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Tegucigalpa, Honduras.- Las elecciones en Estados Unidos han despertado sentimientos encontrados entre los latinos, unos apoyan las propuestas antiinmigrantes del expresidente republicano Donald Trump y otros impulsan la continuidad de los demócratas por medio de la vicepresidenta Kamala Harris.
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Ambos candidatos han dedicado atención especial al voto latino, que se ha convertido en la minoría más representativa, con 36.2 millones de personas habilitadas para ejercer el sufragio en este proceso de 2024, según el centro de investigación Pew Research Center.
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Las campañas han sido fuertes para atraer a los indecisos, quienes tienen hasta el 5 de noviembre para llegar a votar por el candidato de su preferencia, aunque una parte ya ejerció el sufragio por correo electrónico o voto adelantado.
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Para el proceso electoral de 2020, un total de 32.3 millones de hispanos estaban habilitados para participar, es decir, que cada año aumenta el número de personas que se legalizan o cumplen la edad de 18 años para poder ejercer ese derecho.
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Ricardo Puerta, analista en políticas norteamericanas y migración, consideró que el voto latino es importante por la diferencia que puede hacer en un estado a favor de uno u otro candidato en su totalidad.
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En Estados Unidos no se elige con voto directo al presidente —como en Honduras—, sino que esa responsabilidad recae en el Colegio Electoral, un organismo conformado con 538 representantes provenientes de todos los estados y que salen del voto popular. El candidato que saque la mitad más uno, es decir 270 votos, llega a la Casa Blanca.
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En pocos estados el candidato ganador se lleva la proporcionalidad de los votos electorales. En la mayoría de los estados quien triunfa se lleva todos los votos electorales, es decir, un voto de diferencia puede significar el 100% de los votos electorales, consideró.
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De acuerdo al portal Pew Research Center, los latinos representarán el 14.7% de todos los votantes elegibles en noviembre de 2024, que ascienden a 244 millones de ciudadanos mayores de 18 años.
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Esta proporción ha aumentado de manera constante durante las últimas dos décadas, pues la cifra viene de un 7.4% de 2000 y en 2020 creció a 13.6%.
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Puerta resaltó que el voto latino también es fundamental porque está repartido en estados bisagras (que no se decantan por un partido político): Arizona, Georgia, Míchigan, Nevada, Carolina del Norte, Pensilvania y Wisconsin. Hacia donde se incline el voto latino puede salir el ganador y quedarse con todos los votos electorales. Solo en estos estados se juegan 93 de los 583 delegados.
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De acuerdo a las cifras de Pew Research Center, California alberga una cuarta parte de todos los votantes hispanos elegibles para votar. Las proyecciones indican que alrededor de 8.5 millones vivían en ese estado en 2022.
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Los siguientes estados más grandes por número de votantes latinos elegibles son Texas con 6.5 millones, Florida (3.5 millones), Nueva York (2.2 millones) y Arizona (1.3 millones).
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En conjunto, estos cinco estados albergan aproximadamente dos tercios, es decir, el 65%, de todos los votantes hispanos elegibles para participar en este proceso electoral y reúnen 162 votos electorales.
Favoritismo
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El fenómeno que resulta sorpresivo para los analistas es que hay una cuota significativa de latinos que apoyan a Trump, porque ya no lo ven como un candidato xenófobo blanco, sino como un empresario decisivo y con los conocimientos para mejorar la economía.
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Mardoel Hernández, miembro de la Alianza Nacional del Estatus de Protección Temporal (TPS), lamentó que las elecciones han generado muchas campañas de desinformación contra la comunidad de migrantes.
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Los acusan de ser los responsables de la violencia en algunas ciudades, hasta de comerse animales domésticos, situaciones que son completamente falsas. Todo es con el fin de conseguir votos.
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A pesar de ellos, hay muchos latinos que están de acuerdo con la campaña del expresidente Trump, con la esperanza que mejore la economía y, particularmente, su situación financiera con las medidas republicanas.
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El Partido Republicano ha prometido realizar masivas deportaciones y eliminar programas de alivio migratorio, como el TPS o la Acción Diferida para los Allegados en la Infancia en Estados Unidos (Daca, por sus siglas en inglés).
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Como organización motivan a votar a los latinos por el candidato de su preferencia, sin condicionar por ningún partido, ya que son muchos los interesados en participar el 5 de noviembre, día de las elecciones.
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El analista Puerta coincide en que la simpatía de calle de Trump es extraordinaria, a pesar de su posición con respecto a los latinos, ya que muchos consideran que sus políticas van a mejorar la economía de Estados Unidos.
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Porfirio Quintano, presidente de la Diáspora Hondureña Internacional IN, con sede en California, resaltó que las organizaciones dirigidas por latinos apoyan al Partido Demócrata en su mayoría con la esperanza de una reforma migratoria.
