LONDRES, IGLATERRA.- El príncipe William, hijo del rey Carlos III, protagonizó uno de los momentos más emotivos y más especiales de la coronación de su padre tras jurarle lealtad y darle un beso en la mejilla.
Durante la ceremonia, momentos después de que su padre fuera coronado, el príncipe de Gales se acercó, William rompió la tradición, y juró lealtad.
William fue el único príncipe de sangre que se arrodilló ante el recién nombrado monarca para prestar juramento.
“Yo, William, Príncipe de Gales, te juro mi lealtad y la fe y la verdad que te guardaré, como tu vasallo de vida y muerte. Con la ayuda de Dios”, mencionó.
Al levantarse, besó en la mejilla a su padre, un gesto considerado emotivo, ya que mostró la unidad que hay entre ellos como padre e hijo.
Tradicionalmente, los miembros de la realeza y los lores se arrodillan ante su nuevo monarca y le rinden homenaje.
Este acto demostró también que las relaciones entre Harry, William y su padre está rota ya que el duque de Sussex fue relegado en la tercera fila y no en la primera como ocurrió con su hermano, su esposa Kate y sus hijos Charlotte y Louise.
Wiliam también estuvo frente a su padre para ayudar a colocarle el Manto Imperial.