La funcionaria se refirió a la baja de casos en las últimas semanas que han permitido que se disminuya “de un 150 por ciento de ocupación de camas, a un 48 por ciento en todos los hospitales por pacientes con covid-19”, afirmó.
Esta es la primera vez que las autoridades hondureñas admiten que hubo colapso en la red hospitalaria, pese a que para el 12 de junio debido al número de contagios muchos pacientes fueron atendidos en carpas o debajo de los árboles, como ocurrió en el Hospital del Sur.
En ese mes, cuando Honduras registró el pico más elevado por el número de infectados, seis de los 32 hospitales designados para atender a pacientes tenían más del 100% de ocupación y cuatro estaban al límite, es decir que tenían entre 80 y 90% de su capacidad.
El informe, facilitado por la Secretaría de Salud, mencionaba la capacidad y ocupación de hospitales básicos, generales, de especialidades y de dos centros de atención médica.
Ninguno de los documentos de Salud menciona el número de infectados en el Instituto Hondureños de Seguro Social (IHSS) o los hospitales privados, pero para ese entonces el jefe de emergencia del Seguro Social en la capital aseguró que “realmente estamos desbordados, ahorita tenemos 115 casos en la emergencia y la capacidad de la emergencia es de 37 camas, por lo que estamos desbordados; hay pacientes sentados en sillas, en colchonetas, la mayoría de estos pacientes se encuentran graves con neumonía atípica”.
De acuerdo con el informe, en junio, el Hospital Escuela, San Felipe, El Tórax, Leonardo Martínez y hasta el Mario Catarino Rivas, los principales centros de atención de Tegucigalpa y San Pedro Sula, estaban colapsados o al borde del límite de atenciones en las salas covid.
La Unidad de Datos de EL HERALDO reveló que, a excepción del Hospital Escuela, para el 6 de agosto -dos meses después- ningún otro centro asistencial de estas dos ciudades registraba más del 100 por ciento de ocupación.
Para ese mes, los hospitales San Francisco y Santo Hermano Pedro, en Olancho, eran los más afectados por la pandemia.
Estos dos centros asistenciales formaban parte de los cuatro con más infectados, al punto que había más pacientes hospitalizados que camas disponibles.
El primero alcanzaba el 131% de ocupación, con 46 pacientes en salas con apenas 35 camillas, en cambio el segundo estaba al límite.
El reporte de Salud también mencionaba a otros seis hospitales con más del 80% de camas ocupadas, lo que significa un número de cupos limitados. Aunque para Carlos Umaña, presidente de la Asociación de Médicos del IHSS de San Pedro Sula, si la ocupación es arriba del 85% representa un colapso del sistema de salud.
¿Se mide bien el número de hospitalizados?
La información facilitada por Flores procede del número de camas disponibles para pacientes covid entre la cantidad de hospitalizados, divido entre 100.La Unidad de Datos de EL HERALDO realizó la misma operación y dividió las 1,503 camas de los 32 hospitales habilitados para pacientes infectados, entre los 892 hospitalizados hasta la noche del lunes 24 de agosto, pero el resultado discrepa con la cifra de la secretaria de Salud.
Según los análisis de este rotativo, el 59.4% de las camas de las salas para infectados por coronavirus estarían ocupadas, es decir que cuatro de cada 10 están vacías.
Se desconoce si en el procedimiento realizado por Salud se incluyen las camas disponibles en los centros de triaje, los que la misma funcionaria catalogó como parte de la estrategia aplicada por el gobierno para alcanzar una baja en las hospitalizaciones.
“La instalación de centros de triaje, así como las salas covid en la red hospitalaria, son parte de ese plan”, dijo.
Para los expertos, sí existe una disminución en el número de casos, pero afirman que el gobierno ha medido mal la cantidad de hospitalizados, es decir que las cifras publicadas puden ser superiores.
Los datos facilitados por el Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager) solo mencionan el número de personas hospitalizadas que dieron positivo en las pruebas para detectar el virus, pero no habla sobre los casos sospechosos.
“El país sigue teniendo su principal talón de Aquiles, que es la confirmación en los laboratorios (…) Debería haber los dos reportes en los casos hospitalizados en este momento por covid, tanto los sospechosos como los confirmados”, sugirió el epidemiólogo Manuel Sierra.
Según el experto, esta falla, debida a la falta de pruebas, provoca que los casos hospitalizados que aún no han sido confirmados pasen a un subregistro y que vengan siendo parte del registro oficial semanas o hasta un mes después cuando los resultados de las pruebas estén listos.
Solo en el Laboratorio Nacional de Virología en Tegucigalpa, los resultados de las muestras son confirmados o descartados en un mes, mientras que en San Pedro Sula el tiempo de espera se reduce a una semana, de acuerdo con la epidemióloga Luisa María Pineda.