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Pero los candidatos de ambos partidos buscan el voto de los latinos porque es la minoría con más peso en el electorado, junto a los afroamericanos.
¿Por qué votan?
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Los demócratas apuesta por reformas migratorias, como lo hizo el presidente actual Joe Biden, pero fracasó por la oposición de los republicanos en el Congreso, señaló Quintano.
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También se han hecho promesas de mejorar el acceso a la vivienda, la salud y los salarios, con mucha énfasis en California, Florida y otros estados de tradición demócrata.
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El dirigente hondureño expresó que muchos latinos ya están votando por correo electrónico, mientras que las organizaciones y sindicatos están motivando a su integrantes para que asistan a votar.
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Existe un gran trabajo para que todas las minorías salgan a votar en todos los estados, porque también se buscan curules en el Senado, por las propuestas de autoridades como el sheriff, las juntas escolares, las propuestas estatales y en la misma boleta a nivel federal.
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Si bien el tema migratorio es político, están conscientes que si gana Harris en los primeros años no se atrevería a impulsar una reforma inmediatamente, porque seguramente luchará para gobernar ocho años, así que mediría el impacto de esa decisión.
Atacar
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Quintano señaló que el expresidente Trump utiliza el tema de la migración para atacar. Como gobernó entre 2016 y 2020, los especialistas creen que gobernará igual, así que usará al límite las leyes de Estados Unidos en contra de la migración.
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En su administración no aplicó ninguna ley nueva, sino que jugó con los límite de la legislación existencia y se refugió en órdenes ejecutivas, pero sus medidas se estrellaron con decisiones de las cortes de Estados Unidos.
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José Tercero Midence, experto en derecho norteamericano y de la línea republicana, consideró que el voto latino tiene influencia en las elecciones locales y en aumentar la capacidad electoral de un candidato, pero con poca incidencia en los votos electorales.
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¿Por qué? Pues todavía no hay demasiado voto latino determinante en Míchigan, Wisconsin, Pensilvania, Carolina del Norte y Arizona, mientras que en Atlanta y Georgia pesa más el sufragio de afroamericanos y blancos.
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Ya se sabe que Florida y Texas son estados Rojos, es decir, republicanos. Lo único que puede suceder es que el conteo de los votos latinoamericanos en su mayoría se sumen a favor de Trump.
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No obstante, la incidencia del voto hispano es local, es decir, determinante para elegir a los senadores, congresistas y alcaldes. En el voto general, a nivel presidencial, tiene muy poca incidencia, a menos que esa votación local gane condados.
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No obstante, datos de Pew Research Center, reflejan que en Nuevo México, el 45% de todos los votantes elegibles son latinos, la proporción más alta de cualquier estado.
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Nuevo México es también el único estado donde los latinos constituyen una proporción mayor de la población total de votantes elegibles que cualquier otro grupo racial o étnico. Esto incluye a los estadounidenses que son blancos únicamente y no hispanos, que representan el 40% de los votantes elegibles.
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En California y Texas, los hispanos representan aproximadamente un tercio de la población elegible para votar, 33% y 32%, respectivamente, ocupando el segundo lugar entre los principales grupos raciales y étnicos.
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Tercero indicó que en el caso de California ya se sabe que del 100% de los blancos el 60% se decanta por Harris y el 40% por Trump. El voto latino aumenta un poco a favor de los demócratas, con el 65% a favor de la vicepresidenta.
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Solo el voto blanco garantiza los 55 votos electorales de California y los latinos aumentan la diferencia de votos.
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En Pensilvania el voto de los blancos marca la diferencia. Algunos latinoamericanos prefieren el discurso familiar, empresarial y cristiano de Trump y otros apuestan por los beneficios sociales, sanitarios y educativos del Partido Demócrata.
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Tercero es del criterio que el voto latino puede influir en dar un porcentaje más al ganardor, por ejemplo, si Trump está en 49% en un estado y Harris tiene 48%, los latino pueden aportar con un 2%, haciendo ganar a Trump, pero la mayoría de votos es de los blancos, insistió.
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Consideró que Trump ha ganado simpatía entre los latinos porque su mensaje va dirigido a hispanos con estatus legal, con valores familiares y cristianos, mientras que el mensaje de Harris se enfoca en los indocumentados, pero electoralmente no suman.
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De acuerdo a Pew Research Center, los latinos tienen una probabilidad considerablemente menor que los estadounidenses en general de ser elegibles para votar, 53% contra 72%.
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Esto se debe en parte a que la población latina del país incluye una gran cantidad de personas que son demasiado jóvenes para votar o que no son ciudadanos estadounidenses aún.
