El médico Conrad Murray fue condenado este martes a 4 años de cárcel por la muerte de Michael Jackson, la pena máxima posible para un caso de homicidio involuntario, según decretó el juez Michael Pastor, de la Corte Superior del condado de Los Ángeles.
El cardiólogo cumplirá su condena en la prisión del condado y a discreción de alguna acción, quien tendrá ahora la última palabra para determinar cómo se ejecuta la decisión judicial en virtud de las nuevas leyes penitenciarias californianas creadas para combatir el hacinamiento carcelario.
Esas mismas normativas estatales reducen automáticamente la pena de cuatro años a dos, aunque las autoridades del condado podrían, incluso dejar que Murray pague su deuda con la sociedad en su domicilio con el único control de un brazalete de localización, del mismo tipo que llevó la actriz Lindsay Lohan por violar su libertad condicional.
El fiscal del distrito, Steve Cooley, reconoció su frustración para lograr que Murray cumpla íntegra su condena en los términos estipulados por el juez y se quejó de cómo funciona el sistema de Justicia, aunque aseguró que tratarán de buscar una vía legal para modificar esta situación.
A la hora de dictar sentencia, el magistrado Pastor se mostró muy crítico con el condenado, a quien consideró un 'peligro para la comunidad' que nunca mostró arrepentimiento y llegó a culpar al propio Jackson de lo ocurrido en un documental emitido en televisión recientemente.
El rey del pop falleció el 25 de junio de 2009 víctima de una intoxicación aguda del anestésico propofol que le administró Murray, según quedó probado en el juicio que concluyó con veredicto de culpabilidad el pasado 7 de noviembre.
'El doctor Murray se involucró en un ciclo de medicina horrible y en el uso de propofol para una locura médica que violó su obligación jurada por dinero, aseguró Pastor.