos cuatro años, la Ley de Responsabilidad Fiscal (Decreto 25-2016) y el Marco Macro Fiscal de Mediano Plazo (MMFMP) son las herramientas que definirán el comportamiento de los ingresos y de los egresos para 2017.
Entre los parámetros técnicos que se usarán destaca el promedio del Producto Interno Bruto (PIB) de los últimos 10 años y la tasa de inflación proyectada para 2017.
No obstante, el Grupo Promotor del Diálogo Fiscal (GPDF) ha propuesto realizar de manera periódica un análisis de riesgo sobre las finanzas públicas para tomar en cuenta los efectos potenciales de carácter interno y externo. Además, el gasto corriente debe ser objeto de un análisis para revisar las políticas de subsidios, la masa salarial, entre otros.
El incremento
Para el ejercicio fiscal 2016 se aprobaron 206,321.9 millones de lempiras para el sector público.
Sin embargo, al pasado 30 de junio se incorporaron 4,667.5 millones de lempiras y el presupuesto vigente es de 210,989.4 millones.
De acuerdo con el titular de Finanzas, el incremento anual del gasto corriente nominal de la administración central no puede ser mayor al promedio anual de los últimos 10 años del crecimiento real del PIB, más la proyección de la inflación promedio para el siguiente año.
El producto interno bruto promedio de los últimos 10 años es de 3.7%. Por su parte, la inflación programada para 2017 es de 4.5%.
El gasto corriente vigente es de 150,839 millones de lempiras y lo estimado que aumente por las autoridades de Sefin es de 12,218 millones de lempiras.
El documento “Lineamientos de política presupuestaria 2017” señala que “el PIB promedio de los últimos 10 años es 3.6% y que la inflación proyectada para 2017 es 4.5%, se concluye que el gasto corriente no deberá crecer más arriba de 8.1% con respecto al gasto que se ejecute en 2016”.
Gasto corriente
Uno de los compromisos del gobierno con el Fondo Monetario Internacional para lograr la sostenibilidad fiscal es el control del gasto corriente durante la vigencia del acuerdo stand by.
El programa con el FMI comprende del 4 de diciembre de 2014 al 3 de diciembre 2017, o sea durante tres años.
Cerrato dice que hay muchos logros en materia de gasto corriente. Un ejemplo de lo anterior es que en el período 2016-2017 se espera que se reduzca de 17.3% al 17% del PIB. Para el próximo ejercicio fiscal los lineamientos para alcanzar ese objetivo están trazados en la política presupuestaria del sector público.
En ese sentido, el Poder Ejecutivo considera que se deben suprimir gastos de consumo que no contribuyen a la generación de bienes y servicios.
Un ejemplo de lo anterior es la política de empleo para 2017, la que busca estabilizar la planilla como cifra máxima a los mismos niveles registrados en 2015, con excepción de la contratación de nuevos policías militares.
En cuanto a la política salarial, el gobierno considera que ha sido efectiva en los últimos años, ya que se ha evitado que este renglón presupuestario genere distorsiones en el nivel de déficit fiscal. La política salarial continuará siendo congruente con el nivel de recaudación de los ingresos, bajo una programación que evite los déficits presupuestarios y regule el flujo de caja.