Los Ángeles, Estados Unidos
No necesitamos volar como Iron Man, ni tuvimos que recurrir a la fuerza del Capitán América, pero aprovechando los superpoderes del periodismo, viajamos especialmente hasta Las Vegas para entrevistar en exclusiva al nuevo protagonista de Spider-Man: Homecoming, Tom Holland.
¿Se siente que todavía estás viviendo un sueño como el gran protagonista de Spider-Man o ya no le das tanta importancia desde que terminaste el rodaje?
Todavía parece un sueño y se siente todo muy extraño, especialmente cuando veo las publicidades con las escenas más importantes de Spider-Man porque me recuerdan constantemente la locura de producción que es y la suerte que tengo de estar hoy en este lugar.
No puedo dejar de emocionarme tanto como los fans, porque yo realmente soy un admirador de este personaje y soy el primero en creer en esta película. Estoy tan entusiasmado en querer ver la nueva película de Spider-Man, igual que el resto de la gente.
¿Se siente entonces cierta presión de representar al Hombre Araña como un ejemplo para los jóvenes de tu edad?
Supongo que lo mejor de Peter Parker es que tiene algo con lo que todos los jóvenes pueden identificarse. La vida va más allá de la dificultad de hablarle a las mujeres, el estudio o incluso las grandes responsabilidades como las que Spider-Man tiene. Es maravilloso ver que un superhéroe pasa por lo mismo que nosotros.
¿Te dejaron sugerir ideas con las que te identificarías al momento de escribir el guión?
Sí, sí, sí. Cuando estábamos trabajando con John (Francis Delay) en el desarrollo del guión o incluso durante el rodaje, cuando había algo que pudiera identificarnos con gente de nuestra edad, lo agregamos.
¿Cómo fue aquel primer día que te pusiste el traje de Spider-Man?
La primera vez que me puse el traje, no te voy a mentir, me desilusioné un poco, porque la primera vez tuve que ponerme el traje de mi doble y él es mucho más grande que yo.
Me iba como una bolsa y no se veía tan cool como yo lo había imaginado, hasta que me hicieron el mío y ahí si resultó la mejor experiencia de mi vida.
¿Y el primer día del rodaje? ¿Estabas nervioso?
Definitivamente nervioso, seguro. Fue bastante estresante, no te voy a mentir. Muy estresante, pero tuve la suerte de estar rodeado de gente maravillosa detrás mío y sentí que me llevaban de la mano para guiarme durante todo el proceso, ayudándome a concretar la actuación que necesitaba.
Tuvimos el mejor equipo, me dieron todo lo que necesitaba para conseguir un éxito. Fue realmente estupendo. Me siento afortunado y es un verdadero honor haber tenido semejante oportunidad.
Emma Stone me contó antes del Oscar que para volar en la película La La Land se había llevado su propio arnés que le habían hecho en el rodaje de la anterior producción de Spider-Man, contando lo incómodo que son esas escenas. ¿Qué tan incómodo te resultaron?
Lo que más me gustó del rodaje es haber estado con el coordinador de las escenas de acción y un equipo de dobles que también confiaron en que les dijera cuándo y dónde yo podía hacer ciertas cosas.
Tuvimos muchísimas escenas de acción con dobles a lo largo de toda la película que hoy me parece que las soñé. Cada día que me colocaba el traje, sentí que era un privilegio colgarme a 50 pies de altura para hamacarme de un lado al otro. Hubiera pagado por hacerlo, pero me pagaron a mí y eso fue genial.
¿Hasta qué punto filmaste las escenas de acción más peligrosas sin dobles?
Hice lo más que pude. Hubo ciertas escenas muy peligrosas que nunca me hubieran dejado hacer, pero todo lo que me permitieron hacer, lo hice.