Así lo explica la expresidenta del Colegio Hondureño de Economistas (CHE), Liliana Castillo, quien insta a los tomadores de decisión a priorizar los temas fundamentales para un desarrollo inclusivo que reduzca los niveles de desempleo, pobreza y desigualdad que empeoraron este año.
¿Qué lecciones considera que ha dejado la crisis en materia económica?
Como positivo podemos mencionar que ha habido una caída en las importaciones superior al 15%, lo que ha permitido acumular divisas y de esta forma fortalecer el tipo de cambio. Asimismo, ante la adversidad, nuestros compatriotas que han migrado continuaron enviando remesas, de tal forma que las mismas en vez de disminuir, aumentaron. Otro aspecto positivo es la capacidad de los pequeños emprendedores de adaptarse a las oportunidades de negocio que van surgiendo y de reinventarse.
¿En qué áreas se debe mejorar, según las deficiencias demostradas?
En vista de que los procesos de privatización que se han realizado en los sectores de educación y salud ha quedado reflejado el retroceso en estos sectores, debido a que los presupuestos que se les han asignado se han reducido en relación al PIB en la última década, por lo que las áreas a mejorar son fundamentalmente las de salud y educación; también el sector construcción.
¿Hacia dónde debe avanzar el país para su recuperación económica?
Como prioridad debería establecerse como meta fortalecer los sectores de educación y salud, ya que son los pilares fundamentales para lograr un desarrollo sostenible, inclusivo y equitativo y de esta manera ir cumpliendo con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). También debe mejorarse la competitividad del país, apoyar la producción nacional, ya que de esta manera el empleo se genera en el país y habría que desalentar las importaciones que no son esenciales, ya que además de incentivar la salida de divisas, no se apoya el empleo generado en el país.
¿Cómo podría acelerarse la recuperación económica, que se prevé será lenta?
La clave está en crear empleos en forma masiva, tanto por parte del gobierno en obras de infraestructura, como del sector privado. Para ello va a ser necesario recurrir a la reestructuración de la deuda, así como a más endeudamiento concesional con los organismos multilaterales de crédito, que de obtenerse dichos recursos deben manejarse con transparencia, debe haber rendición de cuentas efectiva y que las obras se reflejen en beneficios tangibles para la población.
¿Qué recomendaciones le daría a las autoridades y también a la población para propiciar el desarrollo?
A las autoridades, deberían de restituir la confianza entre los agentes económicos para atraer más inversión nacional y extranjera, mejorando los índices de percepción de la corrupción. También se debe hacer una priorización de los gastos de acuerdo a las necesidades más urgentes del país. Para generar más ingresos es necesario revisar las exoneraciones fiscales y hacer un combate frontal a la evasión fiscal.
El tema de la ENEE es toral, ya que cada año el nivel de deuda de la institución crece y el aval es el gobierno, lo que implica que en el futuro el déficit se tiene que pagar con más impuestos o con tarifas más altas. En las circunstancias actuales, es recomendarle a la población que apoyemos la producción nacional, ser cautelosos con los gastos y priorizar el pago de deudas, especialmente para vivienda y la de tarjetas de crédito porque es demasiado costosa.
¿Considera que aprenderemos la lección como país de la doble crisis?
Lo ideal sería que aprendiéramos la lección de lo que estamos pasando; sin embargo, tengo mis reservas en vista de que ya hemos tenido dos crisis recientes, la del Mitch en 1998 y la crisis financiera y política en 2009 y siempre se dice que es el momento para transformar y reconstruir el país, lo cual no ha sucedido, siempre se continúa con la misma mentalidad egoísta, solo pensando en intereses particulares y no en el bienestar del país, aún con los niveles de pobreza y desigualdad cada vez más elevados.