CIUDAD DE MÉXICO, MÉXICO.- A tan solo unas semanas para el nacimiento de la primogénita de José Eduardo Derbez, Tessa, los sentimientos en la familia ya están a “flor de piel”, y entre ese cúmulo de emociones está el esperado reencuentro entre Victoria Ruffo y Eugenio Derbez.
Los felices abuelos indudablemente asistirán al centro médico en donde Paola Dalay y Derbez le darán la bienvenida a su pequeña hija, situación que tiene “nervioso” al hijo de la expareja.
“No sé qué me da más nervios. Pues sí, ahí estarán. Yo estaré en lo mío con Paola, resolviendo y viendo, y pues ya ellos se toparán por ahí”, aseveró el actor y comediante a la prensa cuando le preguntaron sobre este momento que atravesarán sus padres.
“En una de esas ni los veo cuando se topen, ya será cuestión de ellos”, agregó en su característico tono bromista.
¿Dónde nacerá Tessa?
La segunda nieta de Eugenio Derbez nacerá bajo el cielo mexicano, según explicó José Eduardo tras un mutuo acuerdo con su pareja.
“No, no, no, mexicana, sí de corazón, va a nacer aquí en México. Tengo muchas ganas ya de conocerla, de verla, de cargarla, y de saber que venga todo bien”, comentó emocionado.
Padres primerizos
En enero, el actor junto y Dalay compartieron la noticia de que se convertirían en padres, por medio de Instagram con un breve mensaje y algunas fotografías presumiendo la ecografía de su bebé.
“Estamos muy emocionados de compartir con ustedes esta gran noticia. Andamos muy felices y nerviosos, pero vamos con todo menos con miedo”, escribieron.
Los abuelos
Este bebé será el primer nieto de Victoria Ruffo, quien desde hace un tiempo había exteriorizado su anhelo de convertirse en abuela.
De hecho, José Eduardo aseguró que ella fue la primera en enterarse. “Poco a poco les fuimos contando a nuestras familias. La primera en enterarse fue mi mamá. Le hice una caja que decía: ‘vas a ser la mejor abuela del mundo’ y una prueba de embarazo”, narró.
Después de Ruffo, los siguientes en darse cuenta de la feliz noticia fue la familia paterna de José Eduardo.
“Coincidió que mi papá vino a México, Alessandra también. Los citamos en un restaurante y les llevamos igual, una cajita. Alessandra pensó que era una broma, pero luego empezó a gritar y a brincar por el restaurante... Mi papá se quedó como ido, como que no lo creía”, contó.
