TEGUCIGALPA, HONDURAS.- En los últimos años múltiples son los desafíos para la industria del café nacional, donde algunos se han venido repitiendo en el rubro más relevante del sector agropecuario.
Los efectos del cambio climático, las enfermedades y plagas que afectan a las fincas, el deterioro de la red vial cafetalera, la menor disponibilidad de mano de obra por el incremento de la migración hasta los bajos precios en el mercado internacional para la cosecha exportable son retos vigentes en la caficultura del primer país productor de Centroamérica y que para este ciclo no son la excepción.
Aunque en el período 2021-2022 este sector que es el principal generador de divisas para Honduras logró un hito al haber dejado ingresos por 1,450.51 millones de dólares a la economía local al haber exportado 6.1 millones de sacos de 46 kilogramos, sin embargo, en la pasada cosecha que comprende los años 2022-2023 cayeron las cifras.
De los 7.2 millones de sacos proyectados de exportación para ese año cafetero al final se cerró con 6.90 millones de sacos enviados con un valor de 1,390 millones de dólares, a consecuencia en parte de las variaciones en el clima que provocan sequía o exceso de lluvias en las zonas de cultivo del aromático.
Una publicación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) subraya que el aumento de las temperaturas reducirá la superficie apta para cultivo de café hasta en un 50% de aquí a 2050.
Retos económicos: Precios y exportaciones de café
Para la cosecha 2023-2024, que inició el 1 de octubre del año pasado, la meta exportable se fijó en 6.5 millones de sacos por el Instituto Hondureño del Café (Ihcafé) que representa un 7% menos en relación a la anterior temporada.
“Aparte de los acostumbrados desafíos de las últimas cosechas (cafetaleras), el actual ciclo presenta otros retos importantes como el alto volumen de cosecha que espera Brasil y que está presionando los precios internacionales en la bolsa de Nueva York a niveles de 150 dólares y menos que de mantenerse así representaría una disminución de más del 30% de generación de divisas, es decir 450 millones de dólares frente a los 1,390 dólares con los que se cerró la cosecha pasada”, indicó el presidente de la Asociación de Exportadores de Café de Honduras (Adecaféh), Miguel Pon.
Agregó que “esta situación sería un desincentivo para los productores y para la cadena en general”.
En un 8.6% equivalente a 58,136 sacos de café descendió la exportación del grano hondureño durante enero pasado que constituyó el cuarto mes de la presente temporada al hacer el comparativo con las cifras del mismo período del ciclo 2022-2023.
Esa caída en los envíos del aromático implicó una pérdida de 11.6 millones de dólares en concepto de divisas.
Los altibajos en el costo internacional del café se mantienen y para finales de enero el precio promedio por saco de 46 kilogramos fue de 186.91 dólares.
De su lado, el presidente del Ihcafé, Pedro Mendoza, mencionó que “este año (cafetalero) ha estado bien inestable el precio del café en el mercado internacional, nosotros dependemos de la bolsa de Nueva York, no es el gobierno que pone el precio; además, tenemos una baja producción”.
“Se proyecta una caída de 8.6% en el valor exportado (101.1 millones de dólares). Se espera que el precio internacional del café continúe disminuyendo, según proyecciones, Brasil va a tener una cosecha alta en 2024”, de conformidad al Programa Monetario 2023-2024 elaborado por el Banco Central de Honduras (BCH).
Innovaciones sostenibles en la industria cafetalera
En los 15 de los 18 departamentos en los que se cultiva café hay más de 120,000 familias involucradas en esta actividad, donde el 92% son pequeños productores, un 7% medianos caficultores y solo el 1% son grandes.
Desde el Ihcafé se ha propuesto una estrategia con un enfoque de abordaje de sostenibilidad para el bienestar de las familias cafetaleras que conlleva la inclusión de género (20% mujeres) al igual que la juventud (el 8%).
Se trata de Renovar sin dejar de producir, una propuesta para el mejoramiento productivo centrada en un plan de prevención de plagas y enfermedades, programas nutricionales, así como el manejo de tejido.
En cinco años, es decir hasta 2027 se busca intervenir 250,000 manzanas con modelos productivos en las comunidades, profesionalización de la mano de obra y la vinculación con otros actores.
La planificación de dirección de fincas cafetaleras abarca: la estimulación vegetativa, manejo por planta, paisajes cafetaleros, nuevos arreglos espaciales, sostenibilidad productiva y que existan tres variedades en el sistema.
Además, se ha impulsado el Programa de Mejoramiento Genético con el que se establecieron lotes semilleros certificados agronómica y genéticamente para proveer semilla de calidad.
El fortalecimiento de las capacidades técnicas y logísticas en nuevas estrategias de mejoramiento genético, tales como biología molecular al igual que cultivo de tejidos permitirán reducir significativamente los tiempos de generación y liberación de nuevas variedades de café a través de la referida iniciativa de la institución que ejecuta la política cafetalera en el territorio hondureño.
Para la formación de los productores del aromático catracho, sus hijos, incluyendo a todos los actores de la cadena agroindustrial se creó la Escuela Superior del Café (Escafé) que los orienta a la preservación de la calidad del grano, en el área técnica productiva, fortalecimiento y desarrollo empresarial hasta la promoción del consumo interno y mercadeo bajo estándares internacionales.
Con la firma de un convenio de cooperación entre el Ihcafé y el Instituto de Conservación Forestal (ICF) en el 2009 se ejecuta el programa de agroforestería, ambiente y cambio climático para incentivar la restauración del parque cafetalero mediante sistemas agroforestales productivos.
