TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La espera “Por fin” terminó. Después de más de una década de haberse hecho un espacio en el corazón de su público hondureño, Pablo Alborán pisó el Nacional de Ingenieros Coliseum de Tegucigalpa para ofrecer un espectáculo de primer nivel.
“Carretera y manta”, “No vaya a ser”, “Tabú” y “Voraces” fueron los sencillos elegidos por el cantautor español para dar inicio a la que poco después se convirtió en una velada dedicada al amor, en donde miles de fanáticos de diferentes edades lo cobijaron entre aplausos, gritos y dedicatorias, mientras cantaban junto a él.
“Por fin, por fin nos encontramos. Estaba loco porque llegara este momento, poder dejarme el alma, la piel y la voz aquí en este escenario frente a vosotros. Gracias por hacerlo posible. Espero que durante estas dos horas paremos el tiempo y disfrutemos todos juntos”, introdujo el artista tras los primeros minutos de transcurrido el concierto.
Con guitarra, bajo y hasta timbales en mano, y por momentos sentado frente a su piano, Alborán demostró su pasión por hacer música desde sus múltiples facetas. Al mismo tiempo que hizo del baile el acompañamiento perfecto para una jornada que además enraizó el pop, el flamenco y los ritmos caribeños.
Dedicatorias
“Tu refugio” y “Si hubieras querido” fungieron como antesala de una de las canciones más esperadas de la noche, y que con el paso de los años sigue siendo una rendición perpetua a los amores que prometieron ser y terminaron por no serlo. “En Saturno... viven los hijos que nunca tuvimos; en Plutón, aún se oyen gritos de amor; en la luna... gritan a solas tu voz y mi voz, pidiendo perdón...; cosa que nunca pudimos hacer, peor”.
Seguidamente, varios de sus otros éxitos más sonados capturaron por completo la atmósfera de romanticismo. “Solamente tú”, “Perdóname”, “Que siempre sea verano”, “Recuérdame” y “¿Dónde está el amor?” sellaron la velada que poco a poco fue convirtiéndose en un tributo al amor y a la nostalgia.
Y cuando el público parecía no poder emocionarse más, Pablo trajo al escenario aquel sencillo que desde sus inicios se consolidó como el favorito de muchos. “Quién... abrirá la puerta hoy, para ver salir el sol; sin que lo apague el dolor que me dejó aquella obsesión...; de tu corazón con mi corazón, de mis manos temblorosas arañando el colchón...”.
“Viva Tegucigalpa, viva Honduras, y que viva el amor en todas sus formas”, expresó el cantante, abriendo paso a “El mismo aire”, “Te he echado de menos”, “Prometo” y “Tanto”, para luego ofrecer, a manera de regalo especial, la interpretación de “Si quisieras”, pieza que cobra vida “en agradecimiento al público que asiste a los conciertos en vivo”, y que da lugar a que los artistas continúen pisando escenarios alrededor del mundo.
Despedida
Pasadas las 10:30 de la noche, cuando “Dicen” llegaba a su fin, Alborán volvió a tomar la palabra para agradecer tanto a sus seguidores como a su equipo. “Muchas gracias, familia. De verdad, desde lo profundo de mi corazón; los quiero, los amo. Y a vivir, que la vida solo es una”, expresó. “También pido un fuertísimo aplauso para mi equipo, que hizo todo lo posible para que yo pudiera estar aquí, y que sin ellos no soy absolutamente nada”.
Pero cuando las súplicas del público por “otra” canción más no cesaron, el cantautor hizo un último regreso al escenario, esta vez con la bandera de Honduras puesta sobre sus hombros, para dejar que “Llueve sobre mojado”, “Amigos” y “La fiesta” fueran las encargadas de despedir su primera experiencia en el país cinco estrellas.
Referencias
El cantante hizo su debut en Honduras a bordo de su tour “La cuarta hoja”, que arrancó en España a inicios de este 2023, de momento continúa extendiéndose por Latinoamérica, y finalizará en enero de 2024 en Estados Unidos.
La cita musical, a cargo de la productora MUNDO NVIVO y patrocinada por EL HERALDO, se celebró la noche de ayer sábado 9 de diciembre en el Coliseum Nacional de Ingenieros de Tegucigalpa. Se trató de un encuentro único e íntimo con Alborán, con un acceso restringido para solo 3,000 personas.