Tegucigalpa, Honduras.- Más allá de la falta de mano de obra, problemas de infraestructura en las zonas productivas, incluso de los efectos del cambio climático, hay nuevos retos para la cosecha cafetalera 2024-2025.
Los desafíos históricos en la caficultura nacional se mantienen, pero para el nuevo ciclo que inició este martes se le suma el cumplimiento del reglamento sobre deforestación de la Unión Europea (EUDR, por sus siglas en inglés), coincidieron actores de la cadena del café consultados por EL HERALDO.
Aunque se formalizó a través de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), la solicitud de prórroga de esta normativa que se aplicará el próximo 30 de diciembre, existen dudas de su viabilidad, generando un potencial riesgo en las exportaciones del aromático catracho hacia el principal mercado de comercialización.
En los últimos períodos, más del 50% de los envíos de café cultivado en el territorio hondureño fueron dirigidos a naciones europeas, por lo que al impedirse su adquisición implicaría un impacto significativo en términos de exportación, por ende en la generación de divisas.
El reglamento EUDR consiste en la prohibición a las empresas en la colocación en el mercado de la UE de productos relacionados con la deforestación y la degradación forestal (entre ellos el café) o los exporten desde esta comunidad político-social.
El café cosechado por las 120,000 familias productoras en 210 municipios de 15 departamentos del país deberá estar libre de deforestación como una de las condiciones a cumplir para su introducción también venta en los países del conocido como Viejo Continente.
El 58% de las unidades productivas dedicadas a la siembra del aromático se encuentran listas y en apego al referido reglamento, mientras que más de 220,000 manzanas y 42,500 caficultores están certificados en la actualidad, informó este rotativo.
Al cierre del ciclo 2023-2024, un total de 6.11 millones de sacos de 46 kilogramos fueron exportados a un precio promedio de 199.48 dólares que permitieron captar ingresos por $1,219.47 millones, anunció el Instituto Hondureño del Café (Ihcafé).
Disrupción
“La disrupción temporal del comercio con la Unión Europea representa un impacto negativo para nuestras exportaciones, esto generaría pobreza, ya que el caficultor no podrá vender el 50% de su producción; desempleo, pues la economía de las comunidades cafetaleras disminuirá porque ya no habrá la misma cantidad de circulante; migración irregular, por el desincentivo para seguir en el rubro”, manifestó a EL HERALDO el presidente de la Asociación de Exportadores de Café de Honduras (Adecaféh), Miguel Pon.
Indicó que otra de las consecuencias sería “la deforestación, pues al desincentivar la producción de café, el productor optará por talar el bosque para sembrar granos básicos para subsistir; lo anterior va en contra de los Objetivos de Desarrollo Sostenible que tanto promueven y a través de los cuales muchas veces condicionan las ayudas para países como el nuestro”.
Entretanto, el productor y exportador de café, Emilio Medina, instó a la participación del Consejo Nacional del Café (Conacafé) como el órgano que formula la política cafetalera del país.
“Viene un semejante desafío de cumplir con las normas que requiere nuestro principal mercado que es el europeo, estos señores no juegan y todo mundo está esperanzado que nos van a dar una prórroga o suavizar las reglas y no me confiaría como país porque más del 50% de nuestro mercado quedaría mal vendido en otras naciones”, afirmó.
Desde el Ihcafé se considera que al lograr el cumplimiento del reglamento EUDR permitirá seguir manteniendo relaciones comerciales en un mercado que representó el 54% de las exportaciones en el recién pasado año cafetero, que ascendió los 2.9 millones de sacos de 46 kilogramos enviados.
“Cumplir al mediano plazo con los tres requisitos básicos exigidos por las autoridades de la UE y a la vez que desde Europa se nos apoye para que se reconozca vía precio el esfuerzo económico que hace el caficultor en cultivar su unidad productiva bajo sombra”, sostuvo el productor de café independiente, Fredy Pastrana.
Resultados y proyección
En el marco del Día Nacional de la Caficultura que se conmemora cada 1 de octubre, el Ihcafé concedió reconocimientos especiales, entre ellos a Lempira por haber sido el departamento con la mayor producción que totalizó 931,602.03 sacos de 46 kilogramos del grano.
La mayor productividad la tuvo Santa Rita, Copán con 25.09 sacos por manzana y Las Vegas, Santa Bárbara fue el municipio con la mejor calidad de café en la cosecha 2023-2024.
En el caso de registros de compra del aromático se alcanzaron 5.9 millones de sacos equivalentes al 25% de la producción regional de Centroamérica.
Para este nuevo año cafetero la proyección de exportaciones de café se fijó en siete millones de sacos que implican 500,000 sacos adicionales a la temporada anterior.
Sin embargo, van dos períodos en los que no se llega a la meta exportable definida, restando menos de 400,000 sacos en el ciclo 2023-2024, mientras que de 7.2 millones de sacos pronosticados para la cosecha 2022-2023 solo fueron enviados 6.9 millones de sacos.
Un mejor posicionamiento del café de Honduras, así como concretar la sostenibilidad productiva en al menos el 60% del parque cafetalero nacional con la renovación de las fincas son otros de los retos pendientes en este rubro.