En Honduras cerraron más de 5,600 centros educativos en 10 años: “Desde el año pasado no llegaban alumnos”
Baja matrícula, violencia o inseguridad, falta de maestros o porque fueron destruidos por desastres naturales, aparecen entre las principales causas de la clausura de instituciones educativas. Exministro dice que hay múltiples factores, entre ellas la migración, y que no es un problema reciente
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TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Las pocas sillas que quedaban estaban llenas de polvo. Había telarañas en las paredes, hojas de árboles en el suelo y en la pizarra todavía tenía dibujadas las vocales que la maestra escribió la última vez que dio clases hace un año.
Una silla estaba al centro del salón con un plato desechable para sopa encima; adentro habían palillas y colores que -evidentemente- los niños usaban para pintar.
En una esquina quedaron algunos juguetes dañados, restos de periódicos y botes con agua que los educandos utilizaban para mezclar las acuarelas.
El kinder Nuestro futuro -una pequeña aula a punto de ceder- ubicado en la aldea El Robledal, en Ojo de Agua, Comayagua, cerró sus puertas en 2022 (fue la última matrícula), pero era algo que se avizoraba, pues cada año se veían menos alumnos, hasta que no pudieron alcanzar la cifra necesaria para que la docente impartiera clases.
El centro educativo parecía estar cerrado, pero al ver el candado en mal estado fue fácil ingresar. Las ventanas estaban podridas y la puerta no tenía seguro, solo se empujaba y cualquiera podía ingresar.
“Desde el año pasado cerraron porque no llegaban alumnos. Era muy raquítico, los alumnos de aquí son bien raquíticos”, lamentó Juan Antonio Anariba, un poblador que vive justo al costado del centro educativo.
Se trata de una institución de educación prebásica, precisamente las más impactadas por la falta de estudiantes, una de las múltiples causas para que sean clausuradas por la Secretaría de Educación.
En una base de datos compartida por Educación, a través de la solicitud SOL-SDE-3250-2023, la Unidad de Datos de EL HERALDO Plus dio con el centro educativo.
En el listado aparecían 5,609 centros de preescolar, educación básica y media clausurados desde 2013 hasta junio de 2023 por varios motivos. Aquí hablamos de instituciones públicas y privadas, aunque el 84% de los centros cerrados en los últimos 10 años eran administrados por el Estado.
Sin estudiantes
El cierre del centro de prebásica Nuestro Futuro, ubicado en una zona rural de Comayagua, fue por una sola razón: no habían suficientes estudiantes para impartir clases.
Don Juan Anariba contó que solo un niño estaba a la espera de matricularse, por eso la maestra decidió no impartir la clase y “se fue” del país.
Desde finales de 2022 el centro educativo quedó abandonado. Los documentos de Educación afirman que la última matrícula fue en 2022 y el cierre (no se dice si es permanente o temporal) ocurrió en este año por “baja matrícula”.
El hondureño dijo que en 2022 solo recibieron entre seis y siete estudiantes, la cifra mínima para que un kinder funcione en el sistema educativo.
La Unidad de Datos de EL HERALDO Plus analizó cada uno de los reportes de los centros educativos cerrados, encontrando que el 41% de las instituciones fueron clausuradas porque no tenían estudiantes o no alcanzaban el número mínimo requerido.
También hubo cinco casos por inseguridad o violencia, 18 por falta de presupuesto y 8 porque no había personal docente y 9 por falta de pago a voluntarios.
En el documento, Educación lo categorizó de varias formas. Incluso, dentro de las causas de cierre establecidas en el oficio 572-UIT-SE-13 aparece la falta de estudiantes, problemas financieros (no tenían presupuesto para seguir funcionando) y hasta inseguridad.
En el mismo oficio se estableció como causas del cierre la duplicidad del código (en estos casos el centro está funcionando, corroboró este rotativo), por no cumplir los requisitos o porque de escuelas pasaron a centros básicos.
