¿Por qué los partidos políticos deberían pagarse las elecciones primarias?

Aunque la erogación presupuestaria es constitucional, analistas consideran que si a los partidos políticos se les paga una deuda política, entonces ellos deberían costear sus elecciones primarias

Al Consejo Nacional Electoral le quedan unos seis meses para alistar todo lo necesario para las elecciones primarias de los partidos Libre, Liberal y Nacional.

vie 9 de agosto de 2024 a las 0:0

05:03 min. de lectura

TEGUCIGALPA, HONDURAS. El costo de las elecciones primarias de 2025 podría ser el más elevado de los últimos años si se llegan a aprobar los 1,492 millones de lempiras que pide el Consejo Nacional Electoral (CNE), lo que representa un alto costo para un país pobre, coinciden analistas y consejeros.

El organismo electoral envió al Congreso Nacional (CN) un anteproyecto de presupuesto por el valor antes mencionado para realizar las elecciones primarias del partido Libertad y Refundación (Libre), así como de los partidos Nacional y Liberal.

El Legislativo llamó a los consejeros del CNE para que expliquen por qué el monto solicitado supera en más de 500 millones al presupuesto anterior, que fue de 900 millones, según dijo el presidente del Congreso Nacional, Luis Redondo.

Cálculos realizados por EL HERALDO muestran que son más de 700 millones, pues en 2021 se gastaron 772 millones solo en las primarias, es decir, el proceso de 2025 costaría un 93% más que 2021.

Si hacemos el mismo cálculo con los 550 millones que costaron las primarias de 2017, hablamos de un incremento de 171% para 2025.

De acuerdo con Julio Navarro, consejero del ente electoral, los recursos solicitados están encaminados a la contratación de un sistema de transmisión que puede tener un costo entre unos 375 y 450 millones de lempiras, o sea casi el 30% del presupuesto.

De acuerdo con Julio Navarro, consejero del ente electoral, los recursos solicitados están encaminados a la contratación de un sistema de transmisión que puede tener un costo entre unos 375 y 450 millones de lempiras, o sea casi el 30 por ciento del presupuesto.

Esta contratación se hará mediante licitación internacional donde las compañías especialistas en eso presentan sus pliegos, luego se arma una comisión conforme a la Ley de Contratación del Estado.

Los especialistas evaluaran y valoran los alcances de cada una de las propuestas si están de acuerdo con lo que pide el consejo previo análisis técnico donde se establece cobertura, cuántos centros electorales va a transmitir, si va a transmitir datos solo de presidente o de diputados o de alcaldes.

Posteriormente se hará el análisis financiero. Se evalúa la dimensión técnica y la dimensión financiera y de acuerdo a criterios de calidad y de oferta se adjudica. Eso se va a hacer en un evento público donde participen los organismos del Estado, sociedad civil, partidos políticos. Debe ser algo sumamente transparente, explicó Navarro.

Según este consejal, el presupuesto de las primarias siempre es más alto que el de las elecciones generales. Con el presupuesto enviado al Congreso nacional, además del sistema de transmisión se debe contratar transporte, custodios, imprimir las papeletas electorales, en este caso de tres partidos políticos, cuadernillos, adquirir cajas, papel, lápiz, tinta, reglas, goma. En este proceso hasta hay más juntas receptoras de votos que, en las generales.

El cronograma electoral establece que el próximo 8 de septiembre se realiza la convocatoria, por lo que el presupuesto debe estar aprobado a más tardar el 10 de septiembre, pero si hay una tardanza no pasa nada ya que mientras tanto se continúa avanzando en los procesos de adquisición, detalló.

Él negó que el CNE ya haya recibido oferta de alguna empresa para la transmisión de datos, dado que no se ha publicado el llamado a licitación internacional.

$!Casi el 30% del presupuesto solicitado por el CNE se irá en adquirir el sistema de transmisión de resultados.

Un alto costo

Navarro recordó que antes de 1985 los dueños de los partidos ponían los candidatos que querían. Le decían a su gente ¿Usted quiere ser diputado? Bueno tiene que dar 50 mil lempiras de aportación. Al día siguiente el supuesto interesado no llegaba porque no tenía la plata.

Entonces la ley puso que había que reconocer deuda política para que todo el mundo pudiera participar. Y se obligó a que los partidos que tienen más de un candidato que hagan elecciones primarias. Según ellos, para eliminar el dedo y que por ahí salgan por el que votó.

