Tegucigalpa, Honduras
El desayuno es la primera comida del día y de ello depende la manera en que funcionará el organismo el resto de las horas; por eso es sumamente importante planificar cuidadosamente los alimentos que suplirán esta comida.
No hay que irse a ningún extremo, lo que el estómago necesita para comenzar el día es equilibrio con lo que recibe.
Una buena forma de comenzar a elegir los alimentos ideales para el primer platillo del día es inclinarse por nutrientes acuosos, es decir, hidratos.
Los alimentos hidratantes proporcionan energía al cuerpo y en su categoría entran la avena, cereales integrales y frutas dulces.
En segundo lugar se recomienda incluir las proteínas, ya que estas cumplen con la función de saciedad en el cuerpo y así no se corre el riesgo de sobrepasar medidas con las porciones y además el estómago quedará satisfecho. Ejemplo de proteínas son el yogurt, la leche y el queso.
Las grasas son otro de los nutrientes que hay que tomar en cuenta para armar un desayuno, pero no como base porque afecta la salud, lo ideal es hacer uso de las grasas que aportan energía en su totalidad, como el aguacate y todos los frutos secos como semillas de marañón, almendras o cacahuates.
La combinación de alimentos favorables para la dieta en este tiempo de comida es lo que marcará la diferencia en el rendimiento de su día, es usual haber tenido una mañana de locos, levantarse tarde y sacrificar esa alimentación, pero sabiendo la importancia e influencia que marca este en el desempeño venidero en el día, está claro que no hay que saltarlo por ninguna razón, más bien hay que tomarse el tiempo de planificarlo.