Este equipo logró detectar al menos 3,775 casos de cierre en los que las causas fue por baja matrícula, cierre temporal (en muchos casos por no haber suficientes estudiantes), por instrucciones de la Coordinación Promesse (Programa de Manejo de Estadísticas Educativas) y por solicitud de directores municipales y distritales.
Otros fueron amparados en los oficios 1903 D.D.E.C-2013, Ofi-007-UDTI-D y Of-76-Dmu1804-2020, sin dar detalles de la causa.
En un recorrido realizado por varios municipios del país, se logró evidenciar que muchos centros educativos aparecen en listado como cerrados debido a que un fenómeno natural los destruyó. Aquí aparecen algunos afectados por las tormentas Eta y Iota.
Un ejemplo claro es el centro básico Francisco Morazán, ubicado en la aldea La Providencia, Comayagua, pues en 2020 hubo un deslizamiento en el terreno donde estaba construido y se cayó.
En el documento compartido por Educación solo dice que fue cerrado en 2022 por “baja matrícula” y que la última vez que estuvo en funcionamiento fue en 2018.
“El problema es que allí había una fuente de agua”, dijo señalando un abismo doña Brigida Velásquez. “Cuando venía la compañía de las máquinas (que arreglaban la calle) empezaron a tirar tierra con las volquetas y taparon la fuente de agua; el agua busca por dónde salir y cuando salió y mojó esa cantidad de tierra, el peso del agua y de la tierra mojada, jaló y se llevó la escuela”, contó la hondureña, contradiciendo completamente lo que dicen los reportes de Educación.
La mujer, quien también se vio afectada con el deslizamiento porque se llevó parte del muro perimetral de su casa, lamentó que nunca construyeron el centro educativo o lo reasignaron, por eso los niños van “a la otra comunidad adelante”, enfrentándose a los peligros de la calle por la lejanía.
En un video compartido por la pobladora se ve cómo el derrumbe se llevó todo lo que estaba a su paso. Entre la tierra quedaron restos de madera, bloques y láminas de la escuela y una iglesia.
“La escuela era aquí. Era una escuela de madera que teníamos. Se sacó las tablas, las pizarras, lo poco que se pudo recuperar. La municipalidad la canceló y el mobiliario lo llevaron a otra escuela”, comentó, mientras señalaba el abismo.
Cierre de escuelas no es algo nuevo
“El cierre de algunos centros educativos se vuelven normales cuando poblaciones como la colonia Kennedy, el Hato de Enmedio y otras colonias que fueron populosas crearon estas escuelas en su momento, asistieron, pero ahora sus hijos asisten a escuelas privadas”, justificó el exministro de Educación, Marlos Escoto.
El exfuncionario fue interrogado por este rotativo sobre el cierre de escuelas durante su gestión (entre 2012 y 2017), sobre todo porque en 2013 fue cuando se registró la cifra más preocupante: 2,116 gubernamentales y 291 privadas.
La cifra cayó significativamente en los años siguientes y entre bajos y altos, en 2020 -cuando la pandemia del covid-19 llegó a Honduras- hubo un nuevo pico.
Si analizamos los casos de los últimos 10 años, podemos decir que en promedio cerraron 561 escuelas cada año.
Escoto explicó que la migración de estudiantes de centros públicos a privados no es la única causa, ya que también está el crecimiento demográfico, pues hay lugares donde la matrícula en los primeros años de escolaridad ha disminuido y no porque no los envíen los padres sino porque cada vez hay menos niños de primer grado.
“El tema de matrícula es importante. No hay tantos niños ahora para primer grado y preescolar, pero sí hay mayor cobertura de noveno grado y secundaria, donde estos valores deberían de crecer y mantener las cantidades de escolares iguales o mayores que la década anterior”, dijo.
