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Intensidad, acción y fuerza en un libro

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02.06.2016

Tegucigalpa, Honduras
Los sufrimientos por los que atraviesa el pueblo de Honduras, sumido en el terror de las pandillas organizadas dedicadas al tráfico de drogas, el asalto, el asesinato y la extorsión se revelan en la nueva obra de Sebastián Chavarría.

El joven narrador hondureño, que ganó en 2013 el Premio Hibueras para literatura infantil y juvenil con su novela para adolescentes “Mi novio detrás de la web”, publicada por Alfaguara, nos sorprende con Los caídos del otoño”. Se trata de una novela corta con una argumentación sencilla y lineal, que a criterio del autor, mezcla entre una especie de teoría conspirativa y un sincretismo que lleva a los personajes a tomar decisiones particulares que pueden tener impacto en toda la sociedad.

En su obra, Sebastián recuerda al lector lo sucedido en el país y ciertas formas en las que operan varios grupos delincuenciales con un intercambio de diálogos a través del aparato celular que comienzan a tejer la historia de Gazzola, un sicario que cumple en tiempo y forma su misión dentro de la organización criminal, que consiste en exterminar, mediante un método poco habitual, con el uso de su espada, figuras consideradas importantes de la sociedad con el objeto de impedir la celebración de un evento deportivo “Los juegos del Otoño”, impedimento que traería la caída del gobierno y la destrucción de la república para implantar una nueva sociedad basada en la igualdad de sus integrantes.

El material aborda un tema inusual en la narrativa hondureña, sobre todo la carrera criminal de Gazzola, que se convierte en uno de los agentes favoritos del maestro de la organización, y como consecuencia de su perversa labor le encomiendan las misiones más difíciles e importantes.

Paralela a la historia de Gazzola, contada en primera persona, surge la aventura de una relación amorosa de incompatibilidades entre el delincuente y Dilcia, quien se resiste a la convivencia matrimonial y que alguien que se dedica al crimen tenga bajo su protección a las hijas de ambos.

“Están aquí retratadas las maras y pandillas criminales juveniles que tienen aterrorizadas las poblaciones de Honduras y El Salvador, las reuniones dentro de las estructuras de organizaciones que aprovechan a las maras como las ejecutoras de sus planes criminales, los poderosos carteles del tráfico de drogas y el aparato judicial y gubernamental que también delinque y que se respalda en los organismos encargados de la justicia y la seguridad, pero que están ejercidos por personas que han aceptado convertirse en verdaderos guardaespaldas de los delincuentes de todo nivel en la jerarquía del crimen en la sociedad”, explica el joven autor. Poco a poco los lectores se dejarán atrapar en una lectura agradable e interesante con esta novela que mediante la ficción devela la criminalidad. La edición de este libro es digital, por lo que el lanzamiento se hará desde su blog sebastianchavarria.wordpress.com, facebook, twitter e Instagram. Posteriormente en www.sebastianchavarria.com