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Luis Zelaya: 'Soy clase alta, aunque no tengo casa de playa ni apartamento en Miami'

Luis Zelaya presume de una larga hoja de vida a nivel académico, pero en política no ha tenido el mismo éxito. Vuelve a competir por la candidatura del Partido Liberal, pero no promete apoyar a su rival Yani Rosenthal de triunfar
15.02.2021

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Estuvo a punto de jugar con Olimpia , es muy preparado académicamente y un nombre de cambios. Es la segunda vez que intenta llegar al poder de la nación y está claro que jamás apoyará a Yani Rosenthal.

Muchos años antes de tener un nombre en la academia o aspiraciones política, era más conocido por su posición de centro delantero; fue buen goleador iniciado desde los partidos callejeros en Comayagüela hasta llegar a la segunda división del fútbol hondureño, pero una lesión le frustró el sueño de jugar en Olimpia y en la Selección Nacional.

Luis Zelaya Orlando Medrano es ingeniero industrial y en sistemas graduado en México. No le va a la izquierda ni a la derecha, aunque podría hacer una alianza con el socialista partido Libertad y Refundación (Libre).

Pese a estar en contra del presidente Juan Orlando Hernández, tampoco se presenta como anti-derecha, porque tiene esa postura por convicción, más que por ideología.

Con una hoja de vida que muestra enorme nivel académico como uno de los puntos más destacados de su vida, atendió a EL HERALDO en su oficina en la sede del Partido Liberal, en Tegucigalpa y, desde una ventana del tiempo, viajó a sus recuerdos.

'Soy privilegiado económicamente'

Durante su infancia y adolescencia fue feliz frente al Instituto San Francisco de Comayagüela, donde nació y creció hasta que se fue a realizar sus estudios universitarios a Monterrey, México.

Sus picardías de niño no pasaron de tocar timbres en las puertas y salir corriendo o, en un combate con globos llenos de agua, cambiar el líquido por aceite.

Fue de los más inquietos en la escuela, era también líder, destacando más en el fútbol, pero también en todos los demás deportes. Siempre estaba en el cuadro de honor y ejercía liderazgo al ser presidente de curso, pero era impulsivo también.

Es espigado, de casi de 1.90 metros de estatura, tiene cinco hermanos, ostenta además una maestría en Administración y Finanzas de Unitec, con estudios de postgrado en Administración de la Tecnología en Italia y otro postgrado en Costa Rica, sobre Productividad y Calidad.

No solo alardea de lo que un día fue su posición en la cancha de fútbol o de lo que ahora es en la política, sino también de su condición económica, con la que se considera privilegiado.

'Tengo una buena casa en El Hatillo. Tengo mucho más de lo que tienen la mayoría de los hondureños, pero no vine de clase alta', se justifica.

A pesar de que está por encima del nivel económico promedio, le hacen falta muchos bienes para ser alguien de clase alta-alta.

'Soy clase alta, aunque no tengo casa de playa ni apartamento en Miami ni cuatro carros ni cuatrimotos en Coyolito. Gracias a Dios con esfuerzo propio, con una educación envidiable'. argumenta.

Al Zelaya estudioso, deportista y fiestero -en su momento- le apasiona el rock deManá, Soda Stereo, Enanitos Verdes y la música de Juan Luis Guerra, pero no escucha para nada el reggaetón.

Otro de sus placeres es viajar con su familia y disfrutar viendo películas en casa, reunidos y hasta con el perro en la cama.

Su lado más flaco podría ser Dios, pues lo concibe como el que lo acerca a hacer el bien. Tiene una relación muy cercana con él, pero puede mejorar, pues le cuesta tener una fe ciega.

Ser un habilidoso bailarín no es lo suyo, conserva amigos desde los cinco años, no ha sido muy noviero, apenas recuerda tres, entre ellas la que ahora es su esposa.

No ha consumido drogas ni tabaco porqué practicar deportes, particularmente fútbol, le ayudó a controlarse a causa de que necesitaba estar en buenas condiciones para disputar los partidos.

El problema más grave que tuvo fue en la universidad: jugando contra los panameños había un campeonato de diferentes estados de México y de diversas nacionalidades. Hubo una falta, se hizo la trifulca, por atrás lo golpearon y por primera vez se sintió surumbo.

Se casó en 1997. No tiene hijos por fuera del matrimonio y nunca ha sido infiel, de ninguna clase de infidelidad.

Un hombre de cambios

Ha tenido oportunidades de escalar y las ha aprovechado: de pequeño vivía en Comayagüela. Nieto de un campesino de Santa Lucía y en la actualidad es un empresario y, de paso, dirigente político que por segunda vez aspira a la candidatura presidencial por el Partido Liberal.

En su vida académica, que es en la que la mayoría lo conoce, justamente como rector de Unitec, cargo que inició en 2005 y que dejó en 2016 para aspirar a la presidencia de Honduras.

