Usted lo recordará siempre por ser Hulk. Las damas por ser Matt Flamhaff en 'Sí tuviera 30'. Otros quizá por ser Dave Schultz en Foxcatcher. Sin embargo, yo lo recordaré el resto de mi vida por ser Mike Rezendes en Spotlight. Claro, mi posición como periodista me delata.
Nominado anteriormente siempre en categoría de actor de reparto al Oscar por Foxcatcher y The Kids Are All Right; Ruffalo, un hippy que bien pudo vivir el resto de su vida en Málaga (España), buscará este año ganar su primer premio de la Academia por Spotlight.
Según diario El País, Rufallo se enamoró de Málaga y estuvo a nada de convertirse en un ciudadano más. “Mis amigos argentinos tenían un lema: ‘Lánzate al mundo y cuidará de ti”. Hoy podemos decir ¡qué bueno que no se quedó!
Pero claro, porque el hombre llegó a Spotlight para ofrecer una visión cuasi-exacta del instinto periodístico.
Rufallo con el original Mike Rezendes en la redacción de The Boston Globe.
Tras dar vida a un periodista en ‘Spotlight’, ¿concede entrevistas con otra actitud?
Lo cierto es que siempre he respetado mucho a la prensa, pero en todo caso me impresionó lo entregados que son los reporteros de investigación, cómo ponen sus vidas al servicio de la búsqueda de la verdad y logran, a fuerza de disciplina e integridad, que la pasión no les nuble la razón. Cuando funciona, el periodismo salva vidas, y es una herramienta esencial para la democracia y contra la tiranía. En ese sentido, 'Spotlight' nos recuerda por qué es importante que haya reporteros, bien pagados e independientes de las instituciones y del poder.
Seguro que la inquietud se le hace más llevadera cuando revisa la cuenta bancaria.
Que conste que 'Los vengadores' no me han dado tanto dinero como a algunos de mis compañeros de reparto. Y vaya por delante que Robert Downey Jr. merece cada millón que le han pagado. Lo que mucha gente no sabe es que, para tener mucho dinero, un actor tiene que ganar cantidades industriales. Nos guste o no, alrededor de cada uno de nosotros hay montado un negocio. En mi casa no entra más de una quinta parte de lo que gano. Pero reconozco que siento algo de culpa en este sentido. Quizá por eso intento usar el dinero de forma sensata. Ha sido un placer poder destinar parte de lo que gano a ayudar a mi familia, y a la gente en general.