Tegucigalpa, Honduras
¿Quién dijo que la religión tiene que estar divorciada de la política? Esa versión la descarta por completo el padre Roberto Antonio Paiz Castillo, un personaje reconocido en la comunidad católica de Tegucigalpa y Comayagüela, quien aspira a la alcaldía de la capital de Honduras.
Luego de haber servido 35 años como sacerdote de la Iglesia Católica, de la cual salió de manera polémica en 2012, expulsado por las autoridades eclesiásticas debido a un escándalo por una supuesta “violación a una mujer disminuida”, aunque él asegura no saber a qué se refieren.
El padre Paiz reveló que el 17 de enero de 2012 recibió la carta de destitución firmada por el cardenal Óscar Rodríguez Maradiaga. En la misiva, el cardenal remitió a Paiz con el juez del Tribunal Eclesiástico, quien le hizo saber del caso de su suspensión sin darle mayor detalle y mucho menos facilitarle una copia de la supuesta denuncia.
Sobre la destitución de su cargo, admitió que se dio porque se había negado a asistir a las sesiones del clero, situación que hizo que lo reprendieran en varias ocasiones, “pero yo mantuve mi posición de no asistir a esas reuniones porque solo iba a escuchar”.
Una opción diferente…
El movimiento Nueva Actitud, del precandidato a la Presidencia por el Partido Liberal, Eduardo Martell, presenta a Roberto Paiz, quien se postula como precandidato a la alcaldía capitalina.
“Para darle un rostro más humano a la administración edilicia de la capital”, atribuye Martell la decisión de llevar al exsacerdote Paiz Castillo en su planilla.
El líder del movimiento agrega que busca “obtener verdaderas transformaciones que sean integrales, combinando sus principios, valores y trabajo, por estas razones asumió una Nueva Actitud, porque Honduras vale la pena”.
El aspirante a alcalde no niega que el trabajo de la actual administración local es bueno: “ Tito (Asfura) lo está haciendo muy bien, pero se puede hacer mejor”.
“La gente confunde la política con el robo… Necesitamos gente buena en los partidos políticos”, asegura Paiz, quien pese a su edad no está alejado de las redes sociales. “ En el Facebook tengo bastantes seguidores”, dice, al recordar que utiliza la herramienta para estar en permanente contacto con la población.
El padre que se casó…
Paiz fue director del Instituto Salesiano San Miguel y desde su separación de la Iglesia asegura que no ejerce el sacerdocio. Tanto así que el pasado 9 de septiembre de 2016 contrajo matrimonio.
“Antes estaba casado con la Iglesia”, aseguró en un foro televisivo hace unos meses.
El religioso pide que ahora lo llamen solamente Roberto Paiz y no “padre”, como se acostumbró la población durante años.
Confesó que antes de contraer nupcias pensó en irse a Panamá, donde se le permitiera continuar su carrera religiosa, pero prefirió quedarse en Honduras, pues asegura que puede hacer el cambio al incursionar en el mundo de la política.
¿Quién dijo que la religión tiene que estar divorciada de la política? Esa versión la descarta por completo el padre Roberto Antonio Paiz Castillo, un personaje reconocido en la comunidad católica de Tegucigalpa y Comayagüela, quien aspira a la alcaldía de la capital de Honduras.
Luego de haber servido 35 años como sacerdote de la Iglesia Católica, de la cual salió de manera polémica en 2012, expulsado por las autoridades eclesiásticas debido a un escándalo por una supuesta “violación a una mujer disminuida”, aunque él asegura no saber a qué se refieren.
El padre Paiz reveló que el 17 de enero de 2012 recibió la carta de destitución firmada por el cardenal Óscar Rodríguez Maradiaga. En la misiva, el cardenal remitió a Paiz con el juez del Tribunal Eclesiástico, quien le hizo saber del caso de su suspensión sin darle mayor detalle y mucho menos facilitarle una copia de la supuesta denuncia.
Sobre la destitución de su cargo, admitió que se dio porque se había negado a asistir a las sesiones del clero, situación que hizo que lo reprendieran en varias ocasiones, “pero yo mantuve mi posición de no asistir a esas reuniones porque solo iba a escuchar”.
Una opción diferente…
El movimiento Nueva Actitud, del precandidato a la Presidencia por el Partido Liberal, Eduardo Martell, presenta a Roberto Paiz, quien se postula como precandidato a la alcaldía capitalina.
“Para darle un rostro más humano a la administración edilicia de la capital”, atribuye Martell la decisión de llevar al exsacerdote Paiz Castillo en su planilla.
El líder del movimiento agrega que busca “obtener verdaderas transformaciones que sean integrales, combinando sus principios, valores y trabajo, por estas razones asumió una Nueva Actitud, porque Honduras vale la pena”.
El aspirante a alcalde no niega que el trabajo de la actual administración local es bueno: “ Tito (Asfura) lo está haciendo muy bien, pero se puede hacer mejor”.
“La gente confunde la política con el robo… Necesitamos gente buena en los partidos políticos”, asegura Paiz, quien pese a su edad no está alejado de las redes sociales. “ En el Facebook tengo bastantes seguidores”, dice, al recordar que utiliza la herramienta para estar en permanente contacto con la población.
El padre que se casó…
Paiz fue director del Instituto Salesiano San Miguel y desde su separación de la Iglesia asegura que no ejerce el sacerdocio. Tanto así que el pasado 9 de septiembre de 2016 contrajo matrimonio.
“Antes estaba casado con la Iglesia”, aseguró en un foro televisivo hace unos meses.
El religioso pide que ahora lo llamen solamente Roberto Paiz y no “padre”, como se acostumbró la población durante años.
Confesó que antes de contraer nupcias pensó en irse a Panamá, donde se le permitiera continuar su carrera religiosa, pero prefirió quedarse en Honduras, pues asegura que puede hacer el cambio al incursionar en el mundo de la política.