'Ser rector de Unitec me lo gané haciendo lo correcto. No fue fácil, había competencia, se dio la oportunidad en 2005. No acepté a la primera porque tenía mi propia empresa, no sabía lo que era trabajar en corporativo'.

Fue estricto como maestro, quizá demasiado, pero era un mecanismo de defensa porque era muy joven: 'Me gané una fama de maestro yuca, manejaba bien los temas y no era flexible; luego fui madurando cuando me convertí en un mentor'.

Y es que también gracias a sus ahorros ahora puede vivir, pero también se dedica a la venta de terrenos de una propiedad heredada y otra comprada a sus hermanos.

Con su título que lo acredita como ingeniero fundó su fábrica de madera y, paralelamente, empezó a dar clases, por lo que tenía alumnos universitarios casi de su edad, lo que le sirvió de advertencia para saber que era tiempo de parar las fiestas, pues no era correcto que el docente y los educandos se encontraran en esas circunstancias.

Sufrió una metamorfosis en lo social, en lo económico y en lo político porque renunció a la rectoría de Unitec para lanzarse como precandidato del Partido Liberal, porque su estilo de vida ha mejorado y también porque siente que en estas elecciones sí llegará a la presidencia de Honduras, pero primero tiene que ganar las primarias de su partido.

En el período anterior, en el que esa institución obtuvo los niveles más bajos a nivel presidencial (más de 400,000 votos) reconoce que la culpa fue suya.

Ahora dice que los sondeos le muestran que ganará el 14 de marzo, pero 'de no ganar las elecciones, voy a apoyar el bien. Tengo datos que respaldan que voy a ganar; no comulgo con los hechos por los que pagó condena en Estados Unidos, pero aquí nada le impide ser candidato, preguntan por qué llevan a un exconvicto en el Partido, porque la ley lo permite'.

'Yo no apoyaré a Yani Rosenthal. No tengo nada contra de él, tiene todo el derecho en Honduras, pero será el liberalismo el que tendrá que decidir y cada quien es responsable de su pasado', recalcó.

El 15 de marzo, un día después de las elecciones primarias, estará formando un bloque de oposición al gobierno 'porque ha llegado el tiempo de cambiarle el rumbo a Honduras'.

Fricciones personales y políticas

No envidia a Juan Orlando Hernández porque confía que al salir del poder lo que le espera es una celda de dos por cuatro metros. Por lo que sí se esmera es para sacarlo del poder.

Otro de los temas que le ha dejado popularidad negativa es la demanda de él junto con sus otros cuatro hermanos contra su madre. Su progenitora declara que la quieren despojar de los bienes que tanto trabajo le costó con su esposo fallecido.

Según Zelaya, su mamá es manipulada por un hermano altamente endeudado y ambicioso; el resto solo quieren protegerla.

'Yo no tengo diferencias con mi madre, yo la amo y no me importan las consecuencias, yo la estoy protegiendo. Me importa mi madre y el bienestar de ella, somos cinco de seis hermanos lo que estamos en esto', sostuvo.

El precandidato presidencial insistió en su versión. 'Le consulté a Dios y me dijo que tenía que hacer la voluntad de mi padre: protegerla. Lo demás es mentira, ella tiene su casa, su carro, tenemos un hermano codicioso, endeudado, ligado a estos grupos de poder'.

Zelaya acusó al exdiputado Fredy Nájera, preso por narcotráfico en Estados Unidos, de ofrecerle dinero para financiar su campaña pasada a través de su hermano, que ahora manipula spuestamente a su madre.

En temas del país

Después de más de una hora de conversación recibe indicaciones de Julio Aguilar, el hombre que le lleva la agenda a raíz de que está fuera de tiempo, pero alcanzó para seguir preguntando.

Este 2021 lo vislumbra complicadísimo en lo laboral, por la pandemia y por la pérdida de cientos de miles de empleos, que tardarán unos ocho años en recuperar, proyectan analistas.

Mientras en lo educativo no mira ese modelo híbrido entre lo virtual y presencial que resuelva, ni la viabilidad para que las operadoras distribuyan internet entre todos los estudiantes y docentes.

Pero una vez que él esté en la silla presidencial Honduras será distinta, 'por eso mi movimiento se llama Rescatemos a Honduras, para hacer algo distinto'.

El principal problema de Honduras es la falta de empleo y lo resolvería con inversión: 'El problema es que los cooperantes no apoyan porque el país está catalogado como corrupto, bajo ese esquema es difícil que un inversionista venga. Hay que agregarle que estamos catalogados también como un narcoestado'.

Ha pensando que como presidente de la República deberá de hacer represas y carreteras para generar empleo porque la inversión pública se mantiene estancada.

El próximo 14 de marzo, los liberales decidirán si Luis Zelaya es el candidato capaz de regresarle la gloria al partido de Policarpo Bonilla, con el peso sobre sus espaldas de una vida política sin mancha, pero con el peor resultado de los colorados en la era democrática.