Recordó que cuando él era ministro de Educación conoció casos en Valle, en los municipios de San Francisco de Coray y Goascorán, de escuelas que prácticamente fueron cerradas por la migración a otros países. Una de ellas tenía 25 niños y solo quedó con dos, entonces “los niños tuvieron que moverse al centro educativo urbano y la profesora también”.
La maestra le comentó que de Estados Unidos pedían los certificados de estudio porque allá estaban matriculados, lo que causaba “una doble sensación: se cierra una escuela y alguien migra, ellos sienten que migró, que no es lo mejor, pero que estos niños allá continúan con la escuela”.
Dijo que en su gestión la migración fue la causa del cierre de escuelas en el sur (Valle y Choluteca) y Colón. A inicios de 2023, EL HERALDO Plus expuso cómo los municipios se quedaban sin niños y jóvenes debido a la migración.
“La inseguridad cierra centros educativos, la migración cierra centros educativos, el cambio de estatus social de la gente que no manda a sus hijos a escuelas públicas también termina cerrando centros educativos”, puntualizó.
EL HERALDO Plus también consultó a la Secretaría de Educación sobre la cifra y causas del cierre de escuelas, a través de Edwin Oliva, secretario general de esa institución.
El funcionario dijo no conocer la información, pero que recientemente no habían recibido solicitudes de cierre y que quizá donde habría antecedente es en pandemia.
Posteriormente afirmó que quien podría tener cifras es la Secretaría de Trabajo, pues allí fueron a parar los reportes de suspensión docente cuando solicitaban el cierre de centros educativos, sobre todo del sector no gubernamental.
Un problema nacional
El cierre del kinder Nuestro Futuro o de la escuela Francisco Morazán, en Comayagua, no son los únicos. En Reitoca, al sur de Francisco Morazán, aparecen dos centros educativos con la misma problemática: fueron cerrados por “baja matrícula”.
En todo este departamento se contabilizó el cierre de 23 centros educativos en 2022, pero desde 2013 fueron 744 (521 públicos y 223 privados).
Esta problemática se reporta en los 18 departamentos del país, según las cifras que compartió Educación, pero como era de esperarse, la clausura de kinderes, escuelas y colegios se vio más en Francisco Morazán y Cortés. También podemos ver que hay cifras preocupantes en la zona central y noroccidental del país.
Islas de la Bahía, Valle y Gracias a Dios aparecen como dos de los puntos con menos reportes, aunque -en muchos casos- no podemos desligar la clausura con la falta de estudiantes.
“Una escuela cerró por problemáticas entre la directora municipal porque habían dos escuelas que tenían bastante bajo el recurso humano de niños a recibir, tenía entre ocho y nueve alumnos, entonces ella tomó la decisión de cerrar”, contó el alcalde de Reitoca, Marlon Osorto Chevez, al ser consultado sobre los centros cerrados en ese municipio.
El edil afirmó que él se opuso porque significaba ocho niños que se iban a quedar sin acceso a la educación, pero “fue situación de ella y decidió cerrar” en El Jicaral, San José. Se trataba de una escuela unidocente.
Según el reporte de Educación, en los últimos 10 años (desde 2013 hasta junio de 2023) en Reitoca cerraron nueve centros educativos, dos de ellos en San José del Naranjo.
De los dos que clausuraron en esa aldea, el primero registró la última matrícula en 2012 y cerró 2013 por solicitud de oficio 572-UIT-SE-13, mientras que el segundo fue por el oficio 41-DMER-2018, también cerrado en 2013.
El alcalde afirmó que el centro educativo cerrado recientemente en Reitoca fue Jehova Jireh, ubicado en la aldea Santa Cruz, por “baja matrícula” desde 2021.
Dijo que se trata de “una comunidad pequeña que no ha crecido”, pero que también hay bastante migración por eso no se logra mantener la cifra mínima de matricula cada año. Agregó que este problema ocurre a nivel nacional y el cierre de escuelas significa un retraso, sobre todo en zonas rurales, porque la educación es pilar fundamental.