TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Los casos de covid-19 en Tegucigalpa y San Pedro Sula se mantienen en cifras alarmantes, lo ya se ve reflejado en los principales hospitales y las morgues de Medicina Forense.
Hasta la noche del viernes ambas ciudades sumaban el 64% de los casos a nivel nacional, lo que para los expertos tienen que ver con la movilidad y la densidad poblacional; solo en estas dos ciudades viven alrededor de 2.2 millones de personas.
Desde el primer infectado el 11 de marzo, Tegucigalpa se convirtió en el epicentro, al menos hasta el 29 de marzo, cuando los casos en la ciudad industrial pasaron de 32 a 44. Para esa fecha en Tegucigalpa había 35 infectados.
En abril la curva epidemiológica parecía avanzar de forma más lenta en la capital (apenas se registraba uno o máximo cinco casos diarios, con la excepción del 27 de abril cuando hubo 15 en una misma noche).
San Pedro Sula tenía cinco de cada diez infectados; solo en ese mes el número de contagios pasó de 81 a 389, es decir casi cinco veces más.
Esta alarmante cifra obligó al Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager) a cerrar por una semana el departamento completo para evitar que la enfermedad continuara en incremento. La medida también abarcó a los municipios de El Progreso, en Yoro; y Las Vegas, Santa Bárbara.
Aunque con el toque de queda la movilidad cayó en un 63%, no fue suficiente para que en mayo la curva epidemiológica en ese departamento disminuyera, al contrario, se disparó.
“Son ciudades que no paran”, dijo Lesbia Villatoro, jefa de la Región Metropolitana de San Pedro Sula, al afirmar que la movilidad en Tegucigalpa y San Pedro Sula puede ser caldo de cultivo para que incrementen los enfermos.
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En el siguiente mes la situación parecía seguir de la misma manera, solo que Tegucigalpa ya registraba más de 20 infectados por día, mientras la ciudad industrial a veces sobrepasaba los 100.
“El hecho de que ahorita se hayan incrementado los casos, eso ya se esperaba. En junio íbamos a tener un incremento de casos en los dos lados; aquí se estaba dando una mayor captación de pacientes, se iba a dar primero en San Pedro (Sula) y luego allá en Francisco Morazán”, recordó la epidemióloga Luisa María Pineda.
En los últimos reportes, Sinager habla de un repunte de casos en la zona central del país y, aunque en San Pedro Sula no disminuyen, solo hubo tres días en que se registraron más de 100 casos.
En cambio, en la capital desde el pasado 10 de junio el número de infectados sobrepasa el centenar; el miércoles 17 de junio se observó la cifra más alta desde que se registró el primer contagiado: 467 en un solo día.
Más pruebas, menos resultados
Desde finales de mayo las Secretaría de Salud comenzó a realizar más de 500 pruebas diarias para detectar los casos positivos de covid-19, mientras que para inicios de junio la cifra subió a mil o un poco más.
A medida aumentó el número de tests aplicados, también se vio un incrementó en los contagios, pero los expertos aseguran que son una mínima parte de la realidad y que es necesario realizar más pruebas.
Sumado a esto, los resultados diarios que Sinager facilita a la población son de tests rezagados, es decir, pruebas que se hicieron una semana atrás. En promedio Honduras aplica 372 tests por cada 100 mil habitantes.
“El proceso de ese examen es un poco lento, mis compañeros yo sé que están haciendo un gran esfuerzo para entregar los resultados, pero no los recibimos antes de cinco días”, dijo la epidemióloga sobre los resultados de las pruebas analizadas en San Pedro Sula.
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La Unidad de Datos de EL HERALDO intentó contactar al jefe de la Región Metropolitana del Distrito Central, Harry Bock, para conocer detalles de las pruebas aplicadas en este municipio, pero no respondió a las llamadas.
Pineda explicó que en San Pedro Sula, el foco de infección en el departamento de Cortés (registra tres de cada cinco casos), la mora se debe a que muchos de los microbiólogos que analizaban las pruebas se infectaron y “se tuvo que sacar microbiólogos de otras instituciones para que vinieran a apoyar”.
“A mí no me extrañaba que no salieran casos en Tegucigalpa, porque yo sé del problema que estaban teniendo en el laboratorio nacional. Ahorita están saliendo todos los exámenes que no se habían procesado, que no se habían socializado los resultados”, dijo.
Aumenta la movilidad
Desde junio Honduras entró en la llamada reapertura inteligente, es decir que algunas empresas de los puntos con menos focos de infección podían abrir sus puertas a la población bajo estrictas medidas de bioseguridad.
La reactivación económica también ocurrió en Tegucigalpa y San Pedro Sula, donde del 8 al 14 de junio el número de contagios aumentó en un 73%.
La reapertura económica comenzó el 8 de junio y desde entonces la movilidad en el país aumentó cinco puntos porcentuales (pasó del -43 a -38%), es decir que aumenta gradualmente. La ciudad industrial no fue la excepción, pues para el 6 de junio el desplazamiento de personas había caído en un 45% pero para el 8 de junio estaba en -41%. En Tegucigalpa ocurrió lo mismo, de -56% que había descendido subió a -41%.
Los datos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) no muestra información después del 12 junio, cuando la movilidad en Francisco Morazán cayó a la mitad y en Cortés el 61% de la población andaba en la calle.
Tras el incremento acelerado de casos, las autoridades decidieron suspender el avance a la segunda fase de la reapertura económica en toda Honduras, por lo que las empresas no podrán incorporar otro 20% de la plantilla al trabajo.
Sinager informó ayer de 519 nuevos casos de la enfermedad; 204 fueron en Francisco Morazán y 168 en Cortés. El resto se distribuye en los demás departamentos.