“Se justifica bajo aquel viejo principio que dice más la democracia es cara, pero es más caro el totalitarismo. Cuando usted hace una relación de un país con escasez de ingresos y gastarse casi 1500 millones para saber quién va a ser el candidato de los tres partidos cuando ya todo el mundo presume quién va a ser, resulta cuestionable”, deploró Navarro.

Para el analista y abogado Raúl Pineda Alvarado, una de las reformas políticas que hay que hacer en el sistema electoral hondureño, además de ciudadanizar las mesas, reducir el periodo de propaganda, es que las elecciones primarias sean costeadas por los mismos partidos.

Recomendó que los partidos elijan a sus representantes mediante asambleas o consultas populares, pero no cargarle semejante gasto al Estado. En las elecciones primarias no siempre ganan los que tiene más simpatía, sino los que tienen más recursos económicos, los que tienen más capacidad para formular fraude, analizó.

Para él, un país pobre debe tener unas elecciones modestas “ya que resulta ofensivo a los más elementales sentimientos de correcta administración gastar esas cantidades de dinero para que se enriquezcan cuatro o cinco personas y algún supuesto administrador de servicios informáticos”.

El problema es que cada elección se tiene que gastar millones de lempiras en la contratación de estos softwares que no son precisamente garantía de la voluntad popular. Honduras viene haciendo procesos electorales desde el siglo 19 y no ha mejorado.

Entre más sofisticado es un sistema de transmisión de datos más vulnerable es su manipulación para los técnicos. Ahora es posible que los hackers tomen las decisiones que deberían corresponder exclusivamente a la mayoría de los ciudadanos, consideró Pineda Alvarado

Es del criterio que “debemos quitarnos de la cabeza ese concepto de que tecnología es sinónimo de transparencia. La tecnología la manejan los hombres y los hombres que se dedican a la política en países como el nuestro no son precisamente un modelo de honestidad”.

Además, las elecciones por sí mismas no son sinónimo de democracia, son solo un mecanismo para cambiar autoridades pacíficamente. No sirven para nada. Las elecciones no le generan a ustedes ni más escuelas, ni más salud, ni más seguridad. Pero aquí hemos caído en la idolatría del evento electoral, lo cual no es bueno”, reflexionó.

En Honduras, apuntó, las elecciones internas y las elecciones primarias “solo han sido un modelo de manipulación y de corrupción. No puede dársele otra denominación cuando se tienen procesos electorales que entre lo interna y lo general cuestan más de 3 mil millones”.

Una exageración

$!Los comicios internos de los partidos políticos son más costosos que el proceso electoral general.

Igualmente, al analista Luis León le parece un gasto exagerado el presupuesto de 1,492 millones de lempiras, teniendo en cuenta que las primarias de 2021 solo se gastaron alrededor de 1,100 millones, “o sea, está subiendo 390 millones el costo del proceso, siempre solo para tres partidos”.

“Honduras debe replantear su forma democrática partidaria. Ya a los partidos se les da una deuda política. ¿Cómo es posible que aparte de pagarles una deuda política, que ni siquiera es liquidable o auditable, tengamos que pagar sus procesos internos? Los partidos deberían financiar sus propios procesos”, exigió León.

Cree que al final todo esto es parte de un negocio electoral, ya que los partidos para que les quede libre los millones de la deuda política, el costo de sus procesos internos se lo trasladan al pueblo.

Para los partidos es un negocio recibir entre 200 y 300 millones de lempiras de deuda política. De esos montos bien pueden ejecutar 100 millones en costear sus procesos internos y quedarse con los otros 200 millones.

Dicen que la democracia es cara, pero cuando es transparente, creíble, cuando la institucionalidad arroja resultados que todos creemos en ellos. “Pero en los procesos internos, aparte de manipulados, de corruptos, los partidos terminan poniendo a quienes ellos quieren. Entonces, ¿qué sentido tiene invertir en una democracia maquillada solamente para que los partidos legitimen a quienes quieren imponer?

Asimismo, un proceso electoral que refleje democracia no pasa por contratar una empresa o no, que vengan observadores internacionales o no, pasa realmente porque la institucionalidad y la política misma hondureña no generan ni confianza, ni credibilidad y mucho menos transparencia.

“Nuestra política es asquerosa, no es sucia, discúlpenme que se lo diga. Pero quien quiere intentar caminar en política para tratar de cambiar este país, lo primero que hacen es tratar de ensuciar su nombre de todas las maneras posibles e imposibles”, aseveró León.

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