Marlon Escoto: En 40,000 alumnos por año debió crecer la matricula escolar, pero ha caído
Existe un desánimo en el sistema educativo y se está creando una generación de analfabetas infantiles, es decir, niños de ocho a nueve años que no saben leer ni escribir.
Honduras se relajó completamente en el sistema educativo, y lo que se ha estado creando son analfabetas infantiles. Urge unirse para recuperar la educación.
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TEGUCIGALPA, HONDURAS.- El exministro de Educación, Marlon Escoto, declaró que el incremento de la matrícula escolar debería ser con basse en el crecimiento demográfico de Honduras, es decir, unos 40,000 niños cada año aproximadamente.
En declaraciones a EL HERALDO Plus consideró que también hay que tomar en cuenta que ahora hay más oferta educativa en noveno grado y secundaria.
Antes había más población escolar en los primeros grados, pero la apertura en los otros niveles tendría que permitir aumentar la matrícula cada año.
Reflexionó que cuando Honduras alcanzó más de dos millones de escolares debió seguir creciendo entre 35,000 a 40,000 escolares cada año, producto de los nuevos que ingresan o de los que se mantienen en el sistema educativo.
Esta era la tendencia normal de avance educativo, pensando en la demografía y la incidencia de avance en los niveles educativos dentro del sistema.
El problema, de acuerdo a Escoto, es que se empezó a perder la gobernanza y se relaja un poco el sistema. Las consecuencias son que el país país empieza a perder escolares por repetición y deserción del año escolar.
“Cuando se relaja el sistema lo primero que pasa es que los escolares reprueban, y al no aprobar lo que sigue es el abandono, la deserción”, explicó el exfuncionario.
Honduras mantuvo la deserción escolar en tasas manejables hasta el 2017 y 2018, con un 4% al 5%, pero han habido años de 8% al 10%, porque el sistema se relajó en el sentido que no hubo mayor exigencia sobre escuelas abiertas, acompañamiento y todo lo que está relacionado con gobernanza, declaró.
Otro problema ha sido el cambio de secretarios de Educación, a veces cada año nuevo. Mientras que un sistema educativo para arrancarlo se necesitan al menos dos años, y al cambiar los secretarios de estado no avanzaba el sistema.
Por último llegó la pandemia de covid-19 y Honduras no hizo prácticamente nada, muy poco invirtió en tecnología, en comunicar a los escolares y en esos dos años muchas familias fueron perdiendo en valor por la educación.
Ahora se están en una situación que el país ya había superado, donde la mayoría de las familias se esforzaban para que sus niños fueron al menos a los primeros grados de escolaridad, es decir, se ha generado una población de analfabetas infantiles, niños de ocho a nueve años que no pueden leer ni escribir.
Escoto analizó que se vive un desánimo social, casi nadie reivindica el tema de la educación, cada vez pierden más fuerza las asociaciones de padres de familia y lo mismo pasa al interior del país.
En ese sentido se deben unificar las fuerzas para recuperar la educación, con la sociedad civil, las comunidades, el gobierno, las iglesias y la empresa privada.
“Estamos en un escenario que sería propicio convocar a todos estos sectores para volverlo a intentar, porque en educación no se puede desmayar ni dar por perdida ninguna batalla, tiene que intentarse de manera permanente y volver a encarrilar al sistema educativo”, recomendó.